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La vieja planta desmotadora Don Fernando dormía desde hace años la siesta del abandono en el parque industrial de Villa Ocampo. Sin embargo, estos dos productores de la zona, confiados en el potencial productivo de la región, decidieron apostarlo todo para volverla a la vida, agregándole funciones e incorporando servicios. Ellos, motivados desde hace tiempo por complementar la producción de algodón con la fabricación de biocombustible para los productores que le proveen la materia prima, decidieron encarar el proyecto con todas sus fuerzas.
La idea surgió a raíz del recurrente problema de la escasez de combustibles en toda la zona norte, sobre todo de gasoil. "A lo largo de nuestra historia hemos tenido que parar el trabajo en días clave, cuando el piso daba bien pero las estaciones no suministraban combustible. Al contar nosotros con la materia prima como lo es la semilla de algodón, hicimos averiguaciones y vimos que esta planta fabricada en Resistencia se adecuaba a nuestro presupuesto y le dimos para adelante", nos cuenta Mario Nuss. Para poder lograrlo, ellos tomaron un crédito Fonapyme para comprar la máquina productora de biodiésel, valuada en U$S 150.000.>
El proyecto incluye la implementación de algo parecido a un plan canje, en donde el productor entrega la materia prima y retira el biodiésel por una cifra similar. "Si ellos nos entregan la materia prima, nosotros les suministramos el combustible", afirma.>
La sociedad ha adquirido en Rafaela también una pequeña planta de balanceados para trabajar todo lo que es expeller de girasol y de lino, contando con una buena salida de productos en la boca de expendio en la ciudad. "Pudimos así cerrar el círculo, porque el algodón es muy cíclico, es un cultivo específico para una época determinada del año, y con esta adquisición mantenemos la inversión trabajando todo el año, cerrando el ciclo con el propio combustible al productor, entregándole el combustible que ellos necesitan y nosotros nos garantizamos también el suministro de materia prima". afirma.
Para Nuss, uno de los mayores dilemas productivos de este tipo de cultivos, es el tiempo ocioso que muchas veces hace peligrar cualquier inversión a mediano plazo. Por eso se manifiestan a favor que la empresa crezca en forma rentable, eliminando el tiempo ocioso, que es algo que también le pasa al ingenio (INAZA), de estar 9 meses inactivo, porque eso representa un gasto muy importante y difícil de mantener si no se diversifica la producción.>
"Estamos rodeados de chacras y tenemos materia prima de sobra. Nos está faltando ver qué destino le damos al glicerol, que es un producto que como se amplía la fabrica de biocombustible todavía no sabemos a dónde destinarlo, pero a todos los expeller de materia prima los estamos mandando a las fábricas de alimento y el biodiésel -por ahora- lo ofrecemos a los clientes sin sacar un peso del bolsillo. Y de paso, nos aseguramos que tengan combustible necesario para trabajar", expresa.>
"Al algodonero lo asistimos con todos los insumos que necesita: la semilla, el combustible, los productos químicos necesarios para sembrar y cultivar el algodón. Así tenemos el combustible de manera permanente y tenemos nuestros balanceados, creciendo como empresa financieramente y cerrando los números - que para todos son muy apretados-".>
Para Miguel Tonzar, existen varias teorías con respecto a la fabricación del biodiésel. Para ellos, lo ideal fue optar por lo más sencillo. "Nosotros adquirimos una planta simple. La limpieza de la misma se produce por evaporación y por reacciones químicas; convengamos que el 90 % de las plantas brasileras trabajan de la misma manera. Algunas lo realizan con agua y producen efluentes y tienen otra implicancia ambiental, algo que nosotros no tenemos", afirma. A propósito de esto, nos cuenta que la misma se encuentra supervisada por los profesionales de la Universidad Nacional del Chaco. "Ellos certifican a través de sus controles que producimos un combustible de buena calidad y que no tenemos efluentes contaminantes de ningún tipo. Por eso no afectamos el medio ambiente", dice.
Según afirman los protagonistas, el ritmo de crecimiento de la empresa los ha sorprendido aún a ellos mismos. "Los pasos se vienen dando antes de lo previsto. En la charla inaugural nos planteamos la producción de aceite y la fábrica de alimentos. Ese era nuestro deseo, de poder instalarla cuanto antes, y llegó antes de lo previsto, porque los números que nos cotizaban daban que no podíamos encarar las dos cosas a la vez. El crédito que tomamos es de tasa bonificada, eso nos permitió comprar las dos plantas y techar el galpón para los balanceados y la prensa de los granos y depósito del algodón". Sin embargo, el sueño parece seguir tomando vuelo.
