Darío Pignata - [email protected]
No sólo se debería armar un clip y ponerlo en la pantalla gigante cuando un club festeja algo, por ejemplo, sus 100 años. También, como a veces hacen los entrenadores motivadores, habría que reemplazar los videos de los rivales -poco sirven, por lo visto hasta acá- con las imágenes propias. Entonces, no estaría mal mostrarles a los jugadores, a los nuevos y a los viejos, aquellas tardes de tablones contra Villa Dálmine, el sufrimiento de los penales en Córdoba con Banfield (de paso, que vean las tribunas del Chateau Carreras con la movilización más importante que se recuerde en los últimos años), el desahogo en las finales con San Martín de Tucumán, el infarto que casi llega el día en que "Totó" García quiso patear el penal que cobró Castrilli contra Belgrano pero mandó a la red el "Pampa" Gambier, el subcampeonato de "Pancho" Ferraro, las participaciones inéditas en las copas continentales, el "campañón" de Piazza con el mejor "Bichi" Fuertes y hasta la canita al aire de haber apostado a entrenadores como Francisco "Pacho" Maturana y Alfio "Coco" Basile. Habría que mostrarles a las nuevas generaciones lo duro que fue conseguir lo que se logró en Colón y lo fácil que se puede perder todo, sin darse cuenta. Porque lo peor que le está pasando hoy a Colón es que parecería ser que nadie se percatara, justamente, de lo que está ocurriendo. Y dentro de este volcán en erupción que fue el club en los últimos días, por las cuestiones que son de público conocimiento, el equipo pareció ayer un reflejo adentro de la cancha de lo que se vivió afuera.
Pero, de la misma manera en que muchos no advierten la gravedad de lo que Colón está rifando, si es que no se genera una reacción en todos los sectores -plantel, cuerpo técnico, dirigentes del oficialismo, agrupaciones de la oposición-, al estar como "en pausa", tampoco se dan cuenta de que Colón no es Quilmes, de que quedan muchos puntos en juego y de que puede dar pelea.>
En este juego de responsabilidades, uno no deja a la gente de lado. Porque uno se pregunta: �qué puede hacer el hincha, que no sea llenar la cancha, alentar y esperar una señal? Es que ayer, sacando esos fatídicos seis minutos durante los cuales Colón se hizo los goles solo, que casualmente coincidieron con el final del primer tiempo, antes y después, la gente gritó sin parar para empujar al equipo en busca de una hazaña que -como sucedió con Gimnasia- nunca llegó. Y se utiliza este término, pero vale aclarar el porqué: con todo lo que Colón regaló en los últimos tres primeros tiempos contra Gimnasia y Esgrima de La Plata, Godoy Cruz de Mendoza y Nueva Chicago, se necesita casi una verdadera hazaña futbolística para poder empatar y quedarse con "algo", por lo menos.>
Colón es hoy como un enorme salón a oscuras, que necesita imperiosamente algo de claridad. Aunque más no sea un fósforo que ilumine un poquito y marque el camino. Porque, entre la crisis institucional de la semana -denuncias externas de la oposición y diferencias internas del oficialismo- y el bajísimo nivel de los jugadores, es como que el hincha se siente vacío. Para colmo, cuando a un equipo le hacen goles como los de ayer, parecería empezar a tener un destino marcado. Claro que Colón, afortunadamente, todavía está a tiempo de salir a pelear. Y desafiar el destino, tratar de cambiarlo. Porque ver la cara de algunos marca la sensación de "estar condenados". En este punto, quisiera recordar aquella anécdota del Dr. Rubén Darío Oliva, hombre eminente nacido en San Justo, provincia de Santa Fe, que, siendo el médico de la Selección Argentina en el Mundial 78, patentó una frase histórica: "Una cosa es estar cansado... y otra cosa es sentirse cansado". Esto es un poco lo que le pasa hoy a Colón. Se siente condenado sin siquiera tener sentencia firme, para usar una figura judicial que puede servir aún más para una directiva "manejada" por conocidos y prestigiosos abogados santafesinos.
