Un policía detenido la semana pasada por presuntas falsificaciones de órdenes de allanamientos ya había sido procesado hace cuatro años por el Juzgado de Instrucción de la Octava Nominación, donde se concluyó que existían pruebas suficientes como para sospechar que el uniformado pidió 100 pesos semanales a un vecino del barrio Centenario para "acelerar" una investigación y porque en su domicilio particular se halló documentación sobre 14 denuncias a las que jamás les había dado el trámite correspondiente.

Pero esto no fue todo. Además, desde el mismo juzgado se procesó a este policía dado que no pudo explicar por qué tenía en su casa un fusil de asalto que pertenecía al FBI -así se comprobó, luego de pedir informes al Renar y a Interpol-.>

Cuando, asombrados, los investigadores le preguntaron al policía por qué tenía en su poder ese arma, simplemente contestó que había encontrado el fusil tirado en una calle mientras corría.>

Pero, a fines del año pasado, el juez de Sentencia, Mauricio Frois, lo absolvió por todos estos cargos y este policía siguió prestando servicios. Esta vez, en la subcomisaría décima, donde la semana pasada fue nuevamente detenido por personal de la División Asuntos Internos por la falsificación de órdenes de allanamiento.>

El Litoral se comunicó durante los tres últimos días con el juzgado a cargo de Frois para consultarlo sobre los motivos que lo llevaron a absolver a este policía. Sin embargo, todos los intentos de tomar contacto con el magistrado resultaron inútiles.>

Mientras en el Juzgado de Instrucción de la Tercera Nominación se investiga a este policía por la presunta falsificación de órdenes de allanamiento, el hermano del uniformado -que también presta servicios en las filas policiales- está detenido por su posible participación en un asalto producido el 16 de febrero pasado contra un registro de la propiedad automotor ubicado en San Jerónimo y Juan de Garay.

A este policía detenido en febrero no sólo se le atribuye su participación en el asalto al registro automotor, sino que también se lo investiga por su vinculación con al menos otros tres hechos, entre los cuales figuraría un asalto cometido en un domicilio particular, para el que se habría utilizado una orden de allanamiento falsa presuntamente elaborada por su hermano con una máquina de escribir perteneciente a dependencias policiales. También aparecen asaltos a un Rapipago de calle Aristóbulo del Valle y otro a un centro mecánico Renault Minuto. Estas causas están siendo investigadas por el juez de Instrucción, Carlos Ferrero.

Sanción.

A fines del mes pasado, el juez Mauricio Frois fue sancionado por la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, luego de que el presidente de la Cámara de Apelaciones de Santa Fe, Julio De Olazábal, detectara una coincidente actitud dilatoria en la manera en que el magistrado llevó adelante casos trascendentes como los que involucraron al ex vicegobernador, Antonio Vanrell, y al ex intendente, Carlos Aurelio Martínez.

La sentencia en el caso Vanrell demoró 12 años, mientras que la condena para Martínez llegó después de 14 años. En ambos casos, las causas estaban prescriptas.