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"El incremento del cáncer a nivel mundial y en la Argentina, donde es la segunda causa de muerte, requiere de una política de Estado con una ley específica y un registro nacional de tumores", aseguró Berta Roth, directora del hospital oncológico Angel Roffo.
Roth inauguró las jornadas sobre Desarrollo de Recursos Humanos y Radioterapias, que reunió recientemente en Buenos Aires a unos 60 profesionales de América latina, con el auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea).>
Buenos Aires fue elegida sede del evento debido a los avances tecnológicos para el diagnóstico precoz del cáncer desarrollados por la Comisión Nacional de Energía Atómica, que pronto inaugurará una nueva planta de medicina nuclear, frente al hospital Roffo.>
"La mortalidad por cáncer crece en todo el mundo y también en Argentina y mi pregunta es si nosotros estamos preparados para abordar ese problema como país", dijo Roth. Y continuó: "Hasta ahora, hay buenas intenciones y abordajes desde una institución o asociaciones dedicadas al cáncer, pero falta involucrar a la Nación en una política de Estado que incluya una ley del cáncer y un registro nacional de tumores".>
En Argentina hay más de 50.000 muertos por cáncer al año: unos 28.000 hombres, en gran medida con cáncer de próstata y pulmón, y 23.000 mujeres, la mayoría con cáncer de mama y cuello de útero.>
En Latinoamérica, cada año muere casi medio millón de personas víctimas del cáncer y se estima que la cifra se duplicará hacia 2020. A escala mundial, cada año hay unos siete millones de muertos y se registran unos 11 millones de nuevos casos, mientras 24 millones de habitantes viven con la enfermedad.>
La tendencia para 2030 es de 17 millones de muertos por cáncer, 27 millones de nuevos casos y unos 75 millones de personas con la enfermedad, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).>
Roth explicó que "las estadísticas que se disponen son parciales y se tienen números de mortalidad pero no de incidencia; por ejemplo, si uno sabe qué tumor es más frecuente sabe qué combatir".
Entre las causas del cáncer señaló las de razones físicas, ambientales, biológicas -como el HPV, papiloma virus humano- o químicas (como el cigarrillo).>
Elmer Huerta, un peruano especialista en prevención del cáncer que trabaja en un hospital en Washington, diferenció la enfermedad "entre los países ricos y desarrollados, y los de medianos y bajos recursos. En los países ricos, la incidencia más frecuente es el cáncer del pulmón (por fumar) y los que pueden estar asociados a la gordura, como el de mama o de intestino grueso. En cambio, en los países pobres, el cáncer está asociado a causas prevenibles o detectables y relacionado de alguna u otra manera con infecciones", dijo Huerta.>
"En toda América Latina, el cáncer que más mata es el del cuello del útero, 100% prevenible; o el cáncer de estómago, que es una plaga, producido por una infección crónica originada por un microbio; o el de hígado en zonas del Trópico, relacionado con Hepatitis B y C", ejemplificó.>
Huerta sostuvo que "la palabra cáncer asusta muchísimo e induce al fatalismo; entonces la gente no acude al doctor hasta no tener síntomas, porque tenemos sistemas de salud que nos han educado para acudir cuando uno está enfermo: y cuando el cáncer da síntomas, ya es muy tarde".
"Nuestro problema es que, cuando la mujer va al doctor, ya tiene un tumor avanzado en el útero, uno en el seno o uno en el colon", comentó. La solución, sostuvo el especialista, tiene "cuatro patas": una, es que el público esté informado y debe ser convencido de ir al médico antes de tener síntomas; la segunda, es que el personal médico esté preparado para la promoción de la salud.>
La tercera es una política de salud con una mirada a largo plazo, y la cuarta es cambiar nuestro sistema de salud basado en el enfermo y en multiplicar hospitales y máquinas de radioterapia, para generar otro paradigma inspirado en los "preventorios", que son institutos de salud a donde llega la gente sana, concluyó.>
El cáncer surge cuando las células de alguna parte del cuerpo comienzan a crecer sin control. Aunque existen muchos tipos de cáncer todos comienzan debido al crecimiento sin control de las células anormales.
