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De la redacción de El Litoral
A manos del juez de Instrucción en turno, Julio César Costa, llegó un pedido de investigación sobre un supuesto tráfico de influencias, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funcionario público y pago de coimas a concejales para que voten a favor del pliego de licitación del nuevo relleno sanitario de la ciudad de Santa Fe, ordenanza que fuera sancionada el 10 de noviembre de 2005.
El denunciante se llama Carlos Alcides Maldonado y se desempeñó como colaborador del ex concejal Gerardo Crespi durante la segunda mitad del año 2005. Asesorado por el bloque del ARI en el Concejo -representado por la edil Noelia de Chiementín y sobre la base de una investigación de su asesor Walter Quaglia-, el pasado miércoles 17 entregó al fiscal José Luis Paz un extenso escrito en el que brinda precisiones de los hechos que fuera testigo, y solicita "la requisitoria de instrucción para investigar y determinar si de los hechos descriptos surgen conductas de funcionarios o de personas interpuestas que podrían tipificar delitos contra la administración pública, en particular los que refieren al cohecho, tráfico de influencias, y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas".>
Las principales pruebas que aportó Maldonado a la Justicia santafesina consisten en una serie de copias de e-mails que enviaron concejales y sus colaboradores a personal de una consultora de la ciudad de Paraná, y viceversa, para ajustar detalles del pliego licitatorio que finalmente votarían para la "disposición final de residuos sólidos urbanos por el sistema de relleno sanitario. Santa Fe, Capital". Para resguardarlos, Maldonado los reenvió a su casilla personal, aunque algunos los recibió directamente allí.>
El nombre de la consultora es Fides, la mayoría de los mensajes fue escrita por Carlos Ubaldo Piñeyro -su titular- y el principal destinatario era Carlos Dinotto, colaborador estrecho de Gerardo Crespi. Cabe recordar que Crespi aceptó por ese entonces un cargo de asesor en Presidencia de la Nación, que ocupa hasta hoy, y fue reemplazado por Oscar Yódice.>
Según se desprende del intercambio de correos, esta firma habría hecho de nexo entre los intereses de algunos ediles santafesinos (en 2005) y la empresa Milicic, que fue precisamente la que resultó adjudicataria de la licitación.>
El archivo adjunto de un e-mail recibido el 12 de octubre de 2005, un mes antes de que los ediles levanten la mano en el recinto, menciona una reunión "mantenida en el día de ayer con los representantes de los bloques mayoritarios". De ese encuentro "se deduce lo siguiente:
los honorarios que abonaría la empresa serían de un millón doscientos mil (no aclara si pesos o dólares). De los cuales una parte: cien mil se abonarían por adelantado para que voten el proyecto de pliego a presentar. El pago del resto se haría en principio en cuotas por el término de la duración del contrato (12 años con prórroga de dos años más).>
El mismo día en que el Concejo Municipal aprobó el pliego para licitar el relleno sanitario, el 10 de noviembre de 2005, llegó a la casilla de mensajes de José Dinotto un e-mail de la consultora Fides con un archivo adjunto "para alcanzarle a Gerardo, de parte mía", firmado por "Carlos". Allí se apunta una serie de "comentarios al borrador del pliego", puntualizando observaciones a 16 artículos. Por falta de tiempo, las modificaciones no pudieron ser incluidas y ya no se podía esperar más porque quedaba sólo un mes para que algunos dejaran sus bancas a los nuevos concejales.
Sin embargo, el 30 de noviembre el entonces concejal Darío Giménez, hoy subsecretario de Gobierno de la Municipalidad, presentó un proyecto de ordenanza pidiendo que se modifique el art. 56 del pliego votado (ordenanza 11237), el cual se trató y aprobó en la sesión del día siguiente, según las recomendaciones que hizo llegar la consultora paranaense. Durante tres días se intentó dialogar con el funcionario pero no fue posible ubicarlo.>
El Litoral habló personalmente con Carlos Maldonado, quien ratificó el testimonio que hizo ante la Justicia, y telefónicamente con José Dinotto, quien intentó desvincularse de los hechos, aunque reconoció que reenviaba a Gerardo Crespi los e-mails que recibía, con quien aún "me une una amistad" aunque "perdí contacto con él hace 8 ó 9 meses".>
En tanto, a pesar de haber llamado insistentemente al celular personal de Carlos Piñeyro, El Litoral no pudo dar con él. Tampoco pudo ser ubicado en el teléfono fijo de su consultora, aunque se corroboró que ésta sigue trabajando en Paraná. Sí, se mantuvo una comunicación con su socia. Ella reconoció que su consultora tuvo "un par de reuniones con concejales pero no hizo ningún tipo de trato ni negocios con nadie". Dijo, además, desconocer el tema del relleno sanitario pero afirmó que se reunió con Gerardo Crespi. Por último, se ofreció a mantener una entrevista personal con este diario.>