DE RAICES Y ABUELOS
Encuentro familiar para honrar a los antepasados
Familia Lagger. El próximo 23 de septiembre se reunirán en San Carlos Sud los descendientes de Domingo Lagger, inmigrante suizo que se dedicó a la agricultura y huerta.

Mariana Rivera

Con motivo de conmemorar los 139 años de la llegada a la Argentina de Domingo Lagger, su esposa María Müller y su familia, procedentes del pueblo de Geschinen -distrito de Goms, Alto Valet, Suiza-, sus descendientes decidieron reunirse para rendirles un homenaje.

El encuentro familiar se realizará el próximo 23 de septiembre, oportunidad en que los descendientes de aquellos emigrados de Suiza tienen previsto compartir un almuerzo y baile en San Carlos Sud, en los salones de la Sociedad de Canto Marmonie. La comida será amenizada por la música tradicional de esas tierras, a cargo de la Orquesta Los Alpes, de San Jerónimo Norte.

Héctor Lagger, oriundo de San Carlos Centro, se comunicó con De Raíces y Abuelos para anunciar este acontecimiento familiar, que tanto orgullo le representa. "Convocamos a toda la familia porque todos estamos reunidos por la genealogía, para compartir nuestra historia a través de fotografías y anécdotas, para que podamos llegar a conocernos y estrechar el vínculo que nos une. La oportunidad será buena para comentar cosas y hechos pasados de las distintas ramas de la familia", auguró.

Hasta el momento, gran cantidad de personas han confirmado su asistencia, motivo por el cual Lagger adelantó que "vienen de Chaco, Catamarca, Córdoba, Buenos Aires y Rosario, entre otras latitudes del país".

Domingo Lagger emigró de Suiza con su familia en 1868. En aquel suelo habían nacido sus hijos Andrés, José, María, Alfonso, Filomena y Francisco. Posteriormente, la familia se agrandó y llegaron otros hijos más: Inés, Catalina Constancia, Ludovico y Paulina.

Los Lagger eran una familia vieja de Zendens Goms que, ya en 1305, gozaban de un reconocimiento en Reckingen. En el siglo XV se trasladaron a vivir a Geschinen y en el siglo XVI a Münster. Eran familias inquietas, que gustaban de cambiar de lugar de residencia. Todos los descendientes fueron agricultores y trabajaban en la huerta. En esos grupos había muchos religiosos y un doctor en Medicina, además de escritores y botánicos.

Familia numerosa

Los Lagger formaron todos familias muy numerosas. Debido a las dificultades que representaba la subsistencia para núcleos tan grandes, decidieron emigrar a la Argentina y dejar su patria para lanzarse a la aventura de una vida mejor. En sus pueblos de origen, ellos tenían períodos de inundaciones y también sequías que malograban sus cosechas, mientras que aquí encontraron otras posibilidades, pero con dura lucha y mucho trabajo.

Cuando los Lagger llegaron a la Argentina se radicaron en la zona de San Carlos Norte y luego en San Jerónimo Norte y Las Tunas, en la provincia de Santa Fe, para dedicarse a la agricultura y la ganadería.

En este sentido, Héctor Lagger aseguró que "hoy podemos mirar nuestras raíces y penetrar en ellas para apreciar el árbol al que pertenece nuestra rama. Si no nos comunicamos y nos conocemos mientras estamos en vida, �cuándo lo vamos a hacer?".

Planteó, además, que "los vínculos de sangre de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos dan la pauta de nuestra descendencia suiza. Por este motivo, decidí convocar a todos los que llevamos este apellido a este reencuentro. Pero como organizador también quiero hacer un homenaje a mi madre, de apellido Barlatey, motivo por el cual también invité a otros familiares".

Libros alusivos

Según anunció Héctor Lagger, el historiador José Luis Eggel presentará el libro de genealogía familiar, además de fotografías que recuerdan a los primeros integrantes de esa familia que llegaron al país.

Héctor Lagger también hará lo propio en esta oportunidad, poniendo a disposición de los presentes un libro de la genealogía de los Lagger-Barlatey.

Respecto a su familia materna, explicó: "mi abuelo materno, don Basilio Barlatey, estaba casado con Judith María Marisad, ambos nacidos en el cantón de Monthey, en Suiza. Emigraron en 1874 y se radicaron en Las Tunas, donde se dedicaron a la agricultura y la ganadería y formaron una familia de 12 hijos: Elisa (casada con Gundi), Mario, Basilio, José, Celestina (casada con Karlen), Ángela (casada con Lagger), Federico, Regina (casada con Imhoff), Palmira (casada con Donnet), Emma (casada con Claret), Julia (casada con Briggiler) y Sidonia (casada con Colombara). Actualmente quedan pocos miembros".

"Esta familia -cuyo apellido se escribió de diferentes maneras con los años, como Ballatier, Barlatery, Barlattey o Barlatey, entre otras- estaba integrada por administradores, abogados y notarios, además de jueces del Tribunal del Distrito de Monthey -comentó-. Su lema era `Lealtad, en todos los deberes', según indica el Armonial Valesano de 1946".