"Si bien cerramos el círculo no descartamos incorporar otros servicios que achiquen costos, queremos seguir almacenando otros granos, porque estamos convencidos que algunos clientes lo pueden llegar a requerir a futuro. A través de nuestra firma queremos hacer el secado y mantenerlos en depósito. En esta zona es frecuente que se haga un cuello de botella con el tema del transporte, por lo que el almacenamiento es vital para facilitarlo", dice Mario.>
En su planta ubicada en el Area Industrial, la empresa Gobbi-Nuss, además de tener su propia elaboradora de biodiésel, incorporó recientemente una procesadora de alimento balanceado, la que está en pleno funcionamiento. En declaraciones vertidas al periódico semanal EL OCAMPENSE, Mario Nuss expresó que ya están vendiendo su producción. "La empresa fue mejorando su aspecto edilicio después de la inauguración, porque estamos recuperando los galpones de la ex desmotadora Don Fernando; hicimos el cerramiento de uno de ellos para instalar los silos de la planta de alimento balanceado y como depósito de algodón", precisó Nuss.
En cuanto al biodiésel, el emprendedor explicó que están un poco trancados porque tenían poca materia prima, "pero siempre hemos estado produciendo y consumiendo nuestro propio combustible. Ya se produjeron más de 15.000 litros de biodiésel, que fueron utilizados en tractores de los productores y en vehículos de la empresa con un excelente rendimiento; inclusive algunos productores ya utilizaron más de 2.000 litros y productores de la zona de Florencia y Campo Hardy que han venido a buscarlo".>
Por último, Mario Nuss informó que también tienen instalada una tejeduría para producir sus propias bolsas para semillas, para el algodón embolsado y para la cobertura de los fardos de fibra; todo está hecho en la propia industria. "Tenemos que erradicar el polipropileno, porque es como el cáncer para el algodón; si llegan a localizar un hilo de polipropileno en un equipo de fibra, directamente te lo rechazan, te incluyen en un registro de la Cámara Algodonera Argentina, y no le vendes más fibra a nadie", afirmó.>
Según declaraciones vertidas al periódico semanal EL OCAMPENSE, el empresario Mario Nuss, calificó a la actual campaña algodonera como totalmente positiva, porque hay entre un 50% y 60% de área sembrada más que el año anterior, pasando las 3.000 hectáreas en toda la zona (norte del Departamento Gral. Obligado). "Si a eso le agregamos que desde diciembre se dieron lluvias apropiadas para que el algodón dé buenos rindes, estaríamos casi duplicando los rindes de años anteriores".
Con respecto a la rentabilidad de la producción, aclaró que "tenemos que tener en cuenta una situación fortuita del tiempo, donde nos da posibilidades de cosechar más de 2.000 kilos por tonelada; porque si tenemos en cuenta que la media en nuestra zona está entre 1.200 y 1.500 kilos por tonelada, con los gastos de cosecha, se convierte en un cultivo sin muchas perspectivas para los próximos años. Tenemos que seguir peleando un subsidio para la producción algodonera, como lo hace Estados Unidos; garantizando un precio mínimo de $1.200 la tonelada, es decir unos $200 de subsidio por encima del precio actual", el que se encuentra en $1.000 la tonelada.
Nuss precisó que el algodón recibido en su planta industrial, "un 40% es cosechado en forma mecánica y 60% en forma manual; con un 40% de la cosecha ya desmotada. Si el tiempo acompaña, el algodón cosechado manualmente puede dar una segunda carga, pero no tenemos mucho interés en que se extienda la campaña porque este año, con ayuda de los desmotadores, se están colocando las trampas para detectar el picudo y es una situación increíble la cantidad que se ha localizado en todo el distrito Villa Ocampo; no sabíamos que había, pero ahora que tenemos colocadas las trampas sabemos que está por todos lados".
Consultado sobre si están adquiriendo algodón en otras regiones, el empresario contestó que no, "estamos trabajando bien, en dos turnos; el algodón de la zona nos permite procesar con una capacidad del 80% de la planta y es por eso que no tenemos necesidad de salir a buscar algodón de otros lados. Por otra parte, estamos financiando la producción al 80% ó 90% de los clientes de nuestra empresa, desde el momento mismo del preparado de la tierra", finalizó.
Trabaja con 2.000 litros de aceite. Se mezcla el etanol con la soda cáustica. Se somete a un doble proceso de filtrado de 20 micrones. El contenedor con aceite tiene una resistencia eléctrica que lo calienta a unos 75°. En el reactor se produce la reacción química a 95°, a 1.8 bar de presión, y se logran 300 litros de biodiésel por hora. Cuenta con dos decantadores de 600 lts. a 2.4 bar de presión entre 10 y 12 horas, obteniendo biodiésel por un lado y glicerol por el otro, con un filtrado a 1.5 micrones. el proceso en supervisado por la UTN de Chaco. El equipo permite ampliar la producción al doble incorporando algunos decantadores más. Si la exportación se hace rentable, no descartan la posibilidad de hacerlo.