Violencia y locura en el ascenso

La insensatez y la locura impidieron que se definiera el campeón de la Primera B Metropolitana y el consecuente ascenso a la B Nacional, debido a que Walter Cáceres, el arquero de Estudiantes, sufrió una agresión cuando lo aturdió un petardo lanzado desde la tribuna que ocupaban los parciales de Almirante Brown.

Iban 13 minutos del primer tiempo y la entidad de Isidro Casanova tenía un penal a favor, por infracción de Luciano Goux a Sebastián Penco, que el árbitro Diego Abal había sancionado enérgicamente.>

Como consecuencia de la decisión tomada por el juez, el defensor Luciano Mazzina, de la entidad de Caseros, protestó en forma airada y vio la tarjeta roja. En suma, parecía todo en favor de la "Fragata", que había copado las tribunas de la cancha de Racing con más de 15 mil personas.>

Sin embargo, la irracionalidad se hizo presente y, cuando el apuntado Penco se aprestaba a lanzar la pena máxima, desde la cabecera local, la que ocupaba la parcialidad "aurinegra", partió una bomba de estruendo que cayó a unos tres metros del sitio en el que se hallaba el arquero Cáceres.>

El ex guardavallas de Racing Club y Deportivo Laferrere (no es menor el dato que la parcialidad albiverde mantiene una fuerte rivalidad con Almirante Brown) cayó desplomado de inmediato y, rápidamente, los servicios sanitarios entraron a la cancha para atenderlo.>

Al cabo de tres minutos ingresó la camilla, se llevó a "Cubito" Cáceres (con cuello ortopédico instalado) y el árbitro Abal dijo basta. La película que siguió generó asombro, perplejidad e indignación entre los verdaderos hinchas de Almirante que, hace tiempo ya, vienen padeciendo las internas de las fracciones "20 de Junio" (desde la cabecera que ocupaban partió el proyectil) y "Los de Siempre" (ubicados en una de las plateas altas del Cilindro de Avellaneda).>