CULTURA
John Wayne o el mito del cowboy
Prolífico actor, figura central de la historia del western, hoy está considerado como uno de los grandes íconos del cine norteamericano. En el año del centenario de su nacimiento, un repaso por la vida y obra del "cowboy" por excelencia.

Juan Ignacio Novak.

Condujo diligencias, combatió contra indios temibles, venció a los villanos más buscados, trasladó diez mil cabezas de ganado a lo largo de interminables praderas, defendió a las mujeres más bellas... y, por si esto fuera poco, luchó con ahínco en casi todas las guerras en que participó Estados Unidos, desde la Revolución hasta Vietnam. Hoy -a pesar de las polémicas que despertaron algunas de sus ideas- está considerado como el gran héroe cinematográfico del país del norte y uno de sus mayores íconos del séptimo arte. Su nombre y la figura mítica del cowboy se funden en uno: John Wayne.

Bautizado Marion Robert Morrison, devenido más tarde en John Wayne en homenaje a un general independentista estadounidense, nació el 26 de mayo de 1907 en Iowa. Fue durante su infancia cuando se hizo acreedor al sobrenombre "duque" (duke), que lo acompañaría en sus primeros pasos hollywoodenses. Este apodo proviene de un perro que tenía el pequeño Marion. Un bombero, viéndolos vagar juntos por las calles, los nombró "Big Duke" y "Little Duke".>

En su juventud, al no ser admitido en una academia militar, consiguió una beca para jugar al rugby en la Universidad del Sur de California. Mientras se dedicaba a ese deporte, un amigo le propuso un trueque: el trabajo de obrero en los estudios de la Fox, a cambio de unas entradas de rugby. Y el destino empezó a desarrollarse para el "duque": allí conoció a John Ford.>

Fue aquel legendario cineasta quien le proporcionó la oportunidad de realizar pequeños papeles en varias de sus películas y fue también quien lo recomendó ante Raoul Walsh como protagonista de "La gran jornada", que significó el primer papel principal de Wayne en 1930, aunque sin penas ni gloria. Desde aquel año y hasta fines de la década, participó en más de 50 películas, en su mayoría westerns de bajo presupuesto, con el nombre artístico de Duke Morrison.>

El hombre del Oeste

De nuevo sería John Ford el encargado de sacarlo del ostracismo en que había caído, al brindarle la posibilidad de realizar un grandioso papel central en un largometraje del año 1939, hoy considerado entre los más grandes ejercicios del género: "La diligencia".

Con su andar dominante, mirada inquisidora y aspecto recio, imprimió en esta película un sello definitivo a la figura del cowboy, que con los años se dedicó a explorar y mejorar. En términos concretos, esta película -en la que estuvo acompañado por grandes estrellas de la época- significó el espaldarazo definitivo para su carrera y el comienzo de un idilio de más de 40 años con los estudios de Hollywood.>

De ahí en más, el camino estaría allanado para John Wayne, quien se convirtió rápidamente en sinónimo de éxito de taquilla; lo que le granjeó duros conceptos de parte de la crítica. "Durante años los críticos dijeron que no era un gran actor. Bueno, no hay que preocuparse. A la gente le gustan mis películas y eso es todo lo que cuenta", expresó alguna vez el propio Wayne. A lo largo de una carrera sin igual, y a la orden de directores de primera línea, participó en largometrajes de gran importancia, sobre todo westerns y bélicos.>

Mientras tanto, durante años participó activamente en diversas organizaciones de carácter político con ideales conservadores. Esto, sumado a sus ideas, lo hicieron blanco de diversas polémicas, sobre todo durante la "caza de brujas", persecución de "supuestos comunistas" durante los años 50. "Aunque a mis ideas las llamen tendenciosamente `de derechas' no renegaré nunca de ellas, aún cuando por ello tuviera que quedarme solo en la Tierra", disparó una vez.>

En 1969 fue elegido como el mejor actor del año y premiado con el Oscar de la Academia por su interpretación en la película "Valor de ley", a las órdenes de otro gran creador de westerns como Henry Hathaway. Falleció el 11 de junio de 1979 en la ciudad de Los Angeles. Tal como había sido su decisión, un simple epitafio en castellano reza sobre su lápida: "Feo, fuerte y formal".>

Personajes memorables

Entre las más de 200 películas en las que intervino John Wayne a lo largo de cuarenta y tantos años, hay algunas que en la actualidad alcanzan esa constelación de la que forma parte ese puñado selecto que -con el argumento ineludible del paso del tiempo- son consideradas obras maestras. Y en gran medida por la presencia de este actor.