Las células normales del cuerpo crecen, se dividen y mueren en una forma ordenada. Durante los primeros años de vida de una persona, las células normales se dividen con más rapidez hasta que la persona alcanza la edad adulta. Posteriormente, las células normales de la mayoría de los tejidos sólo se dividen para reemplazar las células desgastadas o moribundas y para reparar las lesiones.>
Debido a que las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose, son diferentes de las células normales. En lugar de morir, viven más tiempo que las células normales y continúan formando nuevas células anormales.>
Las células cancerosas a menudo viajan a otras partes del cuerpo donde comienzan a crecer y a reemplazar el tejido normal. Este proceso, llamado metástasis, ocurre a medida que las células cancerosas entran al torrente sanguíneo o a los vasos linfáticos de su cuerpo. Cuando las células de un tumor como el del cáncer del seno se propagan a otro órgano como el hígado, el cáncer continúa llamándose cáncer del seno y no cáncer del hígado.>
Las células cancerosas surgen como consecuencia de daños en el ADN. Esta sustancia se encuentra en todas las células y dirige sus funciones. La mayoría de las veces en las que el ADN se daña, el cuerpo puede repararlo. En las células cancerosas el ADN no se repara. Las personas pueden heredar ADN dañado, que es responsable de los tipos de cáncer hereditarios. Sin embargo, en muchas ocasiones el ADN de las personas se daña como consecuencia de alguna exposición ambiental como el fumar.
El cáncer usualmente asume forma de tumor. Algunos tipos de cáncer, como la leucemia, no forman tumores, sino que estas células cancerosas afectan la sangre y los órganos que producen la sangre (la médula ósea, el sistema linfático y el bazo) y circulan a través de otros tejidos en los que se pueden acumular.>
Cabe aclarar que no todos los tumores son cancerosos. Los tumores benignos (no cancerosos) no se propagan y, con muy raras excepciones, no constituyen una amenaza para la vida. Además, los diferentes tipos de cáncer pueden comportarse de maneras diferentes. Por ejemplo, el cáncer del pulmón y el cáncer del seno son enfermedades muy distintas. Crecen a distinta velocidad y responden a distintos tratamientos. Esta es la razón por la cual las personas con cáncer necesitan un tratamiento dirigido a su tipo de cáncer en específico.>
En la actualidad, hay millones de personas que viven con cáncer o que han padecido la enfermedad. El riesgo de contraer la mayoría de los tipos de cáncer se puede reducir mediante cambios en el estilo de vida de la persona, por ejemplo, dejando de fumar o consumiendo alimentos más saludables. Mientras más pronto se detecte el cáncer y más rápido comience el tratamiento, mayores serán las probabilidades de que el paciente viva por muchos años.>
Poner en práctica las Guías para la Detección Temprana del Cáncer aumenta las probabilidades de diagnóstico del tumor en una etapa precoz y de su tratamiento exitoso.
Las siguientes son recomendaciones específicas con respecto a los exámenes en relación con el cáncer, así como a la detección temprana del cáncer de mamas, próstata, colon y recto, útero, entre otros.
Un síntoma es un indicio de enfermedad, dolencia o lesión, o de que algo no funciona bien en el cuerpo. Los síntomas son experimentados o advertidos por el paciente, pero nadie más puede observarlos con facilidad. Por ejemplo, los escalofríos, la debilidad, el cuerpo adolorido, la dificultad para respirar y la tos son síntomas que pudieran indicar una neumonía.
Un signo es también un indicio de enfermedad o lesión, o de que algo no funciona bien en el cuerpo. Sin embargo, los signos se definen como observaciones hechas por un médico, un enfermero u otro profesional de atención a la salud. La fiebre, una frecuencia respiratoria rápida y los sonidos respiratorios anormales que se escuchan a través de un estetoscopio son signos que pudieran indicar una neumonía.
