Temporal con granizo y ráfagas que superaron los 100 km/h
La lluvia aplacó el calor y anegó calles de la ciudad
La Dirección Provincial de Comunicaciones registró, hasta las 9 de hoy, una cantidad de 55 milímetros de agua caída en la ciudad. En barrios donde los desagües están obstruidos con basura, o no están hechos, se anegaron las calles y se generaron inconvenientes en domicilios. Las piedras, pese al tamaño, no fueron la mayor preocupación de la gente.

De la Redacción de El Litoral

El agobiante calor de la víspera cesó con los milímetros caídos durante la noche y la madrugada de hoy. Sin embargo, para muchos santafesinos, la aproximación de la tormenta no fue una buena noticia porque sabían, como ocurre siempre, que las calles iban a anegarse por completo y a generarse diversos inconvenientes.

Bocas de tormenta tapadas con basura y desagües sin hacer constituyeron algunas de las causas por las que muchos vecinos, incluso del microcentro y centro de la ciudad, vieron las calles anegadas de cordón a cordón, en algunos casos, y hasta agua en los interiores de sus domicilios, en otros.

En Nueva Pompeya

Ramón vive sobre San José al 7800 y fue uno de los vecinos que, según pudo observar El Litoral en la recorrida realizada esta mañana, resultó muy afectado por la tormenta.

Con botas en los pies, meditando sobre qué hacer por la cantidad de agua acumulada en la entrada de su vivienda, manifestó no estar sorprendido por la situación ya que le es común anegarse "aunque caigan dos gotas".

Ramón habita Nueva Pompeya desde hace 36 años, cuando "no ocurría eso de no poder salir de tu casa". "Antes había una cava que impedía que nos inundemos, pero después se rellenó. Además, el zanjón que evitaría los anegamientos está todo tapado de basura y la Municipalidad no lo limpia desde hace tiempo", dijo el vecino. Y acotó: "Los problemas en este barrio comenzaron después de la inundación de 2003".

Consultado sobre las piedras, indicó que eran grandes pero no causaron ningún daño en la zona.

En Santa Rita

Sin gente se veían esta mañana las calles del barrio Santa Rita. Y el agua acumulada en las calles, según argumentaron los pocos vecinos que tuvieron que salir obligados a hacer los mandados, mucho tuvo que ver con ello. "El problema no es la lluvia sino que no están hechos los desagües en este barrio", explicó Dora.

Al igual que en Nueva Pompeya, en Santa Rita las calles se anegan con pocos milímetros. Y la situación, contó Sandra, data desde el día en que les entregaron las viviendas de un plan, es decir diciembre de 1999. "Cada vez que llueve, la situación acá es de terror. Y todo porque no hicieron los desagües", dijo la mujer.

En Chalet

Veinte minutos de intensa lluvia fueron suficientes para que el agua rebasara las zanjas y ganara terreno sobre calles y veredas en algunos sectores de barrio Chalet.

"Acá siempre se inunda, no se puede entrar ni salir cuando llueve. Uno vive con el corazón en la boca porque el agua te puede llegar hasta el primer ladrillo de la pared o mucho más arriba. Nunca se sabe", comentó Adela, que vive en Pietranera al 3800. "Estamos cansados de esta situación pero esta casa es nuestra y no lo podemos abandonar", resume con resignación Mario, su esposo.

En Roque Sáenz Peña al 900 el agua pasó una barrera más: ingresó a una casa. "A los 20 minutos que empezó a llover ya no se podía entrar en mi casa y el agua de la calle tardó en bajar una hora y media", afirmaron Sandra y Josefa.

Pero el peor panorama lo tenían dentro de su propio hogar."Había agua en toda la casa. Cada vez que llueve la situación se repite: tenemos que levantar todo para que no se nos arruine lo poco que tenemos. La verdad es que estamos cansados. Cuando sentimos que hay tormenta temblamos porque sabemos que nos vamos a inundar", comentaron las mujeres.

A unas cuadras de allí, en San José y J.J Paso, esta mañana aún estaban colocadas las bolsas de arena que un matrimonio utilizó para defender su casa del agua.

