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En avenida Mosconi y Corrientes -esa misma esquina de nuestra ciudad donde el 20 de enero murió acribillado a balazos el joven Damián Andrada (23)-, anoche cayó herido de muerte -con cinco agujeros de bala-, otro joven vecino de la zona oeste, Hugo Rebechi.
Rebechi, de 20 años de edad, fue la única víctima fatal que arrojaron los enfrentamientos armados que se suscitaron ayer en ese sector de la ciudad comprendido en la jurisdicción de la Seccional 2a., violentos tiroteos que recrudecieron cuando se supo que Rebechi había dejado de existir en el quirófano del hospital público.>
Con el homicidio de anoche, suman 24 los episodios criminales con saldo de víctimas fatales perpetrados en el departamento La Capital apenas transcurridos los dos primeros meses de 2007. Dicha suma equivale a un tercio del total de asesinatos cometidos en la misma jurisdicción a lo largo de todo 2006.>
Quién y por qué descargó anoche todas las balas de su revólver contra el cuerpo de la víctima es algo que investiga la policía santafesina en un radio de pocas manzanas que durante enero y febrero fueron escenarios de otras muertes violentas.>
Apuñalado, el 7 de enero Luis Cardozo (20), perdió la vida en Estrada al 1600, mientras que otro joven, Carlos Nuñez, llegaba malherido al hospital Cullen con varios cortes de cuchillo, procedente de ese mismo sector.>
En los aledaños también serían asesinados José Luis González -en Uruguay y Roque Sáenz Peña-, el 23 de enero y Luis González, el 3 de febrero, en Azopardo y vías del ferrocarril. Corrió la misma suerte, el 25 del mes pasado, Ceferino Santa Cruz.>
Como en el caso de Andrada, muerto en enero por los nueve disparos que partieron de una pistola 9mm, fuentes policiales dijeron hoy que también los asesinos de Rebechi están identificados, pero resta capturarlos.>
Hugo Rebechi, quien tenía 20 años de edad y se domiciliaba en Gaboto y Corrientes, fue cobardemente asesinado por la espalda. Tres de los tiros hicieron blanco entre los homóplatos y los restantes le dieron en el brazo y la pierna izquierda.>
Las situaciones de conflicto, que en distintos barrios de la ciudad enfrentan a ladrones, proxenetas y traficantes de drogas -más los crímenes pasionales y otros que resultan de asaltos y borracheras sangrientas-, suelen tener su capítulo más angustiante en el hospital público.>
Anoche, médicos y enfermeros del Cullen se preguntaban si acaso el hospital podía ser tomado por asalto porque, confió uno de los profesionales que intervinieron a Rebechi, apenas antes de que la noticia estuviera en la calle, el nosocomio fue rodeado por un cordón de seguridad formado por un elevado número de móviles y agentes policiales.>
Los médicos del hospital público que se muestran asombrados por la guerra que sucede "ahí afuera", no sólo a partir del incremento en el número de jóvenes que mueren antes, durante o después de pasar por el quirófano, sino que están seriamente alarmados por la enorme cantidad de heridos bala y cuchillo que ingresan en grave estado, la mayoría de las veces.>
José Luis Pagés