textos de Ricardo Goncebat. fotos de El Litoral
¿Sabía que existen varias formas básicas de amar? Romántica, lúdica, amistosa, práctica, obsesiva, altruista, pasional y por compañía. Pero ¿en qué consiste exactamente ese sentimiento que moviliza pasiones, une y estimula a los seres humanos con una fuerza irresistible, y que al mismo tiempo es tan habitual y normal como inexplicable y contradictorio?
¿Por qué un hombre se enamora de una mujer y no de otra? ¿Por qué aparece la desilusión y llega el divorcio? De acuerdo con una de las investigaciones sociológicas más amplias que se han efectuado sobre las distintas facetas del amor, los hombres se enamoran antes que las mujeres y existen ocho formas básicas de querer: romántica, lúdica, amistosa, práctica, obsesiva, altruista, pasional y por compañía. >
El sociólogo americano John Lee, en un estudio realizado hace unos años entre una amplia muestra de adultos de EE.UU., Canadá y Gran Bretaña ha logrado distinguir, al menos, seis estilos o tipos básicos de amor.>
El primero es el amor romántico que, según Lee, suele aparecer a primera vista y refleja una atracción física inmediata, y habitualmente crece con intensidad y se consume después de un tiempo, aunque a veces el enamoramiento inicial conduce a un amor a más largo plazo.
Este modelo incluye una idealización de la persona amada y el deseo persistente de estar junto a ella.>
Otro estilo es el lúdico, en el cual los participantes juegan al amor diseñando una estrategia y evitando el compromiso. Estos amantes no se vinculan mucho a su pareja ni sienten celos, ven el amor como algo divertido y emocionante y como una serie de retos, y no se implican a largo plazo por considerarlo aburrido o formal.>
El juego puede implicar varias relaciones a la vez.>
El amor de amistad surge cuando dos personas comienzan como amigos que comparten un interés común y disfrutan haciendo cosas juntos, en un clima de creciente ternura y calidez.
Poco a poco descubren su intimidad y la amistad puede transformarse en amor, a menudo de forma sorpresiva. Si este tipo de parejas decide separarse pueden ser capaces de continuar siendo amigos.>
Otro tipo de amor identificado por Lee es el práctico, en el cual los amantes tienen un "retrato" de la pareja que necesitan en cuanto a personalidad, intereses y nivel social, y piensan que lo importante es que sean compatibles y que cada uno satisfaga las necesidades del otro. >
Los prácticos creen que si hallan a la pareja adecuada la relación funcionará y después surgirá el amor.>
Los que viven el amor obsesivo son exigentes y buscan poseer al ser a quien aman.
Su existencia puede llegar a depender de la persona querida: temen ser rechazados y no soportan que les dejen de prestar atención. >
Este estilo de amor suele llevar al éxtasis pero también a los celos furiosos, a la desesperación, a las obsesiones de desamparo y a finales trágicos.>
Según Lee, el amor altruista implica una entrega desinteresada al otro sin exigirle reciprocidad y depositando la confianza en él, y además es sacrificado, paciente y amable, anteponiendo la felicidad de la persona amada a la suya propia.
Este tipo de amor, que responde al concepto clásico judeocristiano de amor, no parece ser muy frecuente, según afirma el experto.>
Cada uno de los modelos de amor descritos refleja un tipo ideal que no aparece aisladamente o en estado de pureza, sino que puede presentarse como un episodio en el transcurso de una relación de pareja, o con más frecuencia manifestarse combinado con uno o más tipos de estilos amorosos.>
El amor pasional, que es un estado emocional tan intenso que la persona se siente presa de un torbellino incontrolable y de la irresistible atracción por el otro, puede considerarse una mezcla o fusión del amor romántico y el pasional.
Por su parte, el amor como compañía es el que se desarrolla lentamente, a medida que se construye una relación satisfactoria. Este tipo de relación se caracteriza por el calor y el afecto, poniendo el acento en la confianza, la solicitud, adaptación y tolerancia. >
Al amor como compañía se le puede considerar una combinación del amor de amistad y el práctico.>
La investigadora Ellen Berscheid ha observado que, con el tiempo, la novedad y la sorpresa de la relación romántica desaparecen y la idealización de la pareja se confronta con la realidad limitada del ser humano, pero a medida que la relación se prolonga y aumenta la interdependencia, el potencial afectivo de sus miembros crece como si fuera una bola de nieve.
Comparando los estilos de amor masculinos y femeninos, se observó que es más probable que los hombres adopten estilos de amor romántico, lúdico o centrado en sí mismo, y que las mujeres vivan con más frecuencia amores relativos a la amistad, obsesivos o prácticos. El amor altruista es infrecuente en ambos sexos.>
Un estudio efectuado por otros expertos rusos llegó a la inesperada conclusión de que los hombres se enamoran antes, es decir, necesitan menos tiempo que las mujeres. Mientras que las féminas se desenamoran con mayor facilidad que los varones.>
Otra investigación efectuada con una muestra de población universitaria por psicólogos especialistas británicos, mostró que ellas deciden poner fin a las relaciones más a menudo que ellos. Quizá esto se produzca porque, como indican diversas indagaciones, los varones se sienten peor que las mujeres al concluir una relación amorosa, ya que no sólo se deprimen más y se sienten solos o infelices, sino que además afirman tener más dificultades en aceptar el fin de la relación que mantenían. >
A lo que habría que agregar que en los países occidentales, el hombre suele salir del domicilio conyugal por imperativo legal, en una enorme proporción.>
En el año 270 d.C., Roma estaba en plena decadencia y toda ayuda era poca para evitar que el Imperio se desmorone. El emperador Claudio III, que sabía lo que se juega en el campo de batalla, pensó que los hombres casados rendían menos porque estaban emocionalmente ligados a sus familias, y que los solteros eran mejor soldados. Así que prohibió el matrimonio. La noticia no fue bien acogida. Valentín, un obispo cristiano, decidió quejarse a su manera y en secreto comenzó a unir en sagrado matrimonio a las parejas de jóvenes enamorados que acudían a él. Cuando el emperador lo descubrió, hizo detener a Valentín e intentó convencerlo para que renuncie al cristianismo. Como no lo consiguió, lo condenó a morir.
Mientras estuvo en prisión, el carcelero, viendo que Valentín era un hombre de letras, pidió permiso para traer a su hija, Julia, para que reciba lecciones de él. La joven, ciega de nacimiento, era preciosa y de mente ágil. Valentín le leyó cuentos de la historia romana, le enseñó aritmética y le habló de Dios.>
En la víspera de su muerte, Valentín le escribió una última carta a Julia pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó: "De tu Valentín". Fue ejecutado el día siguiente, el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de Valentín para honrar su memoria. Fue enterrado en la que hoy es la Iglesia de Praxedes en Roma. Se cuenta que Julia plantó un Almendro de flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras es un símbolo de amor y amistad duraderos.>