Reclamo de la Cámara de Boliches
Piden por una noche más segura
Actualizar la legislación que regula la actividad y optimizar los controles, con ley pareja para todos, son viejos reclamos de los empresarios que integran la Cámara. Aseguran que ninguna autoridad ha tomado la decisión política de revertir las irregularidades. Gestionan una reunión con el futuro intendente.

El cimbronazo que produjo a fines del año 2004 la tragedia de Cromagnon en toda la sociedad argentina repercutió en nuestra ciudad. En medio de clausuras masivas y controles exhaustivos por parte del gobierno municipal, un grupo de empresarios de boliches decidió agruparse bajo el slogan "Por una diversión sana y segura". En los primeros meses de 2005 surgió la Cámara de Empresarios Santafesinos de Boliches, Pubs y Afines con el objetivo de "buscar soluciones a problemas de fondo".

Tras casi tres años de trabajo, sus representantes aseguran haber logrado muy poco. "Vemos que las autoridades no se involucran en una cuestión general, se van tapando parches y nunca se resuelve el tema de fondo", dijo el presidente, Germán Ramseyer, acompañado por dos integrantes, Héctor Desvaux y Juan de Dios Serrano.

La Cámara está integrada por 18 empresarios y para ser miembro se exige "estar en regla, tener todas las habilitaciones y funcionar en el rubro que corresponde. No hay un interés sectorial, nos agrupamos porque queremos hacer las cosas bien y veíamos que en la noche valía cualquier cosa".

Antiguas fallas

Entre las mayores preocupaciones, destacan la venta de bebidas alcohólicas a los jóvenes "en cualquier kiosco sin ningún tipo de controles", lo cual está prohibido por ordenanza Nº 10.708. "Eso les levanta las revoluciones, sin generalizar, y llegan a los boliches en una situación preocupante, lo cual repercute en problemas de seguridad, incluso en la vía pública", afirmaron.

Además, los llena de impotencia que no se ejerzan controles para impedir el funcionamiento de confiterías bailables que están habilitados como comedor con espectáculos. "Después nos labran infracciones porque nos faltan matafuegos. ¿Y los que meten 3 mil personas y no tienen salida de emergencia porque están habilitados como comedor y no como boliche?", preguntaron.

Para habilitar una confitería, el municipio exige que cuente con un seguro de responsabilidad civil. "Después no lo pide más, es decir que si dejo de pagarlo al segundo mes nadie lo va a notar". Para funcionar en un marco de mayor seguridad, propusieron a través de un proyecto de ordenanza que cada establecimiento cuente con una carpeta con la documentación y que reciba un seguimiento mensual. "Es elemental, pero no prosperó y hoy no hay ordenanza que lo exija".

Para la Cámara, el Tribunal de Faltas se ha convertido en un organismo recaudador. "Nos labran actas de infracciones porque el inspector encuentra una tarjeta de un boliche tirada en la peatonal y tenemos que probar que no la tiró un empleado nuestro sino un ciudadano. No tenemos defensa, la palabra del inspector vale ante todo". Otro ejemplo: "Nos labran infracciones por cierre fuera del horario establecido por ordenanza, pero ni se toman la molestia de ir al boliche. Entonces pusimos escribanos que estén entre las 3 y las 6 de la mañana y constaten que no apareció ningún inspector. Cuando llegaba la infracción nos íbamos a la jueza con la constatación y de ese modo dejaba sin efecto la multa". También se ha multado por esta causa a boliches que estaban cerrados.

"No es un problema de este gobierno, viene de arrastre porque no hay compromiso de ningún sector para resolver el problema de fondo, tampoco de los legisladores, que tienen una importante tarea por delante", dijeron. Y para corroborar esta afirmación recordaron que ya en el año 1991 platearon estos problemas al entonces intendente Jorge Obeid en una reunión que mantuvieron en el hotel Conquistador.