Cruciales elecciones legislativas y de 36 gobernadores
200 millones de ciudadanos están convocados a las urnas en EE.UU.
Demócratas y republicanos sabrán tras la elección quién tendrá la mayoría en el Capitolio, en Washington. Un triunfo demócrata complicaría el resto del mandato de Bush. Foto: AGENCIA AFP. 

Alrededor de 200 millones de estadounidenses votaban hoy para elegir una nueva Cámara de Representantes, 33 senadores y 36 gobernadores, en unos comicios que podrían privar al presidente George W. Bush de su mayoría en el Congreso.

AFP-EFE

Según los últimos sondeos, los demócratas están a la cabeza de las intenciones de voto para estas elecciones de mitad de mandato del presidente Bush y que comenzaron a las 11 GMT en algunos Estados de la costa este.

La pareja presidencial votó temprano en el cuartel de bomberos de su feudo texano de Crawford. Al sufragar, Bush llamó a sus compatriotas a cumplir con su deber cívico: "íVoten!", dijo.>

"Nuestro gobierno sólo vale por la voluntad del pueblo de participar. Entonces, cualquiera sea el partido al que usted pertenezca o aunque usted no pertenezca a ningún partido, vote y haga oír su voto", dijo durante una breve intervención ante la prensa.>

Bush indicó que regresará a Washington y allí "seguirá los resultados".>

El nuevo Congreso debe entrar en funciones a principios de enero. Cualquiera que sea el resultado de los comicios, los dos principales partidos estadounidenses comenzarán a prepararse luego para la batalla presidencial de 2008, con la demócrata Hillary Clinton y el republicano John McCain como algunas de las estrellas de la carrera.>

Para alcanzar la mayoría en el Congreso y condenar al presidente Bush a una difícil cohabitación para los dos últimos años de su administración, los demócratas deben ganar 15 bancas más de las que tienen en la actualidad en la Cámara de Representantes y 6 más en el Senado, sin perder una sola.>

En 40 de las 435 circunscripciones para elegir representantes, la elección se presenta muy reñida, según los expertos.>

En el Senado están al alcance de los demócratas las bancas en manos republicanas de Ohio, Pensylvannia, Rhode Island y Montana. Las de Missouri y Virginia estarían muy disputadas y Tennessee parece más difícil de conquistar por los demócratas, según analistas.>

En caso de empate entre los partidos en la distribución de bancas en el Senado, los republicanos conservarían la mayoría gracias a la voz preponderante del vicepresidente Dick Cheney, quien también preside el Senado.>

Referéndum sobre Irak

Para numerosos expertos, estas elecciones se asemejan a un referendo sobre la gestión del gobierno de Bush, particularmente sobre su gestión de la guerra en Irak, cada vez más impopular. Más de 2.800 soldados estadounidenses murieron en ese país desde la controvertida invasión en marzo de 2003.

George W. Bush llamó ayer a sus conciudadanos a votar por los republicanos recordándoles que Estados Unidos está "en guerra" y estimando que él era el único en condiciones de defender eficazmente a los estadounidenses. Acusó asimismo a los demócratas de querer aumentar masivamente los impuestos.>

El Partido Demócrata anunció que había reclutado a 7.000 abogados y estudiantes de derecho, todos voluntarios, para vigilar las elecciones en los Estados y circunscripciones más sensibles.>

Un equipo de 16 expertos en elecciones de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce) está presente en Estados Unidos para observar el buen desarrollo de los comicios.>

Entre los Estados que elegirán gobernador, las elecciones en Texas, Florida, Nueva York y California, donde el ex actor Arnold Schwarzenegger es favorito para conservar el cargo, serán las seguidas con más atención.>

Más de 200 referendos locales tendrán lugar simultáneamente en todo el país, en particular uno sobre la prohibición del matrimonio homosexual y otro por el aumento del salario mínimo.>

Mayoría

Los demócratas llegan a las elecciones de hoy con la esperanza de conseguir el control del Congreso, pero también intentan ganar una mayoría de gobernaciones por primera vez desde 1990.

Los electores de 36 de los 50 Estados de la Unión escogerán a su jefe de gobierno y los demócratas necesitan ganar sólo cuatro Estados adicionales para cambiar el balance de poder en su favor. Los republicanos actualmente cuentan 28 gobernadores y los demócratas con 22.

Los sillones de gobernador son vistos como importantes armas por los candidatos presidenciales, pues ayudan a recaudar fondos y a conseguir votos en las elecciones.

