Rafaela (De nuestra agencia).- La incorporación de Daniel Bazán Vera a Atlético de Rafaela, de cara a la temporada 2008, sorprendió a propios y extraños, pero más aún lo hicieron las ganas y el esfuerzo que el experimentado delantero pone en cada entrenamiento ante este nuevo desafío. Con ganas de hablar largo y tendido, el centroatacante ex Unión pegó duro contra el actual gobierno tatengue, al decir: "Esta dirigencia no me quiso de vuelta en el club".
El jugador está consciente de que transita sus últimas temporadas. Por lo tanto, el "Indio" quiere disfrutarlas con responsabilidad y no tirar por la borda aquello que tanto le costó hacer durante diez años, pero, fundamentalmente, para no defraudar a los dirigentes que se han jugado una parada muy grande a la hora de contratarlo.
Antes de meterse de lleno en su actualidad, Bazán Vera recordó junto con El Litoral su paso por la Av. López y Planes, una historia de amor y odio que involucró a mucha gente.
-Es un buen recuerdo, sin dudas. La verdad es que soy un agradecido, no solamente a la gente de Unión, sino también a algunos de sus dirigentes como René Citroni, que se jugó a la hora de llevarme; también, a Miguel Olleras; tuve la suerte de poder conocerlo a Jorge Molina, a Miguel Ponce. Y, quizás, ésta es la clave de que las actuales autoridades no quisieran que volviera: por la relación que tuve, y que siempre voy a tener con estos dirigentes que te nombré. Hoy estoy en la vereda de enfrente y, si me toca hacerle goles, se los voy a tener que hacer porque esto es un trabajo. La gente de Rafaela confió en mí y yo tengo que dar todo para no defraudarlos.
-¿Te cruzaste alguna vez con Carlos Trullet después de aquellos entredichos?
-Yo voy a decir siempre que lastimosamente no terminé con Trullet de la mejor manera por un montón de cosas que no compartíamos a la hora de trabajar
-¿Cómo encarás este momento de tu carrera?
-Uno es consciente de que le quedan pocos años y quiero, como el otro día me aconsejaba el "Yagui" Forestello, disfrutarlo con responsabilidad. Y es lo que estoy tratando de hacer: no jugar por lo que hice uno o dos años atrás, sino por lo que hago sábado a sábado, por cómo me entreno toda la semana. Esto es un desafío muy grande. Si uno viene acá a jugar por el apellido está muy equivocado. No quiero tirar por la borda en los últimos años de carrera aquello que me costó hacer durante diez.
Y cerró: "Si creo que vengo a ser el 9 titular de Rafaela porque soy Bazán Vera, estoy cometiendo un grave error. Entonces, para eso hay que trabajar y demostrarle al que le toque pelear el puesto conmigo, que se va a tener que matar para sacármelo; y si lo veo correr 100 metros, voy a tratar de correr a la par de él".
-Otra de las cuestiones que siempre te atribuyen es la de tener una personalidad algo conflictiva y que esto juega en contra del grupo humano...
-Cuando no se piensa de la misma manera, obviamente que no vas a tener buena relación con 30 compañeros. Las diferencias no existen si todos pensamos de la misma manera. Pero los problemas empiezan cuando no tiramos todos para el mismo lado. Pasa que mi personalidad me lleva a que, cuando hay algo que no me gusta, soy el primero en salir a decirlo, sea el presidente del club o el último empleado. No es que yo no hablo de los directivos. Si se equivoca el presidente, también lo voy a decir, porque es mi forma de ser. Por eso, a uno lo califican de ser un jugador conflictivo pero yo no me considero así. Aparte hay una realidad: si el que te quiere contratar es un dirigente ganador, te va a llevar igual y, si no es así, seguro que le da lo mismo arreglar con Maradona o con el cuatro de copas.
Juan Carlos Scalzo