De la redacción de El Litoral
El ingeniero Pablo Cacik, subsecretario de Gestión y Planificación del Ministerio de Asuntos Hídricos, dijo a El Litoral que no hay razones para preocuparse por las áreas pobladas que conviven con las crecientes de los ríos Paraná y Salado. En cambio, advirtió que habrá anegamientos de zonas bajas -conocidas por su alto riesgo hídrico- y en áreas rurales próximas a las costas de ambos. Destacó que según las lluvias registradas aguas arriba y el estado de sendas cuencas hasta la fecha "no habrá problemas para los sectores con urbanizaciones".
La situación de emergencia que viven provincias como Tucumán y Salta por intensas lluvias, así como los desbordes en zonas de Santiago del Estero no deben causar alarma, explicó el funcionario.>
Lo mismo señaló respecto de la creciente del Paraná, que ya resulta visible en las márgenes y playas cercanas a nuestra ciudad. >
Sobre toda la cuenca del Plata que forman los ríos Paraná y Uruguay existe una amplia información, registros históricos y experiencia en la elaboración de pronósticos.>
El organismo que se encarga de adelantar el comportamiento de estos sistemas hídricos es el Instituto Nacional del Agua, INA. Sus estudios han dado -siempre- el tiempo suficiente como para que se adopten medidas de prevención sobre la creciente del río Paraná, además de brindar información que resulta útil para estimar niveles para la navegación fluvial y prever caudales para represas hidroeléctricas.>
Para el río Paraná (ver información gráfica) el INA ha previsto que la onda de crecida se presente ante nuestra ciudad el 17 de febrero, con unos 4,45 m en el hidrómetro del puerto santafesino. El nivel de alerta (un valor adoptado históricamente para tomar las primeras prevenciones) es de 5,30 m. Y el de evacuación (cuando lo que conviene es poner a resguardo a las personas y los bienes) es de 5,70 m. Ambos están bastante lejos del cálculo hecho (con el panorama actual de los ríos y los pronósticos de lluvias) por el instituto.>
Cacik comentó a este diario que además del informe que periódicamente entrega el INA a todos los interesados, este organismo elabora actualizaciones semanales para el Ministerio de Asuntos Hídricos de Santa Fe, en las que participan tanto los técnicos de que dispone el INA en nuestra ciudad como en su sede de Ezeiza.>
"Mucha gente (sobre todo en Santa Fe) se ha asustado por las crecidas en Salta y Santiago, lo mismo que por las lluvias intensas que han sufrido estas provincias. Les decimos que no hay por qué asustarse: las características topográficas de la cuenca del Salado al norte de nuestra provincia son muy distintas. Allí hay crecidas cortas y de alto pico, cuyos caudales van a una zona de baja pendiente en Santiago del Estero que es muy deprimida', comentó Cacik.
En esa región (ubicada bastante más al norte de la ruta 34, más cerca del camino a Salta) hay cauces muy pequeños y se producen inundaciones de amplios sectores. Muy poca de esa agua (en las actuales condiciones de baja humedad del suelo) se conduce luego hacia el sur. Además, en la zona hay diques y pequeñas represas que la reservan para riego. El más importante, es el Dique Figueroa, donde se ha hecho una rotura controlada por parte del gobierno santiagueño para evacuarlo parcialmente: no es real (como se ha dicho en un diario de Buenos Aires) que la presa se haya roto" .>
Otro dato aportado por Cacik resulta aún más claro sobre el Salado: el caudal que actualmente ingresa a la provincia de Santa Fe es de apenas 50 m3/seg (metros cúbicos sobre segundo). Cuando se produjo una leve creciente en 2005 frente a Santa Fe (algo que muy pocos notaron) su caudal era de unos 1.500 m3/seg.>
Para que parte de esas aguas, producto de intensas precipitaciones en las provincias norteñas de la cuenca, lleguen finalmente a Santa Fe, deberán pasar unos 45 días. "Hoy lo que hacemos es medir al Salado desde la localidad de Colonia Dora a unos 150 km del límite interprovincial", donde generalmente paran los colectivos de larga distancia: en ese pueblo, el Salado lleva 16 m3/seg.>
"No son estos caudales los que puedan traer problemas a las poblaciones. Sí debemos señalar que cualquier desborde puede anegar áreas en zonas rurales, y que las zonas bajas -fuera de las poblaciones- pueden tener problemas tanto por lo que viene por el río como por lluvias locales", advirtió Cacik.>
Una de las tres medidas estructurales que el gobierno provincial anunció respecto de la inundación del Salado de 2003 es la creación de un sistema de alerta. Las otras dos, son el cierre de la defensa en el borde oeste (un terraplén ya ejecutado que fue extendido hasta Recreo) y el aumento de la capacidad de escurrimiento de los puentes sobre este curso de agua (se ha terminado el de la autopista y se ejecutan otros sobre dicha cuenca, entre ellos en la ruta provincial N°70).