A los norteamericanos le importa más el carisma

La apariencia y el carisma de un candidato a las elecciones parecen contar más que lo que diga para ser electo, sostiene un estudio realizado por dos universitarios estadounidenses.

El objetivo del estudio era ver si una muestra de electores era capaz de predecir quién sería el vencedor de una elección simplemente mirando 10 segundos sin volumen un debate entre dos candidatos.

Los autores Daniel Benjamin, del Darmouth College, y Jesse Shapiro, de la Universidad de Chicago, ambos investigadores en el terreno económico, querían mostrar que esas predicciones basadas en el atractivo físico son tanto o más buenas que las basadas en estudios económicos.

El estudio difundió así extractos de 10 segundos de debates tomados de 58 elecciones de gobernadores entre 1988 y 2002, a una muestra de 264 participantes.

Los extractos eran eliminados cuando los participantes conocían al candidato o su partido. Los pocos segundos de debates eran siempre entre dos candidatos hombres blancos, para evitar criterios de raza o sexo.

"Nos dimos cuenta de que las elecciones basadas en el carisma eran un buen instrumento de predicción sobre el resultado de las elecciones", dijo Daniel Benjamin.

Sin embargo, es difícil decir qué criterios físicos -mirada franca, sonrisa, porte- hacen adivinar la victoria.

"Es bastante misterioso. Los criterios de las personas sobre el atractivo físico no son siempre los mismos. No es solamente la apariencia, es otra cosa", explicó Jesse Shapiro.

En cambio, en cuanto se integraba el sonido, los espectadores podían identificar mejor de qué partido era el candidato y su predicción sobre el resultado de la elección resultaba errada.

A décadas del Irangate

Con los demócratas acariciando el control del Congreso y el Senado, y el presidente George W. Bush con un índice de popularidad bajísimo por las guerras de Irak y Afganistán, se cumple el 20° aniversario de otro conflicto y de otros escándalos que amenazaron a Ronald Reagan, el presidente republicano más popular de la historia.

Un día después de que el Partido Demócrata se hiciese con el control del Senado en noviembre de 1986, una revista libanesa reveló que el idolatrado presidente -por muchos estadounidenses- Ronald Reagan habría pactado con el "diablo" iraní y de paso violado una serie de leyes estadounidenses, abriendo las puertas del escándalo denominado Irangate.

Reagan, ícono de los neoconservadores estadounidenses, vendió misiles a la República Islámica de Irán -con la que oficialmente no mantenía relaciones tras la caída del Sha-, y destinó los beneficios de la operación para financiar a la Contra, las fuerzas guerrilleras que luchaban contra los sandinistas en Nicaragua.

La justificación del trato con el régimen del ayatola Jomeini fue la liberación de varios rehenes estadounidenses en manos de milicias libanesas pro iraníes, y de paso acabar con la revolución sandinista del comandante Daniel Ortega que en 1979 derrocó al dictador Anastasio Somoza.

Muchas cosas han cambiado desde que se descubrió el Irangate, aunque el panorama político en Estados Unidos es similar, en líneas generales.

Hace dos décadas, Estados Unidos estaba inmerso en una lucha por su "supervivencia", enfrentado a la agonizante Unión Soviética y la incipiente República Islámica de Irán, y librando guerras "sucias" contra guerrillas izquierdistas en Latinoamérica y otras regiones del mundo.

Reagan denominó a los soviéticos el "imperio del mal" y centró su mandato en derrotar a un enemigo que finalmente se desmoronó en 1991.

Ahora, la administración Bush también ha enmarcado el conflicto contra Al Qaeda como una batalla por el futuro del país que se desarrolla en todo el mundo y -parafraseando a Reagan- ha adjetivado a Corea del Norte, Irán e Irak como el "eje del mal" al que Estados Unidos se enfrenta.

En estos 20 años, la Unión Soviética ha desaparecido, en parte a causa del conflicto en Afganistán que el Pentágono alimentó.

En Latinoamérica, y especialmente en Centroamérica, muchas de las guerrillas de antaño se han transformado en partidos políticos. Y las dictaduras mantenidas por Washington, a las que las guerrillas se oponían, han desaparecido dando paso a incipientes democracias.

Por el contrario, algunos de los personajes claves del escándalo del Irangate han vuelto a la Casa Blanca o se mantienen en el candelero público.

Por ejemplo, Oliver North, por aquellas fechas coronel del ejército adscripto al Consejo de Seguridad Nacional y encargado de orquestar la complicada maraña de relaciones de venta de misiles a Irán y trasvase de fondos a la "Contra" para financiar su lucha en Nicaragua.