Logro del establecimiento fabril San Ignacio SA
Desde Sauce Viejo se exportan 700 toneladas de dulce de leche a Siria
La citada productora láctea tiene base en esa localidad desde 1998. Por estos días, está embarcando ocho contenedores con destino el mencionado país árabe, donde el manjar argentino es utilizado para fabricar alfajores.

Ariel Durán-Sergio Ferrer

Recientemente, Diario El Litoral recorrió las instalaciones que la empresa San Ignacio SA posee en Sauce Viejo, donde se ubica su casa central. En dicha ocasión, se dialogó con Carlos Ignacio Cassanello, presidente de dicho establecimiento fabril, quien explicó a nuestro medio, que "éstas son épocas en las que se necesitan buenas noticias. Exportar ocho contenedores con dulce de leche a Siria por mes (de un total de treinta y dos en cuatro meses) y el hecho de que intentemos cambiar la aduana de Buenos Aires por la de Santa Fe, no son poca cosa. La nuestra es una compañía que fabrica productos lácteos insertada tanto en el mercado nacional como en el internacional", añadió Cassanello.

"Nuestro producto estrella"

"Somos los principales exportadores del país; fabricamos dulce de leche -nuestro producto estrella-, queso fresco, queso azul o roquefort, crema de leche, yogur, leche condensada y alimentos para niños", agregó luego el empresario, en el marco de una visita en la que también participaron los dirigentes justicialistas Juan Carlos Mercier, Carlos Galán, Mario Lacava y José María Vázquez. Seguidamente, resaltó: "Nuestro mayor cliente es Siria, seguido por Chile y España, aunque también exportamos a Canadá, Estados Unidos, Indonesia, India, Perú, Ecuador, Brasil, Inglaterra, Alemania, Italia y Australia, entre otros.

"Básicamente, lo que vendemos es dulce de leche; pero, en los casos de Estados Unidos y Chile, es queso roquefort", añadió Cassanello, quien aclaró, a su vez, que "en lo que respecta al dulce de leche, la mayor parte de lo que se exporta se utiliza en consumo directo, otra para repostería y una parte para la producción de helados. En la Argentina también, destacó luego, porque al consumo directo, el de las panaderías y los fabricantes de alfajores, hay que agregarle la producción destinada a compañías de helados, tales como Freddo, Pérsico, Com-Com y Grido. "San Ignacio -que ahora tiene un socio francés- fue fundada por mi abuelo, Ignacio Rodríguez Soto, en 1939; él había empezado a producir dulce de leche para sus amigos", continuó narrando Cassanello.>

Relación iniciada en 1996

"La empresa estuvo en Rosario hasta diciembre de 1998, cuando se mudó al distrito sauceño (Km 447 de la Ruta Nacional N° 11); tiene 100 empleados y otra planta en Hipatia, cerca de Progreso, a unos 80 kilómetros de aquí", esgrimió a continuación. Después, Cassanello aclaró que, de la leche que utilizan, casi el 25 por ciento es propia porque, justamente en Hipatia, posee un tambo, "que entrega 8 millones de litros por año"; el resto, "es el resultado del aporte de unos 42 productores independientes de la zona: San Jerónimo Norte, San Carlos, Gálvez y Progreso, por ejemplo. No hay que olvidar que producimos por arriba de 1.000 toneladas mensuales por año de dulce de leche y 50 de queso azul, así como entre 85 y 90 de queso fresco", acotó también.

En cuanto a los embarques al Cercano Oriente, Cassanello detalló aún más: "Siria es un mercado que tenemos desde 1996; con nuestro dulce de leche se fabrican alfajores del tipo marplatense; se trata de un cliente muy fuerte en el aspecto financiero, porque nos compra alrededor de 700 toneladas al año. "Esta relación comercial la inició un cordobés hijo de sirios -pertenecientes a la inmigración sirio-libanesa afincada originalmente en San Juan y Mendoza-. Él nació en la Argentina, pero sus padres en determinado momento volvieron a Siria y los acompañó; allá, empezó a desarrollar el mercado del alfajor, e inclusive, llegó a fabricar dulce de leche", completó.>

"Tradición, artesanía y calidad"

En nuestra visita a San Ignacio SA, se le pidió a Carlos Ignacio Cassanello que remarcase alguna particularidad sobresaliente del dulce de leche que fabrican, a lo que respondió: "Creo que lo primordial es el cariño con el que lo hacemos, cómo controlamos el mismo y el hecho de haber mantenido la fórmula de fabricación con la que hacía el dulce leche hace sesenta y ocho años mi abuelo, un obsesivo de la calidad, que se esforzó hasta conseguir que el producto fuera bueno". Después, cuando lo consultamos acerca de si la referida fórmula es mantenida en secreto, señaló "no necesariamente", a la vez que se esforzó en puntualizar que "no se trabaja con aditivos; nuestro producto se compone sólo de leche, azúcar, glucosa de maíz y bicarbonato de sodio".

Al principio, aclaró Cassanello, el dulce de leche "San Ignacio" había tenido otro nombre, "Anamá", puesto que así se llamaba la mujer uruguaya que repartía el mismo al principio en Rosario, casa por casa; Rodríguez Soto compró la marca, que ya era "San Ignacio", por su nombre y el de su hijo. "El 80 por ciento de nuestros empleados es gente de Sauce Viejo, a los que hay que sumarles algunos operarios de Santa Fe y también de Coronda", resaltó.

"Además, no es un hecho menor el que hayamos conseguido un cliente de Canadá que se lleva ocho contenedores de frascos para el mercado canadiense (alrededor de 160.000 unidades) o que seamos líderes en Inglaterra; me parece que son cosas para comunicar y para que la gente se sienta mucho más orgullosa por lo que hacemos", aportó.

"El compromiso de calidad que hemos asumido nos permite la fabricación de productos con los más altos estándares, auditados por Bureau Veritas y SGS; asimismo, estamos calificados para exportar a todos los países del mundo, incluido el Mercado Común Europeo, uno de los espacios con mayor cantidad de barreras arancelarias", agregó Cassanello al respecto. "Elaboramos productos para cadenas de supermercados como Carrefour, Norte, Walmart (Great Value), Día, Leader Price, Ciudad del Lago (Coto), Bell's, Poncho Negro, Fronton, Leyenda, President's Choice (Canadá), Quillayes (Chile), entre otras", finalizó.