La devoción a San Cayetano entre los santafesinos no es algo nuevo, ya que desde hace décadas los devotos del patrono del pan y del trabajo lo han honrado en la capilla del Colegio San Cayetano, en el extremo sur de la ciudad o frente a alguna de las imágenes que existen en los templos de la ciudad, e incluso, en 1939 con motivo de la creación de la parroquia de Nuestra Señora de Lasalette, se pensó en nominarlo como vice-patrono de la misma.
Desde los años ï80, de manera lenta pero sin intermitencias, comienza a crecer como centro de devoción a San Cayetano, el templo de la parroquia del mismo nombre.>
Se ha dicho que los santuarios o los lugares populares de culto no pueden inventarse y que el pueblo creyente los va generando en la medida que en dichos lugares descubre un lugar propicio para el encuentro con Dios. Esta afirmación se comprueba entre nosotros, ya que en los orígenes de la comunidad parroquial donde se lo venera, nunca se tuvo en cuenta este aspecto y podría decirse que creció al margen de la misma.>
La celebración del patrono no trascendía fuera del barrio, y se lo vivía como algo íntimo: la santa misa, la procesión y luego un encuentro comunitario con almuerzo y juego para los niños y adultos.>
El padre Elvio Alberga recuerda de aquellos años que "no había crecido aún el conocimiento y el afecto popular por este patrono del pan y del trabajo, pero la intuición inicial de monseñor Nicolás Fasolino y el apoyo que luego prestó monseñor Vicente F. Zazpe comenzó a surtir efecto".>
Por lo general se celebraba la fiesta el domingo más cercano al día 7 y la imagen del santo para la procesión se pedía prestada. Y así aconteció por lo menos hasta el año 1981, en que las celebraciones tienen una impronta intraparroquial, ya que la devoción popular a San Cayetano sigue transcurriendo ante la imagen del santo que se encuentra en la capilla del Colegio de los padres concepcionistas, sito en Urquiza y J.J.Paso donde ya se lo veneraba desde los años 40-50.>
A comienzos de los años ï80 comenzaban a notarse los efectos de la política económica del gobierno militar que repercutían no sólo sobre los salarios de los trabajadores, sino sobre el trabajo mismo ya que no pocas fábricas cerraban o reducían su planta de personal. Paralelamente, el movimiento obrero que comenzaba a reorganizarse y a plantear públicamente las reivindicaciones de los trabajadores en su conjunto, para lo cual se sentía animado por la reciente aparición de "Laborem Exercens", de Juan Pablo II, redescubrirá el sentido de San Cayetano como intercesor del pan y del trabajo.>
Por su parte, los medios de comunicación empezaron a mirar con mayor interés el hecho que se producía en Liniers en torno al Santuario de San Cayetano, pero sin lograr comprender la fe popular. En este contexto se produciría un cambio fundamental para la comunidad parroquial sita en Guadalupe Oeste, ya que el año 1982 será el punto de inflexión para encarar de una manera nueva la celebración de San Cayetano.>
Para ese año, la fiesta patronal se había pensado con el tradicional sentido intra-parroquial, aunque a través de algunos medios de comunicación se había abierto al resto de la sociedad. La afluencia de devotos de San Cayetano, superó todas las expectativas que entonces se tenían y puso de manifiesto que era necesario solemnizar más el día 7 de agosto, al cual concurrió la gente a pesar de que la procesión estaba organizada para el día siguiente.>
Una semana después, en una jornada de evaluación, el ya citado padre Alberga afirmó la necesidad de "... contemplar los aspectos positivos como así también los negativos a fin de que nos sirvan de experiencia para nuestra acción en el futuro, pues tenemos la obligación de canalizar el torrente de fe que se exterioriza en esta fecha de manera que sea auténtica y fecunda".>
La organización de los festejos del año 1983 tiene en cuenta la experiencia del año anterior y se busca equilibrar lo propiamente parroquial con su sentido de apertura, especialmente el día del Santo Patrono, ocasión en que el templo estuvo abierto desde la mañana temprano con gran concurrencia de fieles. Durante la jornada se celebraron tres misas (toda una novedad), una de las cuales fue presidida por Mons. Vicente Zazpe, al finalizar la procesión que recorrió varias cuadras del barrio con una imagen que facilitaba la familia Senn.>
Con la presencia del nuevo párroco, el Pbro. Gustavo Vietti, la pastoral en torno a la devoción a San Cayetano recibió un fuerte impulso y a mediados de mayo de 1984 se comenzaban a organizar los festejos, proponiéndose en la primera reunión la bendición de los instrumentos de trabajo en la misa central y la invitación a la CGT santafesina para que adhiera a los actos.>
Sin embargo aún se seguía privilegiando el domingo más cercano al día 7 para los festejos centrales, pero los devotos del Santo iban a concurrir mayoritariamente el día del patrono del pan y del trabajo. En 1984 se agregó una innovación, que a partir de ese momento se convertiría en uno de los símbolos: los pancitos.>
El impacto de lo acontecido ese año, hace que a partir de 1985 se comience a privilegiar el día 7 para los actos centrales, aunque corresponda a día laborable, llevándose a cabo la procesión y misa en el marco de un día gris y frío la cual fue presidida por primera vez por Mons. Storni.>
A partir de 1986, la devoción a San Cayetano se ligaba a la Pastoral del Mundo del Trabajo que intenta llevar adelante nuestra Arquidiócesis y a la par crecía la afluencia de devotos no sólo el 7 de agosto sino los días 7 de cada mes, por lo cual comienza a celebrarse una misa especial cada 7 de mes, tomándose para cada ocasión un tema de reflexión y bendiciéndose al final de la misa el pan de San Cayetano.>
La concurrencia de devotos ha ido creciendo año a año, y no sólo por las políticas económicas o la falta de trabajo, ya que en los concurrentes se manifiestan rasgos profundamente religiosos y eclesiales que se ponen de manifiesto en la participación en la misa, sacramento de la reconciliación y caridad para con los hermanos.>
De las tres misas que se celebraron el 7 de agosto de 1985, hoy se celebran once, ocupando las centrales la calle frente al templo; y de la que celebrábamos el 7 de noviembre de 1986, en la actualidad se celebran seis.>
Nuestro San Cayetano no es un santuario, aunque desde hace algunos años se lo considera lugar concurrido de culto, pero lo más importante es que los habitantes del gran Santa Fe perciben que en torno al santo patrono se genera un ámbito propicio para el encuentro con Dios en cuanto hombres y mujeres de trabajo, ocupados o no.>
Para corroborar esto, en el año 1989, el entonces arzobispo decidía que la festividad del 1º de Mayo, dedicada a San José Obrero y a los trabajadores se realizara a partir de ese momento "en la parroquia San Cayetano, santo al cual tan ligados están los trabajadores argentinos".>
También nuestro actual arzobispo, Mons. José María Arancedo, desde su llegada a Santa Fe en 2003, ha querido compartir con los devotos de nuestro patrono y año tras año, la fiesta grande "como un peregrino más", ya que como él mismo lo señala "San Cayetano está presente en el corazón, en la sensibilidad y en la fe de nuestro pueblo".>
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