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Darío Pignata - [email protected]
A veces, una crónica dice más cosas que una entrevista. Habla el "Turco" Mohamed y cuenta cómo es el infierno: "Todo pasó cuando terminó el partido con Alemania. Éramos un grupo de 12 amigos. Yo, el último día antes de viajar decidí llevar a mi hijo Faryd al Mundial, porque él me lo había pedido como regalo. Habíamos alquilado dos motorhome unos seis meses atrás y nos dividimos. Eran las 5.25, ya era de día, había un sol fuerte. Veníamos por el carril derecho en una autopista de 3 carriles y un Mercedes Benz nos chocó por atrás a 190 kilómetros por hora. Nuestra camioneta se abrió en 2, la parte de atrás quedó dando vueltas en la ruta y la de adelante cayó hacia una calle. Cuando yo estoy en el accidente, me pongo de pie y veo mi pierna caliente, la miro, estaba colgada tipo película. No podía caminar y le tiraba cosas a mi hijo, que estaba a unos metros, para ver si reaccionaba. Finalmente un amigo lo buscó debajo de los escombros de la camioneta y tenía vida. A mí, cuando me hicieron tomografías, me dijeron lo que tenía, triple fractura expuesta en la pierna y las costillas quebradas. Yo estaba en un hospital, a 30 kilómetros de mi hijo. Faryd sufrió golpes durísimos, el más fuerte en el cráneo. Lo intervinieron, le abrieron la cabeza porque seguía creciendo el cerebro. Tenía órganos dañados como el hígado; cuando lo desenchufaron, dejó de respirar, lo preveíamos y lo pasamos con él".
Hay que respirar y tragar saliva para seguir el relato de aquel tipo que era feliz en una cancha, que se animó a calzas, aritos, tinturas y vinchas multicolores cuando nadie se animaba. Sigue el "Turco" Mohamed: "Cuando fue el accidente, yo iba durmiendo y siento un golpe, y después como que te tiran en una bolsa a un sótano vacío. Veo el accidente, los gritos. A mí me operaron y cuando me iban a hacer otra operación, detectaron una infección; ahí me asusté bastante. Aparte de todo esto, me hicieron un injerto, me sacaron parte de mi brazo izquierdo porque al ser tan fuerte el golpe, todas mis arterias y venas desaparecieron, quedó el hueso, nada más. Si no hacían el injerto, me tenían que cortar la pierna".>
Viernes Santo con una lluvia nada santa en la ciudad. El Hotel Hostal está, como gran parte de Santa Fe, sin luz. "íCómo llueve, no!", le sale al "Turco" Mohamed desde adentro.
De aquel jugador insoportable a este entrenador sólido y a este tipo maduro que hace varios largos silencios antes de responder. La lluvia sigue castigando el amplio ventanal del Hostal que da a San Martín, pero lo que es peor, castiga mucho más a los santafesinos.
Nombres: Antonio Ricardo