"El agua subió uno 30 centímetros sobre la vereda, no alcanzaba a desagotar y salía por las bocas de tormenta. En 20 minutos ya teníamos el agua en la puerta y no entró en la casa porque pusimos las bolsas", comentaron Carlos y Mercedes.

El hombre también sufrió los efectos de la tormenta y debió esperar hasta que el agua drenara para poder regresar a su domicilio. "Anoche me quedé varado en Tucumán y Rivadavia. Tuve que subir con el auto arriba de la plaza porque no podía salir para ningún lado", comentó.

En Centenario

Los efectos de la tormenta en las calles del barrio Centenario no sorprenden a los vecinos, sobre todo a quienes viven en Colón entre el 3300 y 3500 y en Rodríguez Peña al 500.

"Esto era un río: se inundó de vereda a vereda. Y si seguía lloviendo un rato más teníamos el agua adentro porque ayer quedó en la puerta", relata Miguel Ángel.

Raúl, un comerciante que vive en Colón al 3100, dijo que el agua escondió la calle y avanzó por encima de los cordones."Con una hora de lluvia torrencial siempre ocurre esto", grafica.

A poca distancia de allí, en Rodríguez Peña al 500, la situación no era disímil. "En la mitad de la calle el agua te llegaba a la cintura y las veredas estaban inundadas hasta los pilares de luz y de gas. A los autos que estaban estacionados el agua les daba en la mitad de la puerta", comentó Rocío.

Para evitar daños sobre sus bienes, los vecinos tomaron precauciones. Un hombre colocó en la puerta de su casa una protección de madera y otros subieron los autos a la vereda.

Voladura de techos

Al cierre de esta edición, Laura, una vecina del barrio 29 de Abril 3, manifestó que con el fuerte viento se volaron los techos de cinco viviendas. Cabe señalar que las mismas corresponden a las que fueron entregadas por la Cruz Roja Alemana para afectados por la catástrofe hídrica de 2003 en inmediaciones de la avenida Aristóbulo del Valle y Callejón El Sable.

Inconvenientes

El Cobem informó que durante la tormenta recibieron llamados de vecinos de Chalet, Santa Rosa, Santa Lucía, Pompeya, Alfonso y Barranquitas preocupados por la cantidad de agua que había acumulada en las calles y por la posibilidad de que ingresara en las viviendas.

También registraron denuncias por cables cortados en Azopardo al 9000, avenida Galicia al 1300 y Bernardo de Irigoyen al 9200, por un poste de teléfono caído sobre una vivienda en 12 de Infantería al 2470 y dos árboles caídos en la zona del macrocentro.

En tanto, desde la Empresa Provincial de la Energía comunicaron que en la ciudad se produjeron algunos reclamos domiciliarios puntuales en líneas de baja tensión, originados por cables cortados o ramas caídas. Y afirmaron que en la medida en que la guardia de la EPE tome conocimiento de cada situación solucionará el problema.

Muchos daños en las quintas

El presidente de la Sociedad y Cooperativa de Quinteros, Guillermo Beckmann, trazó un sombrío panorama después del temporal de anoche que afectó principalmente la zona de El Chaquito, Angel Gallardo e invernaderos situados en Recreo Sur.

"El granizo, acompañado del fuerte viento, no fue intenso en cuanto a la duración pero sí de un tamaño considerable lo que perjudica la cosecha de zapallitos que es de excelente calidad este año", evaluó Beckmann.

También el productor explicó que el fenómeno climático dejó en mal estado a las verduras de hoja, principalmente lechuga y acelga, que están golpeadas por la piedra; además del tomate cuya cosecha todavía no comenzó. No obstante, declinó en hacer una cuantificación de las pérdidas por cuanto "las consecuencias de este tipo de temporal se notan con el paso de los días", advirtió el directivo.

Pese al cuadro de situación, Beckmann aclaró que "no va a escasear la verdura pero si habrá una baja en la calidad del producto". Para quienes disponen de la posibilidad de utilizar mediasombra, no sufrieron ningún problema.

Finalmente, Beckmann abogó por créditos blandos para el sector. "No queremos subsidios sólo tasas de interés más bajas por el riesgo que corremos", aseguró.