Es tan prolífica y amplia la carrera de "el duque", que es una tarea más que compleja segmentar en un puñado de filmes su relevancia como actor. Sin embargo, es posible revisar algunas cuya gravitación para la historia del cine -por diversas razones- es inexorable, ya sea por su revitalización de género, o por la brillante actuación de Wayne.>

La primera -y posiblemente la más representativa- es "La diligencia", estupendamente dirigida por John Ford hacia 1939. En este filme imprescindible, se narran las aventuras de un grupo de personas cuyos destinos terminan unidos en una diligencia, para una peligrosa travesía por inhóspitos caminos. Ford aprovecha esta anécdota para explorar las diferentes tipologías de los personajes: un fuera de la ley que busca venganza, una prostituta condenada al destierro, un jugador, un médico, una mujer embarazada de un militar y un sheriff. Este fue el filme "bisagra" para John Wayne, y lo proyectó a la fama.>

En "Río Rojo" participó de una de las más grandes obras maestras dentro del género, esta vez a cargo de Howard Hawks. En este caso, John Wayne compone a un maduro y hosco hacendado, decidido a trasladar sus 10 mil cabezas de ganado durante cientos de millas para salvar su rancho. Durante esta odisea, el tiránico trato que tiene hacia sus hombres le genera diferencias con su hijo adoptivo, que es encarnado por un debutante -y magnífico- Montgomery Clift. Clásico insuperable, significó en cierta medida la consagración de Wayne.>

"Los Boinas Verdes", más allá de sus discutibles méritos cinematográficos, tiene la particularidad de haber sido el único filme de origen estadounidense rodado durante la guerra de Vietnam, donde se muestra en pantalla a los soldados norteamericanos en apoyo de la polémica intervención estadounidense en el conflicto.>

La anécdota de la historia es más que simple: en el marco de la guerra de Vietman, un coronel estadounidense del cuerpo especial de Boinas Verdes, invita a un escéptico periodista para que los acompañe en una ofensiva. El filme le sirvió a Wayne para expresar varias de sus ideas sobre la política exterior norteamericana.>

Finalmente, "The shootist", dirigida por Don Siegel. Esta película encuentra su valor en dos aspectos: en su compleja revisión de los cánones clásicos del western, y por quedar para la posteridad como la última intervención de Wayne en una película.>

Y, al igual que Alan Ladd cuando se aleja para dar lugar a los créditos finales de "Shane", John Wayne era tal vez consciente de que su figura ya era parte de un mito. Eran los años setenta, y el cine norteamericano -viendo sus géneros clásicos agotados- buscaba desesperadamente una renovación. Nombres como Robert De Niro, Al Pacino y Gene Hackman venían a reemplazar a los de Cary Grant, Humphrey Bogart o al propio Wayne. Pero su figura permanece inalterable y ocupa el lugar que le corresponde: el mito.>

La gran epopeya de Ford

Aunque en este aspecto -como en tantos otros que rodean a su figura- las aguas estén divididas, muchos consideran que la mejor actuación de John Wayne es la que realizó para la película (homenajeada por Martin Scorsese en "Malas Calles") "The searchers", conocida en estas latitudes como "Más corazón que odio", y bajo la dirección -�podía ser de otro?- de John Ford.

En este espléndido filme, que data de mediados de la década del cincuenta, Wayne interpreta a Ethan Edwards, quien parte en busca de los indios que secuestraron a su sobrina y masacraron a su familia.>

En base a este argumento, Ford aprovecha para explorar las ambigüedades y las bajezas del ser humano. Se mezclan pinceladas de poesía en uno de los guiones mas desgarradores del género -tal vez sólo superado en este sentido por "Érase una vez en el Oeste", de Sergio Leone- compuesto por Ford.>

Un magnífico trabajo de fotografía y una espléndida partitura de Max Steiner, completan este brillante film, para muchos el mejor de Wayne y uno de los mejores de Ford. En el reparto de esta película, acompañan a John Wayne intérpretes de la talla de Natalie Wood, Jeffrey Hunter, Ward Bond, Vera Miles, John Qualen, Olive Carey, Henry Brandon, Ken Curtis, Harry Carey Jr. y Hank Worden.>

De todos los tiempos

Otros famosos actores que inmortalizaron la figura del cowboy, fueron Tom Mix, William S. Hart y Buck Jones en el período del cine mudo.

Con los años, otros memorables fueron Gary Cooper, Alan Ladd y Clint Eastwood, entre otros varios.>

Reconocimiento universal

Tan conocido llegó a ser John Wayne, que en el año 1968 fue tentado para presentar su candidatura para presidente de Estados Unidos.

Una encuesta realizada en Estados Unidos hacia 1970, lo incluyó en el segundo lugar entre los personajes más famosos de ese país, por debajo del ex presidente Abraham Lincoln.>

En 1975, el emperador japonés Hirohito visitó Los Ángeles. Le preguntaron si deseaba hacer alguna cosa en particular, al margen de lo previsto en el programa. El monarca expresó: "Visitar Disneylandia y conocer a John Wayne".>

Esa preciada estatuilla

John Wayne accedió una sola vez a un Oscar, por su papel en "Valor de ley", de 1969. "El Oscar y yo tenemos algo en común: ambos llegamos a Hollywood en 1928, los dos estamos algo zarandeados por la vida, pero seguimos aquí y pensamos hacerlo durante bastante tiempo", expresó en una ocasión.