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"No se permitirá ninguna separación, ninguna división de Bolivia", afirmó Evo Morales en un acto de graduación de nuevos policías en La Paz.
"Aquí no hay autoritarismo ni dictadura", sostuvo Morales, al hacer un nuevo llamado al diálogo "sincero y honesto" con la oposición para que Bolivia siga cambiando y "deje de ser el último país de Sudamérica".
Morales aseguró que los departamentos opositores buscan la separación del país, que sus estatutos son ilegales y advirtió que las Fuerzas Armadas preservarían la unidad del país.
"Están las Fuerzas Armadas, está el pueblo boliviano, para que el país jamás se desintegre", dijo. "El proyecto de autonomías busca separar a Bolivia, pero la unidad del país no se discute", agregó.
Las críticas del presidente estuvieron dirigidas especialmente a las regiones opositoras de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, cuyas autoridades daban a conocer hoy los estatutos de autonomía que quieren aplicar en esos departamentos y que han sido elaborados al margen del proyecto de nueva Constitución.
La población de esas regiones aprobó en un referendo en 2006 ir a un régimen autonómico departamental, que sus dirigentes impulsan por su cuenta porque consideran que el nuevo proyecto de Constitución promovido por Morales perjudica sus aspiraciones.
En Santa Cruz (oriente), la más grande y rica del país y feudo de la oposición a Morales, el consejo departamental se transformará en órgano legislativo y comenzará a elaborar una nueva base jurídica e institucional para esa región, publicó ayer el diario cruceño El Deber.
Varios miembros del gobierno, entre ellos el vicepresidente, Álvaro García Linera, han advertido en las últimas horas que la única manera de que ese estatuto sea legal es que se apruebe cuando la nueva Carta Magna entre en vigencia.
Por su parte, el principal partido opositor Poder Democrático y Social (Podemos, derecha), los prefectos (gobernadores) de las cuatro regiones que apuestan por la autonomía y el de Cochabamba han denunciado que el proyecto de Carta Magna, que aún debe ser sometido a referendo, es ilegal y amenazan con desacatarlo.
La oposición no tiene la posibilidad de apelar ese proyecto ante el Tribunal Constitucional debido a que ese órgano sufrió el jueves la tercera dimisión en pocos meses, que lo dejó sólo con dos magistrados que no alcanzan el quórum para su funcionamiento.
De su parte, la directiva de la Asamblea Constituyente, presidida por la indígena quechua Silvia Lazarte, entregó hoy la propuesta de Carta Magna a Morales, en un acto en la Plaza Murillo de La Paz.
Los embajadores acreditados en Bolivia, el Defensor del Pueblo, las iglesias católica y evangélica, los empresarios y la prensa expresaron el jueves su preocupación por la posibilidad de que en el país se desate una ola de violencia.
Los hechos violentos más recientes se produjeron en las últimas horas en Sucre, donde varios manifestantes quemaron un vehículo del gobierno que intentaba transportar documentación de la Asamblea Constituyente.
Además, medios locales informaron que cuatro funcionarios de la Constituyente fueron retenidos por varias horas en el teatro que sirvió de sede a la Asamblea durante su mandato, con excepción de la sesión celebrada en un liceo militar de Sucre y de la última de Oruro.
Cuatro departamentos de Bolivia se declaraban hoy autónomos mediante estatutos donde se otorgan a sí mismos facultades ejecutivas y legislativas.
Los departamentos de la agroindustrial Santa Cruz, la gasífera Tarija, la ganadera Beni y la amazónica Pando -que concentran el 67 % del PBI boliviano- buscan tomar el control de funciones hasta ahora en manos del gobierno central y del Congreso en La Paz, en un abierto desafío al gobierno de Morales.
Dirigentes políticos y cívicos en las cuatro regiones han aprobado por separado entre jueves y viernes sus propuestas de estatutos que presentaban hoy en cabildos populares para luego exponerlos en referendos locales.
"Estamos en el camino de las autonomías y la democracia", afirmó el prefecto del rico departamento de Santa Cruz, Rubén Costas, la cabeza más prominente de la oposición empresarial, civil y política al gobierno de Morales.
"Este mediodía veremos el nacimiento de una nueva república autonómica", sentenció por su lado Pablo Klinsky, presidente de la Asamblea Preautonómica de Santa Cruz.
Las propuestas de las cuatro provincias coinciden en líneas generales en dar mayores facultades al prefecto y convertir los consejos departamentales en asambleas legislativas cuyos miembros serán elegidos por voto popular.
Asimismo, plantean asumir las funciones de policía y recaudar y distribuir internamente sus impuestos, principalmente mineros, hidrocarburíferos y forestales.
Las cuatro regiones han radicalizado sus acciones autonómicas tras la aprobación, el domingo pasado, en la Asamblea Constituyente de la nueva Carta Magna, sin presencia del principal partido opositor, que la considera altamente indigenista y estatista.
Las regiones confiaban en que la Constitución les otorgaría las autonomías que ya habían sido aprobadas por un referendo en julio de 2006.
La Constitución -que de cualquier modo no es reconocida ni por estas regiones ni por la oposición de derecha- sí consagra las autonomías departamentales pero le suma autonomías municipales e indigenistas que en la práctica le quitan cualquier fuerza a esta iniciativa.
Se sumó Chuquisaca
El departamento sureño de Chuquisaca, cuya cabeza es Sucre, capital de Bolivia, inició un proceso de recolección de firmas para convocar a un referéndum autonómico y plegarse al movimiento que encabeza la próspera Santa Cruz y secundan otras tres regiones.
Las autoridades civiles del departamento abrieron los libros en la plaza de armas de esta ciudad que fue sacudida por violentos disturbios a fines de noviembre, cuando la mayoría oficialista aprobó una nueva Carta Magna con la que el presidente Evo Morales pretende refundar Bolivia, pero que es resistida por Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
EFE-AFP