DE RAÍCES Y ABUELOS
Idénticos orígenes y sueños compartidos

La investigación aportó más datos sobre aquellos que dejaron sus tierras para poblar su localidad, Los Quirquinchos.. 

Historias familiares. Alumnos de diferentes escuelas de la provincia respondieron a la convocatoria del Archivo Histórico de la Provincia para indagar sobre historias familiares.

"Somos Ernestina (Mattioli), Agustín (Maggi) y Melina (Benincasa). Estamos cursando 2° año del nivel polimodal en la E.E.M.P.I N° 8.070", se presentaron los alumnos de Los Quirquinchos, departamento Caseros, que ganaron el año pasado el premio categoría Genealogía de la IX Jornada de Iniciación Historiográfica y 33° Concurso Brigadier General Estanislao López, organizado por el Archivo General de la Provincia, a través del Archivo Histórico.

Y continuaron: "Las motivaciones del trabajo fueron el deseo de emprender una nueva experiencia, sabiendo que después quedaríamos enriquecidos de ésta, y el interés por conocer nuestros antepasados, sus historias, sus proyectos y sueños. Al finalizar el trabajo podemos decir que -además de todos los datos que obtuvimos- nos fue posible unir tres familias en un sólo árbol, lo que nos pareció genial, ya que a partir de ahora sabemos que tenemos algo en común: nuestras raíces y sueños compartidos".

Para la investigación -conducida por la Prof. Graciela Meneguzzi- tuvieron en cuenta a dos autores: Haydeé Parapetti, docente de aquel pueblo que escribió el libro "Los Quirquinchos, mi patria chica"; y Jorge Isaías, también nacido en Los Quirquinchos en 1946, quien traspasó los límites del pueblo de manos de la poesía. Una de sus obras más difundidas es "Crónica gringa".

El trabajo comprende un breve análisis de la oleada inmigratoria que llegó a nuestro país: "Finalizando el siglo XIX, Europa bajo el influjo que América ejercía sobre los hombres, miró con esperanza al nuevo mundo y se desgranó en contingentes de italianos, suizos, españoles, austríacos y otros pueblos que se embarcaron para estas tierras dispuestos a participar del milagro que ya vivían parientes y amigos, que habían desafiado a la incertidumbre de las grandes promesas y hablaban maravillas de estas tierras".

Y agregaron: "Santa Fe esperaba de sus brazos y de sus esfuerzos, considerando la necesidad de poblar el sur de la provincia y fomentar la actividad agrícola. Dictó leyes para impulsar el proceso de colonización y hacia 1869 contaba con 13 colonias y 65.548 hectáreas cultivadas con una proporción mayoritaria de agricultores, que luego requirieron comerciantes, artesanos, albañiles, etc.. En 1880, procedentes de Baradero (Buenos Aires), el matrimonio Eusebio Ferreira y Leocadia Sosa, adquirió tierras al sur de San José de la Esquina. Fundó el establecimiento agrícola ganadero `La Carmencita', que era el nombre de su hija. Es, por lo tanto, el primero creado en el distrito. Estas tierras pertenecían al departamento de San Lorenzo, hasta que por una ley de diciembre de 1890 se creó el departamento Caseros".

La mejor ofrenda

Posteriormente, analizaron el significado de la genealogía, a la que explicaron como "la historia de los ascendientes de una familia representados a menudo en forma ramificada (árbol de familia) en el orden de sucesión, con el ascendiente más lejano a la cabeza y las últimas generaciones situadas en líneas de ascendencia directa y colateral (indirecta)".

Los alumnos pudieron indagar que el método tradicional para conocer la identidad de los antepasados es preguntar a padres y abuelos, ya que éstos suelen disponer de registros escritos y su memoria suele ser clara y exacta. A partir de ahí puede ampliarse la investigación con visitas a bibliotecas, registros civiles y eclesiásticos para buscar datos de registros municipales, de bodas, de bautizos y de defunciones.

Gracias a este proceso, los chicos pudieron descubrir que los tres tenían algo en común. En sus orígenes, la mayoría de sus antepasados procedieron de Italia. Mafalda (abuela de Ernestina) e Ilda (abuela de Agustín) son hermanas. Además, Ida (bisabuela de Melina) y Alfredo (abuelo de Agustín) son primos. También concluyeron que amigos o conocidos, en alguna parte de sus ascendientes, tienen lazos familiares comunes.