Es posible que la presencia de un síntoma o signo no proporcione suficiente información para sugerir una causa. Por ejemplo, en un niño, una erupción pudiera ser síntoma de diferentes cosas, incluyendo una dermatitis por contacto con hiedra o roble venenoso, una infección generalizada como la rubéola, una infección limitada a la piel, o una alergia a algún alimento. Sin embargo, si la erupción va acompañada de fiebre alta, escalofríos, cuerpo adolorido y dolor de garganta, el conjunto de todos estos síntomas ofrece un cuadro más completo de la enfermedad. En muchos casos, los signos y síntomas del paciente no proporcionan suficientes indicios para determinar la causa de una enfermedad, y es posible que sea necesario llevar a cabo exámenes médicos tales como radiografías, pruebas de sangre o una biopsia.
Aunque algunos signos y síntomas generalizados, tales como una pérdida de peso inexplicable, fiebre, cansancio o la presencia de protuberancias pueden deberse a varios tipos de cáncer, a menudo éstos se deben a otras enfermedades. Otros signos y síntomas son relativamente específicos de un tipo de cáncer en particular.
Poner en práctica las Guías para la Detección Temprana del Cáncer aumenta las probabilidades de diagnóstico del tumor en una etapa precoz y de su tratamiento exitoso.
Las siguientes son recomendaciones específicas con respecto a los exámenes en relación con el cáncer, así como a la detección temprana del cáncer de mamas, próstata, colon y recto, útero, entre otros.
Un síntoma es un indicio de enfermedad, dolencia o lesión, o de que algo no funciona bien en el cuerpo. Los síntomas son experimentados o advertidos por el paciente, pero nadie más puede observarlos con facilidad. Por ejemplo, los escalofríos, la debilidad, el cuerpo adolorido, la dificultad para respirar y la tos son síntomas que pudieran indicar una neumonía.
Un signo es también un indicio de enfermedad o lesión, o de que algo no funciona bien en el cuerpo. Sin embargo, los signos se definen como observaciones hechas por un médico, un enfermero u otro profesional de atención a la salud. La fiebre, una frecuencia respiratoria rápida y los sonidos respiratorios anormales que se escuchan a través de un estetoscopio son signos que pudieran indicar una neumonía.
Es posible que la presencia de un síntoma o signo no proporcione suficiente información para sugerir una causa. Por ejemplo, en un niño, una erupción pudiera ser síntoma de diferentes cosas, incluyendo una dermatitis por contacto con hiedra o roble venenoso, una infección generalizada como la rubéola, una infección limitada a la piel, o una alergia a algún alimento. Sin embargo, si la erupción va acompañada de fiebre alta, escalofríos, cuerpo adolorido y dolor de garganta, el conjunto de todos estos síntomas ofrece un cuadro más completo de la enfermedad. En muchos casos, los signos y síntomas del paciente no proporcionan suficientes indicios para determinar la causa de una enfermedad, y es posible que sea necesario llevar a cabo exámenes médicos tales como radiografías, pruebas de sangre o una biopsia.
Aunque algunos signos y síntomas generalizados, tales como una pérdida de peso inexplicable, fiebre, cansancio o la presencia de protuberancias pueden deberse a varios tipos de cáncer, a menudo éstos se deben a otras enfermedades. Otros signos y síntomas son relativamente específicos de un tipo de cáncer en particular.
Un factor de riesgo es cualquier cosa que aumente las probabilidades de que una persona padezca de una enfermedad como el cáncer. Diferentes tipos de cáncer tienen diferentes tipos de factores de riesgo. Por ejemplo, fumar es un factor de riesgo del cáncer de los pulmones, la boca, la garganta, la laringe, vejiga y otros órganos. Sin embargo, es importante recordar que estos factores aumentan el riesgo de la persona, pero no siempre "causan" la enfermedad.
Muchas personas que tienen uno o más factores de riesgo nunca desarrollan un cáncer, mientras que otras que padecen de esta enfermedad no tienen ningún factor de riesgo conocido. No obstante, es importante conocer acerca de estos factores de riesgo, de manera que puedan tomarse medidas apropiadas, tales como cambiar algún comportamiento que afecte la salud o someterse a controles minuciosos con el fin de detectar un posible cáncer.>
Todos los tipos de cánceres causados por el cigarrillo y el consumo excesivo de alcohol podrían prevenirse por completo. Muchos tumores cancerosos asociados con factores dietéticos también pueden prevenirse.>
Télam/El Litoral