Acusado por "crímenes aberrantes"
Von Wernich se negó a declarar
El ex capellán y confesor de Ramón Camps es la primera autoridad católica enjuiciada por delitos durante la dictadura. Compareció ante el mismo tribunal que condenó a Etchecolatz. La sentencia será dictada en octubre.

El ex capellán de la policía bonaerense Christian Von Wernich se negó a declarar ayer en la jornada inicial del juicio por su presunta participación en decenas de crímenes cometidos durante la pasada dictadura.

El juicio es el primero de este tipo contra una autoridad de la Iglesia Católica y el tercero desde la anulación de las "leyes del perdón" (Punto Final y Obediencia Debida), en 2005, en momentos en que la Corte Suprema de Justicia se apresta a hacer lo mismo con los indultos presidenciales a los represores.>

También es el primero a nueve meses de la desaparición del albañil Jorge Julio López, testigo clave en el juicio que días antes condenó a reclusión perpetua al ex comisario de la policía bonaerense Miguel Etchecolatz, el primer represor en ir a la cárcel por el delito de genocidio.>

"Siguiendo las indicaciones de mis abogados, no voy a declarar y no voy a contestar preguntas", dijo Von Wernich a los integrantes del Tribunal Federal Oral 1 de la ciudad de La Plata, el mismo que condenó a Etchecolatz. Respondió, en cambio, a las preguntas sobre su situación personal (dijo que cobra 250 pesos de una jubilación de Anses y que tiene otros ingresos "por fuera de la Iglesia"). Después, el confesor del ex jefe de la bonaerense, el general Ramón Camps -muerto mientras cumplía condena-, volvió a su lugar a un costado del estrado. Desde allí siguió con atención e impertérrito la hora larga de lectura de la acusación del fiscal Sergio Franco por su presunta responsabilidad en siete homicidios, 42 secuestros y 31 casos de torturas a detenidos.>

La acusación

Los crímenes cometidos por Von Wernich fueron "atroces, aberrantes y masivos", sostuvo el fiscal en el documento que detalla los delitos que se le imputan, así como las pruebas y los testimonios que avalan su "conspicua intervención" en el denominado "Circuito Camps": cinco centros clandestinos de "detención, torturas y eliminación de personas desplegados desde las estructuras estatales" durante la dictadura.

Según la acusación, Von Wernich "concurría asiduamente a algunos" de esos centros clandestinos; "accedía a zonas" en las que se encontraban personas secuestradas ilegalmente, y "mantenía contacto" con ellas. "Realizaba más que considerables aportes" para mantener esa situación y les "imponía tormentos, principalmente psicológicos y morales" a los prisioneros de la dictadura.>

"Conjugados con las condiciones torturantes de detención y los padecimientos físicos, (estos comportamientos) terminaban por constituir un cuadro decididamente horroroso", definió la fiscalía.>

También reprodujo testimonios de sobrevivientes, según los cuales, en sus periódicas recorridas por centros clandestinos para dar "asistencia espiritual" a los detenidos, Von Wernich se ocupaba en realidad de quebrarlos anímicamente, exhortarlos a colaborar con los represores y procurar información que transmitía luego a la policía de Camps.>

Vidrio de por medio

Sin expresión alguna de conmoción, el ex capellán policial, vestido con saco negro, camisa celeste y cuello blanco de sacerdote; con chaleco antibalas y rodeado de un "corralito" de vidrio blindado para prevenirlo de posibles objetos que pudieran arrojarse contra él, se mantuvo sentado junto a su abogado. El blindaje también protegía al sector de sus invitados: cuatro hombres y una mujer con anteojos oscuros, y Cecilia Pando, esposa del destituido mayor Rafael Mercado y defensora de las violaciones de los derechos humanos por la dictadura: "Vine en apoyo de mi amigo", dijo.

Silenciosas y sin hacer comentarios posteriores, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, con sus emblemáticos pañuelos blancos, ocuparon la primera fila del auditorio completado en sus 120 lugares por muchos de los 126 testigos (70 de ellos, sobrevivientes) que declararán en el juicio.>

Las más de cuatro horas de audiencia fueron interrumpidas para que el tribunal incorporara pruebas que la querella unificada de organismos defensores de los derechos humanos considera "fundamentales". También para que el tribunal analizara la posibilidad de aplicar los tratados y convenciones internacionales sobre genocidio de 1948, cargo con el que los mismos jueces condenaron a Etchecolatz.>

El juicio continuará el martes próximo, pero sin la presencia del ex capellán, quien volverá al momento de la sentencia, prevista para octubre.>

El testimonio de otro sacerdote

El sacerdote católico Rubén Capitanio, párroco de la ciudad neuquina de Centenario, dijo que "hay demasiadas pruebas" de que su par Christian Von Wernich "ha sido culpable de delitos extremadamente graves".

Capitanio es el único religioso que testimoniará contra Von Wernich en el juicio, por pedido de familiares de víctimas de torturas y crímenes, y para "demostrar que había otra manera de actuar y de ser como Iglesia en esos momentos terribles".

"La actuación del padre Von Wernich no era la única posibilidad de ser sacerdote ante el drama de los desaparecidos y los secuestrados", dijo Capitanio en declaraciones a Radio O de Bariloche.

Indicó que referirá al tribunal hechos concretos de violaciones a los derechos humanos que conoció directamente de parte de Von Wernich, aunque evitó hacerlos públicos antes del juicio. "Se lo diré a la justicia", afirmó.

"Este testimonio me permite también asumir con dolor y con vergüenza la actuación de un miembro de la Iglesia de manera tan terrible, y a la vez poder estar del lado de las víctimas, poder declarar en nombre de las víctimas", agregó.

Consideró "insuficiente el pedido de perdón solemne" de la Iglesia Católica en el Congreso Eucarístico Nacional del año pasado, reclamando a la institución que promueva un "propósito de enmienda".

"Eso es lo que nosotros llamamos a una actitud de reconocimiento y de humildad que supone una reparación. El pueblo no sintió que la Iglesia reconocía las malas acciones y se comprometía a hacer todo lo posible para que no vuelva a ocurrir", lamentó.

Y agregó que "más que temor tengo dolor. Me duele tener que declarar contra un hermano. Hubiese deseado no tener que hacerlo nunca".

De Kirchner

El presidente Néstor Kirchner sostuvo que "no puede haber reconciliación sin justicia", al hablar en la cena anual de camaradería de las Fuerzas Armadas, en el Colegio Militar de El Palomar. En ese sentido, señaló que "nadie tiene derecho a escudarse en las fuerzas. La sociedad y los poderes Ejecutivo y Legislativo han concretado pasos trascendentes para terminar con la impunidad del terrorismo de Estado. Será la Justicia la que ponga las cosas en su lugar", remarcó anoche Kirchner. Al hablar sobre la guerra de Malvinas, reivindicó "a los que lucharon con valor y honor" y agregó: "Reiteramos nuestro repudio a los que con aventurerismo utilizaron una reivindicación del pueblo argentino para perpetuarse en el poder".

Horacio Serafini (CMI)/El Litoral