El megacanje: ¿redujo la deuda?

Pese a que aún no se han difundido oficialmente los detalles, es importante analizar los compromisos que contrajo el gobierno nacional para consumar el llamado megacanje, en junio de 2005. Intentaré demostrar a qué nos enfrentamos: si nuestra crisis quedó resuelta, si mejoró o no la situación que nos abruma desde hace años.

Los datos oficiales indican que, hacia el 31 de marzo de 2005, la deuda pública ascendía a ciento noventa mil millones de dólares. Nuestro gobierno ofreció renegociar alrededor del 50 % de esa suma, ofertando nuevos bonos por 79.700 millones de dólares de capital, más 2.100 millones por intereses, que se capitalizaron calculados al 31 de diciembre de 2001. El monto a negociar era mayor porque se adeudaban intereses desde la cesación de pagos (21.000 millones más).>

Sucedió que el canje fue retroactivo porque los nuevos títulos se fecharon al 31 de diciembre de 2003; nuestro gobierno se allanó a pagar intereses en efectivo, desde esa fecha hasta la firma del acuerdo, ocurrida en junio de 2005. O sea que pagamos -aún no sabemos cuánto- un año y medio de intereses al tiempo de colocarse efectivamente los nuevos bonos. Tampoco se informó el monto que se pagó por comisiones a los bancos que intervinieron en la negociación.>

Si bien el objetivo era colocar bonos por 83.000 millones, se logró canjear el 76 %. Tenedores de bonos por 19.500 millones de dólares no aceptaron la oferta; los papeles que poseen devengan intereses superiores al 11 % anual, o sea que puede estimarse en más de 27 mil millones de dólares el monto que se les debe por intereses acumulados e impagos.>

Se emitieron bonos nuevos por 35.000 millones de dólares, que reemplazaron a los los 62.500 millones de quienes aceptaron el trato. La quita "nominal" fue del 44 %. La deuda negociada se redujo de 82.000 a 55.000 millones de dólares (entre bonos nuevos y los que no ingresaron en la operación).>

Teniendo en cuenta las cifras oficiales incompletas, se puede inferir que, en lugar de 190.000 millones millones de dólares, quedamos debiendo 162.000 millones. La quita fue del 16 %, mucho menor a la publicitada oficialmente; no se nos dijo la verdad. >

Lo que se hizo es fijar nuevos plazos de vencimiento a menos de la mitad de la deuda, a cambio de condiciones más severas y costosas. Se aceptó y legalizó la usura, y punto (1).>

La deuda así renegociada se encareció considerablemente, al extremo que hoy su monto es mucho mayor y los intereses son notablemente más altos. Conclusión: el mentado megacanje es otro timo.>

Pregunto: ¿los legisladores nacionales reclamarán explicaciones y exigirán que se cumpla la Constitución -que ordena que es el Poder Legislativo el que tiene facultades para el arreglo de la deuda pública- o seguiremos asistiendo al bochorno de contemplar cómo nuestros representantes ignoran y hasta desprecian el cumplimiento de deberes inexcusables?>

Hace años, interrogado sobre nuestro endeudamiento, un conspicuo diputado nacional -entonces presidente de la Cámara- expresó: "De eso no se habla...". Esa conducta irresponsable produjo este lamentable presente. La deuda es impagable y crece sin cesar. Nada se hace para enfrentar esta injusticia.>

Héctor Claudio Salvi

(1) Ver artículo del autor en El Litoral 31-5-07.