El jueves pasado, al atardecer, se propagó el rumor. En la mañana del viernes dejó de serlo y se convirtió en certeza, cuando la Compañía Industrial Cervecera SA (Cicsa- Cervecería Santa Fe) remitió a los medios un e-mail, anunciando la compra de su competidora, Inversora Cervecera SA (Icsa), por exactamente 88 millones de dólares.
La operación debe aguardar la aprobación de la Secretaría de Comercio Interior a cargo de Guillermo Moreno. Si hay luz verde, Cicsa se consolidará como el segundo gran jugador en un mercado que en 2006 facturó cerca de 2.500 millones de pesos, de acuerdo con estimaciones del sector.
La movida fue inesperada porque, en julio pasado, Fernando Sanchís, gerente general de Compañías Cerveceras Unidas (CCU, del grupo chileno Luksic que, asociado con la norteamericana Budweiser y la holandesa Heineken, controla Cicsa), había desestimado la posibilidad de nuevas inversiones en la Argentina. El argumento fue que "por el momento es suficiente con la capacidad instalada", refiriéndose a Cervecería Santa Fe y la planta de Salta.
De hecho, la compra de Icsa (marcas Bieckert, Palermo e Imperial) incluye la planta procesadora de Luján, provincia de Buenos Aires, con una capacidad de producción nominal anual aproximada de 2,7 millones de hectolitros. Si esto se suma a la capacidad actual de Cervecería Santa Fe, que supera los 3 millones de hectolitros, y la del establecimiento salteño, la nueva musculatura de la empresa tiene potencial como para cubrir cerca de 50 por ciento de los 14,8 millones de hectolitros comercializados por toda la industria en 2006, según datos de la Cámara que agrupa los fabricantes de cerveza.
Con el nuevo acomodamiento del mercado, Cicsa tendrá el manejo de 18 de las 33 marcas que se comercializan en el país. De las restantes, 13 pertenecen al grupo belgabrasileño AmBev (Quilmes) y 2, a Cervecería Argentina SA, del grupo alemán Warsteiner International KG, que elabora en el país Warsteiner e Isenbeck.
Las marcas Palermo, Imperial y Biekert, que según comentarios del mercado facturan alrededor de 25 millones de pesos anuales, tienen 5,8 por ciento del share cervecero nacional, que se suma al 16,8 por ciento que retiene Cicsa, apoyada en sus marcas Schneider, Budweiser, Heineken, Salta, Santa Fe y Córdoba, además de la distribución exclusiva de la irlandesa Guinnes y la mexicana Corona.
Al cruzar los reportes correspondientes al mes de agosto de la consultora Nielsen y Asociados con los datos aportados por las propias compañías, el nuevo mapa cervecero nacional quedaría con AmBev (Quilmes y otras marcas) cubriendo 70,4 por ciento del share, Cicsa con 22,6 y Isenbeck-Warsteiner con 7 por ciento.
Mientras tanto, desde la última semana de setiembre comenzó la instalación en Cervecería Santa Fe de 2 nuevos tanques de fermentación, tras un desembolso de 3,5 millones de pesos. En conjunto, estas unidades permitirán a la compañía incrementar la producción de Heineken en 14 mil hectolitros mensuales.
Los tanques, denominados Horap, son fermentadores que trabajan de manera horizontal (la mayor parte del resto de los fermentadores se coloca en posición vertical), dado que se utilizan para elaborar un tipo de cerveza que emplea una levadura que requiere menor presión que la que se registra en un tanque vertical. Actualmente, la planta cervecera cuenta con 6 de estos tanques Horap. Durante 2006, la empresa elaboró en total 1.415.000 hectolitros, estimando que para el presente año la producción superará en más de un millón de litros ese volumen y alcanzará 1.530.000 hectolitros. En ese total, las marcas internacionales que produce la firma también aguardan incrementar su participación de mercado. En el caso de Budweiser, la producción alcanzará los 900 mil hectolitros (721 mil en 2006), en tanto Heineken llegará a los 380 mil, superando los 309 mil del año pasado.
Otra de las inversiones, por valor de unos 3 millones de pesos, se orientó a la compra de envases y cajones, que apunta a tener mayor volumen de cerveza en el mercado y a mejorar el abastecimiento de la demanda en los meses pico.
"Los volúmenes de producción están aumentando, siguiendo las proyecciones del mercado, y debemos acompañar ese crecimiento, potenciando nuestras capacidades e incorporando nuevos recursos en la producción. Este tipo de inversiones afirma el compromiso de la empresa con el desarrollo industrial de Santa Fe", dice Eduardo Cetta, gerente industrial de Cervecería Santa Fe.
Tales proyecciones de mercado tienen base estadística en un informe de la consultora Nielsen y Asociados. De acuerdo con el mismo, en la ciudad de Santa Fe las marcas que maneja la compañía vienen creciendo a un ritmo sostenido y, según el reporte correspondiente al mes de agosto de 2007, retiene para sí 62,7 del share de mercado. En igual mes de 2006, ese índice era de 60 por ciento y, en junio de 2007, el indicador se encontraba en 60,5 por ciento. Del total local de Cicsa, 40,6 por ciento corresponde a la suma de las marcas Santa Fe y Schneider. La otra gran protagonista del avance es Budweiser, que en agosto de 2006 mostraba un share de 13,3 por ciento y, en el mismo mes de 2007, llegó a 15,6 por ciento.
Otro de los indicadores que maneja Cicsa para su proyección de ventas es la encuesta periódica sobre preferencias de los consumidores realizada por la consultora Ipsos-Mora y Araujo. El más reciente informe indica que, de los santafesinos consultados, 51,97 por ciento prefiere, en primer lugar, la marca Santa Fe, mientras 16 por ciento la tiene como segunda opción. En términos sociodemográficos, la preferencia es mayor entre los varones (63 por ciento de la muestra), en tanto las mujeres representan el porcentaje restante (37 por ciento).
El detalle a tener en cuenta es que en el cuarto trimestre de 2006 la marca había cerrado su medición con 24,72 por ciento de preferencia. De otro modo: en los últimos 9 meses más que duplicó esa tendencia y la temporada de alto consumo recién está comenzando.
Una industria en números
De acuerdo con los números de la Cámara Argentina de la Industria Cervecera, durante 2006 se vendieron en el país 14.800.000 hectolitros contra 13.900.000 vendidos en 2005 y 13.400.000 de 2004. En términos de dinero, las estimaciones indican que la cerveza representa aproximadamente 18 por ciento de los 14 mil millones de pesos anuales que facturan las bebidas alcohólicas. Se trata de una industria que muestra una gran segmentación, en la que aparecen marcas con menos de 1 por ciento de participación.
Dicha segmentación se indica por categorías. En la categoría Super Premium (4 por ciento del mercado) se enrolan las marcas de CCU, Guinnes, Heineken y Corona, que compiten contra Stella Artois (AmBev) y Warsteiner.
En la categoría Premium, (62 por ciento), la batalla se da entre Budweiser, Schneider y Santa Fe, de CCU, contra Iguana y Quilmes de AmBev. En rango aparte y compitiendo por precio (24 por ciento del total) se encuentra Brahma, de AmBev, e Isenbeck, de Warsteiner.
Félix Canale