El sistema de alerta cursa el primero de los tres años de su contrato. Está en ejecución y aún bajo ajustes, en medio de una etapa de pruebas, explicó Cacik. Por esa razón, "seguimos confiando en los registros que toman pobladores y colaboradores con los que contamos en todo el curso".
Dos siglas últimamente han causado alguna preocupación entre quienes siguen con atención este registro -que El Litoral publica en su página de servicios-: una indica sin datos (S/D), lo que ocurre generalmente por la ausencia momentánea de quienes hacen las lecturas; la restante es sin escala (S/E): indica que el nivel del agua está por debajo de la escala hidrométrica, es decir, que no llega a mojar la regla (con sus marcas en metros y centímetros) que se ubica en el río para las mediciones.
En cuanto al sistema de alerta, Cacik expresó que durante este primer año continuará la instalación de la red de mediciones y su sistema informático. Y que en los dos restantes del contrato llave en manose debe poner a punto su funcionamiento y enseñar a los técnicos del ministerio su uso.
"En estos dos años que siguen se va a calibrar el sistema, que va a funcionar muy bien: además, contamos con el asesoramiento -durante los tres años- de la Facultad de Ciencias Hídrica de la Universidad Nacional del Litoral", para aportar criterios técnicos a los inspectores del MAH.
De todas formas, si la situación lo amerita, existe en la provincia un modelo matemático de pronósticos que puede utilizarse ante una creciente. Tan bajos son hoy los niveles del Salado que no puede ser utilizado.
El agroclimatólogo Eduardo Sierra, ingeniero de la facultad de Agronomía de la UBA, pronosticó calores intensos y lluvias hacia el 10 de febrero en nuestra zona. Dijo que las precipitaciones serán copiosas hasta mediados de abril, pero descartó que El Niño provoque las condiciones de la inundación de 2003.
El especialista relató que "en el corto plazo, los próximos 15 días, lo que se ve es una semana tranquila hasta el 6" para la zona de Santa Fe, aunque los días se sucederán "con calor y sobre la ciudad con algún foco por encima de los 40 grados".
Para estos días inmediatos el sistema satelital muestra tormentas en el noroeste del país y en Misiones, "pero no en Santa Fe", según subrayó ante la consulta. Sin embargo, las precipitaciones llegarán del 7 en adelante.
"En esa semana vuelven a presentarse lluvias muy importantes. Las imágenes satelitales muestran el pasaje de un frente con mucha actividad hacia el 10, con un paso frontal, un frente de Pampero. Esto es viento del sudoeste que va a bajar la temperatura después del viento norte con mucho calor que le precederá".
Dijo en tal sentido que "se ve un núcleo de más de 100 milímetros entre el sur del Chaco y el norte de Santa Fe", pero al mismo tiempo señaló que se ve "algo crecido" -siempre en imagen satelital- el Salado cuya cuenca desemboca en la laguna de Mar Chiquita.
En el mediano plazo, Sierra dijo que "febrero será algo llovedor; tenemos restos de El Niño y está caliente el litoral Atlántico hasta Bahía Blanca; llovió allí incluso después de un tiempo de mucha sequía".
En ese marco sostuvo que "todo el norte estará poco menos que en alerta", y apuntó que "el noroeste argentino van a tener problemas" recurrentes.
Vaticinó además que "marzo será muy caluroso y muy lluvioso; y la primera quincena de abril se presentará tormentosa; después el clima será más tranquilo", aclaró.
Consultado si las lluvias serán generalizadas o bien presentarán tormentas localizadas pero fuertes, tal como se vienen presentando, Sierra señaló que "ambas cosas; lluvias generales con tormentas localizadas" en el marco de una época estacionalmente más lluviosa.
Sin embargo, expuso que "para ser una situación de El Niño, es una situación tranquila. El '97 y '98 que puso la base para la inundación del 2003 fue peor; desde entonces tuvimos tres temporadas secas y esta ha sido un contraste con las tres anteriores".
En cuanto a las advertencias y consecuencias del calentamiento global, explicó que la situación de la zona "entra dentro de la variabilidad normal del clima hasta ahora. Enero fue bastante particular: no fue tan cálido como se esperaba y sí más lluvioso; pero no parece tener mucho que ver con el calentamiento global".