Por eso, advirtieron que "en nuestro pueblo existen familias con el mismo origen, el de los inmigrantes, que llegaron a estas tierras en busca de paz y progreso, con la esperanza de dejar atrás el hambre y la guerra. De ellos descendemos, somos herederos directos de aquellas historias de sueños y sacrificios. Ellos nos dejaron su herencia, la identidad que tenemos. y hoy decidimos honrarla a través de este trabajo. Recordar nuestro pasado será la mejor ofrenda".

Los Mattioli

La historia paterna de Ernestina Mattioli comienza con Luisa Gratti, su bisabuela, quien vino de Italia a los 19 años con su familia, huyendo del hambre y la guerra. Conoció a Amadeo Luis Mattioli en Los Quirquinchos, donde se casaron en 1924. Tuvieron una vida de trabajo y sacrificio de esta unión nacieron 10 hijos: Esther, Teresa, Rosita, Elvira, Anunciada, Ángel, Ernesto, Aldo, Adelina y María Julia (falleció a los 5 años). Éstos les dieron nietos y bisnietos, quienes se asentaron en estas tierras y contribuyeron al progreso del país que eligieron sus padres, dedicándose -la mayoría- a la actividad agrícola. Recogieron a lo largo de estos años el fruto de estos suelos fértiles del sur santafesino.

Respecto a la familia materna, contó que Serafín Gardella y Anunciada Puchini -sus bisabuelos- se casaron muy jóvenes en Italia, en 1890, y luego emigraron a la Argentina. Se instalaron en Bombal y tuvieron 6 hijos: Asunta, Virginia, Carmela, José, Augusto y Antonio. Uno de ellos, José, conoció allí a María Servini, con quien se casó en Firmat en 1921. Tuvieron 10 hijos: Vital, Aldino, Ada, Viola, Ilda, Ernesto, Carlos, Mafalda, Elda y José María.

"Esta familia numerosa hizo un culto a las tradiciones familiares, a la amistad y a la solidaridad, sentimientos que esparcieron a su alrededor y que transmitieron de generación en generación.

Los Maggi

Agustín Maggi relató que sus antepasados arribaron de Italia a mediados del siglo XIX, provenientes de Umana, Macerata y Ancona. Llegaron en barco escapando de la pobreza, con toda la ilusión de progresar, formar una gran familia y así construir su futuro. Vinieron atraídos por las mejores condiciones de vida y por las mayores oportunidades.

Victorio Delmaschio y María Palmieri, y Mercedes Castenetto y Luis Spinaci eran sus bisabuelos maternos. En tanto, los paternos eran Pedro Maggi y Palmira Buccolini y María Severini y José Gardella.

Se dedicaron a las actividades agrícolas y ganaderas y residían en casas construidas en el campo. Estas labores les demandaban muchas horas de trabajo porque todo lo hacían de forma manual. Tuvieron hijos americanos, los que continuaron con las mismas actividades agrícolas de sus padres, aunque con máquinas más modernas.

El lugar de residencia dejó de ser el campo ya que habían emigrado hacia el pueblo, para un mejor bienestar familiar y por la mayor disponibilidad de servicios que tenía.

Los Benincasa

Por último, Melina Benincasa contó que Juan Francisco Alegre e Ida Maggi eran sus bisabuelos maternos. Él había nacido en Los Quirquinchos, pero ella era inmigrante italiana, nacida en Macerata, y había venido a la Argentina cuando tenía 12 años. Tuvieron 8 hijos: Ana (falleció a los 40 días de nacer), Delia Inés, Nilda Elsa María, Juan Héctor, Luis Carlos (abuelo de Melina), Irma Marta, Eduardo Fernando y Hugo Ramón.

Respecto a sus bisabuelos paternos, explicó que eran Pedro Ortigosa (nacido en España en 1908) y Zulema Flora Herrera (descendiente de indígenas, nacida en tierras guaraníes: Victoria, Entre Ríos). Se casaron en 1921, cuando ella tenía 15 años y él sólo 18. Criaban animales a pocos kilómetros de esa ciudad para poder alimentar y cubrir las necesidades de su numerosa familia. Sus hijos fueron: Carola, Carlina, Zulema, María, Antonio, Luisa Isabel (abuela de Melina), Dora, Evaristo, Josefa, Pedro, Oscar y Luis.

Cada una de estas familias de Los Quirquinchos tiene su historia, anécdotas y actividades propias y comunes, que no podríamos reflejar en estas páginas. Al menos pretendimos dar una primera aproximación a estos relatos, para destacar las investigaciones realizadas por los alumnos, que recibieron sus merecidos premios.

textos de Mariana Rivera