Entonces, si uno tuviera buscar una señal clara en Colón, debería empezar por la figura del entrenador, por este incansable trabajador que cuentan es Julio César Falcioni. El mismo que ayer se fue sin hablar, que ni siquiera cruzó palabras con los directivos más de las necesarias, pero que mañana estará en Santa Fe para empezar a armar a Colón de cara a dos "guerras": Vélez Sarsfield en Liniers y River Plate en Santa Fe.>
Vamos a empezar por los números, esos que hicieron del "Pelusa" uno de los entrenadores más resultadistas del fútbol argentino. Porque, si el ex arquero del América de Cali llegó a Santa Fe con un cartel, es con el de "saca-puntos". Lo hizo en Olimpo, repitió en Banfield y también en Independiente. Y en Vélez, además de puntos, sacó jugadores "a rolete". Siempre con el mismo objetivo: sumar, sumar y sumar para escaparle al miedo del promedio. Ayer, Falcioni completó una rueda al frente de Colón y hasta acá apenas logró el 33 por ciento de los puntos en juego: 20 sobre 60. En otro momento, con tres derrotas consecutivas y dos seguidas en Santa Fe, muchos habrían pedido, entre otras cosas, la cabeza del entrenador. Sin embargo, lo único que está fuera de discusión en esta crisis de Colón es el nombre de Julio César Falcioni. Porque el 90 por ciento de la gente confía en que él y no otro debe sacar al equipo de este momento. Quien sufre por Colón le reconoce al técnico su capacidad de trabajo, la personalidad y la experiencia para este tipo de tormentas, que ya logró superar en los otros clubes. Como si la gente, después de Maturana, Basile, Martino y Bauza, pensara que, "después de Falcioni, ya no nos queda nada".>
Este afecto cargado de responsabilidad que le traslada la gente es algo que seguramente "le llega" a un tipo como Falcioni, que es de pocas pulgas: vive solo en un hotel, sale muy poco o casi nada y consume las horas del día pensando en cómo potenciar el equipo. Demostró, además, que "no se casa con nadie" porque, sin ir más lejos, en la sexta fecha del torneo, mandó al banco a uno de los refuerzos que él mismo pidió -Emanuel Centurión- para que jugase el colombiano Grisales. Y seguramente no le temblará el pulso para hacer lo mismo con Goux, Falcón o "Teté", si los que están afuera ofrecen mejores soluciones.>
Lo de Colón en el primer tiempo no fue de un equipo. Peligroso en defensa, sino quebrado en el medio e inexistente en ataque. Con un nivel bajísimo de jugadores puntuales. Claro que, como pasa siempre, los errores que más resaltan en el fútbol son los que van a parar a la chapa del resultado. Es por eso, quizás, que da miedo lo de la defensa. Que obligadamente deberá cambiar porque, virtualmente, los centrales están descartados por lesión. No será, seguramente, el único sacudón que "Pelusa" le meta al equipo, de cara a Vélez.
Pero, si Colón pasó de jugar "muy bien" los primeros tres partidos con Independiente, San Lorenzo y el campeón Estudiantes, a desempeñarse "muy mal" contra Gimnasia, Godoy Cruz y Nueva Chicago, es porque, más allá de mejorar las piernas, hay que revisar la cabeza. Y, si bien asoman Vélez en Liniers y River en Santa Fe, el problema no son los rivales. El problema es Colón. Un Colón que debería darse cuenta de que está rifando lo que tanto le costó conseguir. Y, si bien en el fútbol los laureles no son eternos, deberían jurarse con gloria morir.>
COLÓN 1
NUEVA CHICAGO 2>
Colón: Laureano Tombolini; Alcídes Píccoli, Jorge Guagua, Marcelo Goux, Germán Rivarola; Juan Carlos Falcón, Esteban González, Gastón Esmerado, Freddy Grisales; José Sand y Rubén Ramírez.>
Director Técnico: Julio César Falcioni.>
Nueva Chicago: Carlos Navarro Montoya; Jorge Martínez, Nicolás Sánchez, Leonardo Sigali, Carlos Soto; Omar Zarif, Israel Damonte, Damián Giménez; Federico Higuain; Ariel Nahuelpan y César Carranza.>
Director Técnico: Carlos Ramacciotti.>
Goles: en el primer tiempo, a los 36 minutos, Nahuelpan (NCH) y, a los 43, Higuain (NCH).>
Gol en el segundo tiempo: a los 10 minutos Goux (C).>
Cambios: en el segundo tiempo, desde la reanudación, Claudio Enría (C) por Esmerado; a los 17 minutos, Mariano Donda (NCH) por Carranza; a los 24, Emanuel Centurión (C) por Goux; a los 27, Lucio Filomeno (NCH) por Nahuelpan; a los 33, Diego Barrado (C) por Sand y, a los 41, Cristian Trombetta (NCH) por Higuain.>
Incidencia: en el segundo tiempo, a los 42 minutos, fue expulsado Zarif (NCH). Estadio Brigadier Estanislao López.>
Árbitro: Javier Collado.>
Más allá de la tabla de los promedios, que es la que todos miran en la parte baja para saber quiénes se van al descenso y quiénes deberán jugar los partidos de Promoción con los equipos de la Primera "B" Nacional, en la clasificación acumulada de la temporada, apenas Quilmes está por debajo de la producción general de Colón en cuanto a puntos. Los "cerveceros" están últimos con 13 puntos en 25 partidos, mientras que Colón está penúltimo con 23 unidades hasta acá: tres de Mántaras y veinte de Falcioni.