A pesar de su juventud, el director Diego Lerman vuelve con su segunda película a demostrar una gran solvencia en la creación de climas y un notable manejo de actores. El joven realizador ya había mostrado estos rasgos en su opera prima, la celebrada "Tan de repente" (2002). Ahora, en "Mientras tanto", su mirada sigue puesta en la consistencia de los vínculos humanos, narrados con audacia formal.

Mediante continuas elipsis, pocas palabras y mucho ritmo, Lerman elige una trama coral para contar historias mínimas de criaturas sorprendentes. Tres parejas centrales y personajes satélite, con oficios diversos: artesanos, empleadas domésticas, una veterinaria, un cocinero, un vendedor ambulante, amas de casa autoritarias y obsesionadas por la limpieza componen un fresco de personajes encantadores y otros oscuros aunque no menos interesantes.>

"Mientras tanto" es otra apuesta del nuevo cine nacional a historias que no siguen un hilo narrativo convencional. Son pantallazos de vidas que se cruzan y forman diversas escenas con distintos protagonistas que se van sucediendo ante nuestros ojos, en un discurrir fluido, organizado desde el montaje paralelo al plano secuencia.>

El director trabaja la figura del cruce de personajes al extremo, donde la cámara se desliza desde uno a otro en el mismo plano, siguiendo los encuentros y desencuentros que se producen en sus caminos.>

No busca unir todos los hilos de las distintas tramas pero sí captar momentos únicos de ese "mientras tanto" por el cual se transita antes o después de alguna decisión básica, en el marco del azar y de lo efímero, donde un adivino lee las manos y habla de los caminos "que se quiebran y bifurcan", otro protagonista juega a la ruleta y otro se realiza un tatuaje "porque todo es efímero".>