Siendo niño, el nombre de don Juan Manuel era cita frecuente en mi casa paterna. Estaba asociado no sólo por lazos de sangre, también en la memoria de los parientes comunes degollados en Pago Largo, referencia que siempre relacioné con sangre, con el color rojo, como también me traía la evocación de don Juan Manuel, la de los susurros evocando los ejecutados en la batalla terrible, rojo, todo rojo.
Cuando conocí los dibujos de Carlos Alonso ilustrando "El Matadero", no pude dejar de relacionar mis recuerdos infantiles e inevitablemente, el rojo. Rojo de sangre, rojo de poder, rojo de guerra, rojo de odio y violencia, "El Matadero" es una terrible metáfora que nos habla del desprecio por el otro, por todo aquello que no se somete a los designios impuestos por los grupos dominantes; y también de los míseros acólitos del poder; desnudando la obsecuencia servil, del horror de la sangre como cotidianeidad.>
"El Matadero" de Esteban Echeverría es una obra considerada paradigmática del romanticismo en el Río de la Plata, obra testimonial, cruda, feroz, que nos trae la visión de un mundo pretérito, espejo de tiempos pasados y también venideros. Allí esta imperturbable, la figura de Don Juan Manuel, señor de haciendas y vidas, allí están sus servidores y adherentes, pisoteando fango y sangre. Algunos aspectos de la sociedad poscolonial aparecen retratados en esta mirada sobre las miserias que ostenta, sobre las lacras que conviven en época de cambios, con la vida diaria, de aquellos tiempos de polvo y espanto.
Mucho se dijo de esta obra, de su contenido y de las circunstancias de su publicación, y es sin duda el relato fundante del género cuento en la Argentina. Lo que no podemos negar es que el tiempo demostró que situaciones que en "El Matadero" se mostraron con crudeza, en donde lo más siniestro y lo más atroz podían convivir con lo cotidiano, se repitieron con horrorosa persistencia en la historia de este país y que la idealizada adhesión a la libertad y la dignidad personal del personaje del unitario es un sentimiento que continúa persistiendo a pesar de los indeseables Matasiete. El salvaje unitario en manos del Juez del matadero y sus secuaces es una escena que se repetirá dolorosamente a través del tiempo. El sometimiento del diferente, su humillación, su muerte, asumidas como accidentes casi divertidos, casi intrascendentes.>
Rojo sobre rojo es lo que se siente al recorrer las páginas de esta obra tan particular. Atmósfera de sangre, de villanía, opresiva con su mención constante al fango, a los animales muertos, a la manera casi sin sorpresas con que se maneja la faena de los animales, su despojos. El sometimiento del toro es también el sometimiento del hombre, la crueldad con uno es la humillación a la que se somete al otro. Los arrestos de libertad salvaje del animal, se corresponden a los deseos de libertad y dignidad del hombre.>
Quién si no Alonso pude dibujar el descarnado espíritu de "El Matadero", su rojo predominante, la insensibilidad de sus personajes, brutos, sumisos servidores del poder, alterados cuanto alguien irrumpe en la medianía sosa de sus días. El trazo vigoroso, suelto de Alonso atrapa en rasgos vibrantes los personajes, los desmenuza, los resume en líneas certeras, definiendo el carácter de los mismos, la trama de la historia y la metáfora cruel que sobrevuela el entonces y el ahora.
Su visión de la sociedad porteña de la primera mitad del siglo XIX, extendida a toda la geografía de las Provincias Unidas, fuertemente condicionada por sus bases económicas, los gestos donde la masculinidad es asociada a la crueldad y la mutilación del vencido, es también espejo de una sociedad que en muchas cosas no ha cambiado todavía.>
Entonces sí, al recorrer los dibujos de Alonso mis borrosos recuerdos de las citas familiares parecieron materializarse en negro y rojo, el unitario del Matadero y los degollados de Pago Largo, los sicarios y los ejecutores, la dignidad orgullosa, inclaudicable, reunidos y significados en esta narración de sangre y libertad rabiosa.>
Inauguración
El jueves 3 de mayo, a las 20, en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez quedará abierta al público la muestra de dibujos de Carlos Alonso que ilustra la edición del clásico literario argentino "El Matadero" de Esteban Echeverría. Será en la planta alta del museo, sala Luis León de los Santos, y se podrá conocer hasta el 20 de mayo. Este conjunto de dibujos, facilitados por la Fundación Alon, aporta la visión de Alonso sobre el clásico rioplatense, constituyendo obras que revelan una vez más la solvencia del autor y su capacidad creativa.
Arq. Marcelo Olmos
Director del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez.