Conclusiones de una investigación de la Universidad Católica
Fuerte recuperación del empleo industrial en el Gran Santa Fe
Desde la salida de la convertibilidad el sector creó en el aglomerado Santa Fe más de 7.000 empleos. Y desde 2004 creció la calidad de los nuevos puestos de trabajo. El empleo total asalariado, en el Aglomerado Gran Santa Fe creció un 43,8 %. El trabajo analiza las características del desarrollo del mercado laboral desde 1970 a 2001.
La capital de la provincia tiene más empleados industriales de lo que la gente cree. El programa de apertura de la economía con tipo de cambio bajo y preeminencia de la valorización financiera de los años 80 arrasó con el polo agroindustrial del aglomerado Santa Fe. El principal generador de puestos de trabajo es el comercio y no el empleo público.
Éstas son algunas de las conclusiones de un trabajo titulado "Características del desarrollo desde 1970 a 2001 y el mercado laboral del aglomerado Santa Fe", que analiza el mundo del trabajo en entre esos años y lo compara con las cifras de la post convertibilidad.>
La investigación fue hecha a partir de un proyecto de investigación de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Católica de Santa Fe, encabezada por el licenciado Alberto Daniel Papini, la contadora Patricia Chamorro y la Dra. Gisella Zingaretti.>
"En los 90 se decía que no importaba la industria porque a los empleos los creaban los servicios. No es así. Los servicios se crean alrededor de la industria y ésta es una de las hipótesis de nuestro trabajo", explicó Papini, que también es director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales.>
-�Cómo afectó a Santa Fe el fuerte proceso de desindustrialización iniciado con Martínez de Hoz, que terminó con la caída de la convertibilidad?-Ambos pegaron muy fuerte y la capacidad de absorción del empleo público fue ínfima. Por ejemplo, en los 90 sólo se crearon 300 puestos netos en la década, entre los que absorbieron los Estados municipales y provinciales contra los que cesanteó el Estado nacional. Sólo en Ferrocarriles se despidió a más de 4.000 empleados en nuestra zona.
-�Cómo es hoy el mercado laboral en Santa Fe?-Lo más evidente es la desigualdad social. Pero en los barrios más pobres no hay altos niveles de desocupación, sino de trabajo informal. Las encuestas oficiales indican que en esos barrios hay una alta vocación de trabajo, pero el 95 % de éste es informal y la informalidad es directamente proporcional con el nivel de instrucción. No encontramos una vinculación entre la desocupación y el nivel de instrucción, pero sí una altísima correlación entre el trabajo informal y la falta de instrucción, que no le permite a la gente tener un trabajo digno. Existe, además, una relación directa entre la desocupación y la falta de calificación de la mano de obra. La mano de obra calificada tiene trabajo; la que tiene problemas para encontrarlo es aquélla con menor capacitación.
-�Qué hace falta para superar estas limitaciones?-Hay que mejorar la educación para que puedan entrar en la formalidad y reforzar la instrucción de oficios para disminuir la desocupación. Hay barrios donde más del 40 % de sus habitantes no terminó la escuela primaria. Ahí tiene que haber políticas distintas de las actuales, porque no han sido eficaces. No estoy diciendo que la provincia no ponga dinero, ni criticando a nadie en particular. Estamos hablando de inversión pero con una acción específica. Hay que tener territorialmente localizado el déficit para poder generar políticas para el área.
Cambios
-�Cómo impactó en Santa Fe el primer cambio de paradigma de la economía, en 1976?
-El programa de apertura de la economía con tipo de cambio bajo y primacía del sistema financiero fue letal para la provincia. Y el departamento La Capital fue uno de los que más perdió porque, además del impacto sobre el polo industrial, las pocas radicaciones de grandes industrias químicas, petroquímicas y de papel no se realizaron en Santa Fe. Pero tuvimos todo lo demás. Santa Fe es el primer aglomerado que conoce índices de desocupación por encima de los dos dígitos, en 1982. Es decir que con ese modelo nos fue muy mal. La contracara es lo que está pasando ahora. Desde 2002 tenemos un tipo de cambio alto y una política sustitutiva de importaciones que alienta el empleo.>
-�En qué sectores afectaron más las políticas de desindustrialización?-Santa Fe tiene un gran componente alimentario en su estructura de producción y, por lo tanto, el tipo de cambio bajo la perjudica. También, a la industria metalmecánica. Santa Fe perdió a Fiat, por ejemplo, porque comenzaron a importar los tractores.
-�Qué sector absorbió la pérdida de estos empleos agroindustriales?-En los 80, lo absorbió el comercio y los servicios. Se privatizó el trabajo y, por lo tanto, fueron creciendo la informalidad, el cuentapropismo. Pero en los 90 no alcanzó ni con eso. Además, en la década pasada, el aglomerado Santa Fe sumó una característica relacionada con la pirámide poblacional: se incrementó la población de chicos, que es población dependiente, sobre todo, en los barrios de menores ingresos. Por lo tanto, la distribución de la riqueza es más concentrada y quienes dependen de los ingresos de otras personas es mayor. Y, a mayor cantidad de dependientes, menor ingreso per cápita, con lo cual la ciudad pierde dinamismo.
-�Qué pasó en los 90?-Comenzó a decrecer el empleo comercial, mientras crecía en forma notoria la población económicamente activa. Esto provocó que llegásemos a tasas de desocupación por encima del 20 %.
-Hay un gran mito de que en Santa Fe el empleo público es el principal tomador de empleos.-El principal es el comercio y el segundo, el empleo público.
Más y mejores empleos
-Papini, usted decía que hay mucho más empleo industrial de lo que la gente cree...
-Desde la salida de la convertibilidad hasta 2006, se crearon en el aglomerado Santa Fe 7 mil empleos industriales. El otro gran tomador de empleo fue la construcción, con 15 mil nuevos puestos de trabajo. Pero, además de la cantidad, aumentó la calidad. Las estadísticas indican que, apenas salidos de la convertibilidad, entre 2002 y 2003, creció el empleo, pero precario, asistido con planes de empleo. Las empresas tomaron empleados con un alto grado de informalidad. Sin embargo, a partir de 2004, también empezó a crecer la calidad del empleo porque se comenzó a formalizar a los trabajadores. Este modelo económico de producción se muestra muy superior en cuanto a la creación y la calidad del empleo que se crea.
-�Qué nuevas condiciones generó el modelo económico post convertibilidad?-El tipo de cambio competitivo mejoró los términos del intercambio, aumentaron las exportaciones y hay menos productos importados. Eso significa más trabajo para los argentinos. A la vez, el Estado dejó de ajustar, mejoró sus finanzas y volvió a ser un gran tomador de mano de obra directa e indirecta, por medio de la obra pública. Lo que era un círculo vicioso se convirtió en un círculo virtuoso.
-�Cómo se sostiene este crecimiento en el tiempo?-Hay que hacer más políticas activas para garantizar que, en caso de que se deterioren los términos del intercambio o bajen los precios de los commodities, no se vuelva para atrás. Alguna vez tenemos que desarrollar una política industrial inteligente que nos garantice que no vayamos a tener, en el futuro, problemas con la balanza comercial. En los 90 crecíamos dos o tres años y nos caíamos, independientemente de las crisis internacionales. �Por qué caíamos? Porque cuando en el país crece mucho el PBI, aumentan las importaciones porque la gente consume más. Y, en un país que está endeudado y con déficit comercial, si no le prestan más plata, lo más probable es que explote, como nos ocurrió en 2001. Vivir de prestado a largo plazo, como propuso el modelo de los 90, nos llevó a la crisis de 2001; por lo tanto, es necesario mantener un tipo de cambio competitivo y una balanza comercial favorable.
A partir de la salida de la convertibilidad, en el aglomerado Santa Fe se produjo en particular un brusco descenso de la tasa de desocupación, por la existencia de planes de desempleo y, fundamentalmente, por la creación de trabajos genuinos, que hizo descender esta tasa al 7.2 % durante el primer semestre de 2006.
Gabriel Rossini