Minorías violentas e inacción del gobierno

Señores directores: Basta consultar un medio de comunicación, y como una materia imposible de controlar, aparecen: piquetes, cortes de calles, rutas, puentes, usurpación de fábricas, campos, colegios, claustros, viviendas y hasta anuncios de corte de vías acuáticas.

Sin duda el gobierno confundió mantener el orden y lo identificó con la represión. Es como si utilizar la fuerza para respetar normas constitucionales fuera una actividad represiva. La inacción oficial en estos temas no dista en nada de la anarquía. Es sabido que ésta tiene remedios, acorde las coyunturas, pero no hay nada mejor que los preventivos para fomentar el respeto de las leyes. El gobierno ha logrado acostumbrar a que la gente las desobedezca sin darse cuenta de que se lastimaron los lazos sociales. Se dejó a distintos grupos moverse en estas esferas como único remedio a sus problemas de toda índole. En la mayoría de los casos grupos pequeños que actúan como les viene en ganas. Los extremos siempre se tocan, dado que de la anarquía se cae en el despotismo y viceversa. Cuando se deja de pensar en los demás y se afectan las libertades individuales nos acercamos al concepto de libertinaje. La libertad de uno termina donde comienza la libertad del otro y esto lo garantizan las leyes. Han jugado con fuego. Ante cualquier conato, el oficialismo calmaba las "aguas" con planes sociales, puestos en el Estado, promesas, etcétera. Las usurpaciones fueron llamadas "propiedades recuperadas". Nadie marcó límites, ni dieron el ejemplo con algunos actos de gobierno y por ende el caos parecía ser fomentado. El respeto a la ley es la base de una democracia republicana. Ahora, hasta se habla de trabas o bloqueos para transitar los ríos, cuando todo el mundo sabe que hasta Greenpeace, líder del ambientalismo fue impedido de hacerlo. Respeto la lucha de Gualeguaychú, nacida de la inoperancia del Estado. Pero de allí a llegar al extremo de afectar la salida al río hay un largo trecho, como es imponer la fuerza a las normas.>

Esta anarquía tiene un solo responsable, que es el Gobierno Nacional (presidente y ministro del Interior) por su permisividad y actuar como les conviene a sus intereses electorales. No han sabido mantener preventivamente el orden y están recibiendo el vuelto de lo que ellos mismo crearon. El presagio no es bueno y la anarquía que permitieron no saben cómo contenerla o eliminarla. La confusión kirchnerista en esta cuestión nos afecta hoy a todos. Francisco Scolaro. DNI: 4.702.585. Buenos Aires.>

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