Revelador ensayo sobre la música en Xul Solar

Xul Solar buscó siempre una conjunción de las artes, en una vocación de exploración que el futuro reconocería preponderantemente a través de su expresión plástica. Ya en su libreta de enrolamiento había declarado ser "músico y pintor", y en su juventud atendió la búsqueda de Baudelaire y su afán por una interrelación de la artes. Una concepción que atañe no sólo a las técnicas de expresión, sino a zonas más profundas y personales, de autoconocimiento y de acceso a la teosofía y al misticismo que pobló la vida de este gran personaje argentino.

La música ocupó uno de sus principales intereses, como se ocupa de rastrear "Xul Solar, un músico visual", de Cintia Cristiá, que acaba de publicar Gourmet Musical (www.gourmetmusicalesediciones.com). El libro recorre la vida y obra del artista, basándose en testimonios y en documentos, muchos inéditos, provenientes de la Fundación Pan-Klub-Museo Xul Solar, que nos revelan a un Xul instrumentista, cantante, compositor, y a "un Xul que lleva a sus cuadros la energía, la magia de esa música que lo transporta".

Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari había nacido en 1887, en San Fernando, provincia de Buenos Aires, y ya de joven manifestó sus intereses musicales, como comprar un piano con el dinero ahorrado con sus trabajos de vacaciones. Wagner y Bach ocupaban el sitio de honor en su aprecio.

"Haciéndose eco de las ideas de Kandinsky, Xul Solar no sólo ve en la música una fuente de inspiración sino que apela a ciertos parámetros musicales con el fin de mejorar la expresión visual de su vida espiritual". Cristiá analiza cómo las primeras experiencias plástico-musicales de Xul se organizan en torno al ritmo, como en la acuarela "Entierro" de 1912-14, que representa una procesión fúnebre en la que "un aura con forma fetal que se desprende la mortaja hace alusión a la trasmigración de las almas, lo musical parece revelarse en el movimiento de la escena creado por la ubicación relativa de los personajes sobre ese camino. En efecto, los monjes con sus oscuras túnicas remiten a figuras de notas y sugieren un ostinato rítmico-visual que guía la marcha: los que están en grupos de tres representarían a tres corcheas, los que están solos serían negras".

Otras acuarelas del período Europeo aluden a la música relacionada con las veladas de cabaret, clubes nocturnos y escenarios.

En 1924 termina la experiencia europea de Xul e ingresa en los movimientos de vanguardia que surgen en Buenos Aires. Fiel a su admirado Wagner, que consideraba al movimiento de la danza un recurso para hacer inteligible las artes mayores de la poesía y la música, varias acuarelas de la época presentan rondas, bailes con fondos de pequeños círculos, cuadrados y manchas de colores que, como imaginaba la concepción sonoro-plástica de Kandinsky, figurarían sonoridades distintas según sus colores, dimensiones y formas. "Los agrados de intensidad del pianissimo al fortissimo pueden encontrar su equivalente en el crecimiento o la disminución de la línea o bien en su grado de claridad", escribe en "Punto y línea sobre el plano".

Recordemos que Xul Solar exploró e inventó. Inventó el neocriollo, lenguaje pensado como lingua franca para Latinoamérica combinando elementos del portugués y del castellano con estructuras del inglés y el alemán, y que incorpora algunas palabras del francés y del italiano. De la misma forma exploró e inventó en el campo musical.

Así, por ejemplo modificó los teclados de un piano, de un armonio y de un dulcitono. "La diferencia esencial entre el teclado tradicional y el solariano es que éste abandona la dicotomía entre los sonidos naturales y los alterados, emitidos por las teclas blancas y negras respectivamente; así, al estructurarse sobre la escala hexatónica se aleja de la diferenciación implícita en la escala diatónica. De este modo, la combinación de dos hileras de teclas, cada una con una presentación diferente de la escala por tonos enteros (do, re, mi, fa sostenido, sol sostenido y la sostenido; do sostenido, re sostenido, fa, sol, la y si), completa los doce grados del total cromático. Una tercera hilera permite una mayor variedad de digitaciones. Las teclas, más pequeñas que las del teclado tradicional, fueron construidas en madera y pintadas por el artista según su lista de correspondencias. Como los colores de las dos hileras inferiores se ven más pagados que aquellas de la hilera superior, podemos deducir que esta última se utilizaba con menor frecuencia.

"La modificación del teclado de su viejo armonio `mudo' es realizada probablemente unos años más tarde, ya que entonces introduce una nueva mejora: talla la superficie de ciertas teclas para lograr la alternancia de tres tipos de texturas (lisa, con ranuras transversales o con ranuras longitudinales) y así permitir su reconocimiento al tacto".

A principios de 1927 Xul comienza a trabajar en el campo de la notación musical, con una clara preocupación por reformar el pentagrama tradicional, al que agrega una o más líneas, utilizando los espacios e intercalando líneas internas auxiliares, o escribiendo progresiones de acordes sobre hexagramas, reflexionando acerca de la relación entre las artes, organizándolas en un cuadro sinóptico.

Luego, está el panajedrez (o panjuego, o panchess, o ajedrez criollo), una de sus creaciones más fantásticas. Un juego que integra "la mayor parte de los conocimientos, y la misma sensibilidad del jugador" y en el que se trata "de buscar, de indagar, de estudiar, de crear, tendiendo siempre hacia el perfeccionamiento del espíritu". En su libro, Cristiá relaciona este juego "universal" con la música, siguiendo a Xul, que explicaba que las distintas posiciones de las piezas en la marcha del juego formaban "toda clase de dibujos (abstractos) y combinaciones musicales".

En el tramo final del ensayo leemos: "Relacionada con uno de los mayores intereses de Xul Solar, existe una faceta musical que atraviesa todas las épocas de su creación: el carácter mágico de los sonidos. La música reaparece hermanada con diferentes elementos esotéricos. El poder hipnótico del canto o de los mantras es sobreentendido en las bocas abiertas de los personajes, en flechas que salen de esas bocas y en los rayos de luz que los envuelven. Incluida en un complejo diagrama neocabalístico, la música se revela como una etapa hacia el perfeccionamiento espiritual".

El libro de Cristiá se completa con una serie de ejemplos musicales, con transcripciones de Xul Solar a la "notación trigramática" o a la "notación enarmónica", y con ilustraciones que presentan, verbigracia, al panajedrez; al dulcitone, al piano y al armonio con teclados modificados por Xul.