Catástrofe en China
La nieve pudo más que la Rata
Miles de chinos esperan la llegada del tren en la estación de Cantón, una de las más importantes del país. El servicio ferroviario entró en colapso por los fuertes temporales de nieve. Foto: Agencia EFE

Temporales sin precedentes en los últimos cincuenta años, que dejaron ya más de cuarenta muertos, justo en el momento en que millones de chinos se preparaban para celebrar la llegada del año de la Rata.

Treinta millones de afectados, 865 millones de dólares en pérdidas, colapso de la red ferroviaria y unos 40 muertos es el balance provisional de las fuertes nevadas en China, que han obligado al gobierno a decretar la máxima alerta por segundo día consecutivo.

Las nevadas, las peores en medio siglo en algunas zonas del centro y este, poco acostumbradas a ver nieve en invierno, han colocado al país al borde del caos cuando éste se prepara para celebrar la llegada del Año de la Rata.

Los cortes de carreteras, líneas férreas y redes eléctricas llegan en el peor momento, cuando medio país viaja para reunirse con sus familiares con el fin de pasar juntos el Festival de Primavera.

La Asociación Meteorológica China declaró ayer y hoy la alerta roja por el mal tiempo, al señalar que las fuertes nevadas que comenzaron el pasado día 12 continuarán y recomendar a la población que salga lo menos posible de casa en las zonas más afectadas.

La nieve "ha afectado gravemente la economía nacional y la vida de la gente", según el viceprimer ministro chino Zeng Peiyan, que ha reconocido la parálisis de la red energética en más de la mitad del país, con apagones en 17 de las 30 divisiones administrativas.

Estaciones paralizadas

Las estaciones de tren, que en circunstancias normales registran un éxodo masivo de viajeros durante las fiestas nacionales -en estas fechas se prevé que sea de 180 millones- están paralizadas en muchas ciudades del país.

La estación de Cantón, una de las principales del país, es un ejemplo, con 150.000 pasajeros aguardando durante horas y pasando frío en los aledaños del edificio, mientras las autoridades temen que, si se mantiene la situación, la cifra pueda llegar a 600.000 en las próximas horas.

La situación es también desesperada en las carreteras afectadas: en Cantón se calcula que los atascos han dejado bloqueados a 60.000 viajeros en 20.000 vehículos y otros 40.000 en las también sureñas regiones de Guizhou y Guangxi, donde las zonas montañosas están colapsadas.

Algunos de los pasajeros que llevaban horas esperando en sus automóviles han muerto por las bajas temperaturas, entre ellos una madre y su bebé de un mes, alertaron las autoridades de Guizhou.

Muchos de los fallecimientos por las nevadas se han producido en accidentes de tráfico, pero también por el derrumbe de viviendas en provincias centrales, como Hubei o Anhui, o en accidentes laborales.

Otra situación dramática, según relató la agencia Xinhua, se vive en un hospital de la localidad de Qiannan, donde la nieve ha interrumpido la electricidad y el agua corriente desde el pasado día 15 y se han tenido que cancelar las intervenciones quirúrgicas.

Para combatir la situación, semejante a la que afronta China durante las inundaciones veraniegas pero a la que el país no está tan habituado, el gobierno ha destinado ayuda en forma de ropa de abrigo, medicinas o dinero a las zonas afectadas.

El Ministerio de Ferrocarriles ha enviado centenares de locomotoras diésel para impulsar los trenes bloqueados, mientras el primer ministro chino, Wen Jiabao, visitaba el pasado fin de semana una estación ferroviaria y urgía a las autoridades pertinentes que garanticen el transporte a los ciudadanos durante las fiestas.

Ante el temor de que el corte de carreteras afecte al suministro de alimentos y carbón en todo el país, se ha dictado una circular nacional que exime a los camiones de transporte del pago de peaje en las autopistas, señalando además que "todas las estaciones de servicio deben garantizar el suministro ilimitado de gasolina a esos vehículos".

También los aeropuertos de muchas ciudades, como Shanghai, Pekín o Cantón, se han visto afectados por el mal tiempo, teniendo que retrasar o cancelar decenas de vuelos en las últimas semanas.

El caos se ve un tanto paliado, de todos modos, por el ambiente festivo en el país, que se prepara para despedir el 7 de febrero al Año del Cerdo y recibir al de la Rata.

En China, como en algunos países, la nieve se considera como un símbolo de buen año para las cosechas y hasta hay un refrán similar al de "Año de nieves, año de bienes": "Rui xue zhao feng nian", que se puede traducir como "Buena nieve, buena cosecha".

Un calendario muy particular

El calendario chino es lunisolar y el año ordinario consta de 12 lunaciones (doce meses lunares) lo que supone entre 353 y 355 días. Cada cierto tiempo (más o menos, cada tres años) se intercala un año embolismal (un año con 13 meses lunares) de entre 383 y 385 días.

Como conocían con gran exactitud la duración de los ciclos lunares y solares, llegaron a la misma conclusión matemática que otras muchas culturas, descubriendo el ciclo de 19 años (ciclo metónico) y considerando años embolismales los años 3�, 6�, 9�, 11�, 17� y 19� del ciclo, pues la norma básica es que el solsticio de invierno debe suceder siempre en el 11� mes del año.

Los chinos medían el año por el retorno del solsticio de invierno, y para ello se valían del gnomon, con el que calibraban la longitud de las sombras a mediodía. Se considera un ciclo de 60 años, dividido en otro menor de 12 años. También hay un ciclo mensual meteorológico, con 24 puntos señalados.

Desde la introducción del budismo en China cada año, además de su número, tiene el nombre de un signo del zodíaco, alternativamente. Los signos del zodíaco chino son: Shu (Rata), Niu (Búfalo), Hu (Tigre), Mao (Conejo), Long (Dragón), She (Serpiente), Ma (Caballo), Xang (Cabra), Hou (Mono), Ji (Gallo), Gou (Perro) y Zhu (Cerdo). El año comienza cuando el sol entra en Piscis, con la primera luna nueva.

Cada mes el sol entra en una constelación del zodíaco diferente. Si en un mes el sol no entra en una constelación, ése acaba siendo el mes a intercalar. Se llama con el nombre del mes anterior antecedido del prefijo "shun".

Los meses se agrupan en tres grupos: meng (primero), zhong (medio) y ji (último); y en cuatro estaciones, chun (primavera), xia (verano), qiu (otoño) y dong (invierno). El nombre de los meses se forma combinado sendos conceptos, por ejemplo "ki-tsin" es el último mes del otoño. Los meses también se pueden denominar como los años.

Los meses chinos están compuestos por tres semanas de 10 días cada una. El grupo de los primeros 10 días del mes recibe el nombre de tschu.

Los días del mes se cuentan por sus ordinales. El día comienza a medianoche y se divide en 12 schis. Cada schi consta de dos horas, la primera hora se llama schi-kjao y la segunda schi-tssching. Cada schi se divide en ocho ko (cuartos de hora), el ko tiene 15 feus, por lo que un feu equivale a un minuto. Una hora se llama tschuco, un jiko es un cuarto de hora.

Un buen año

El año de la Rata es un año de abundancia, que trae oportunidades y buenas perspectivas. La economía mundial, en general, crecerá. En el conjunto, éste será un año más feliz que la mayoría; libre de guerras explosivas y con menos catástrofes que, por ejemplo, los años del tigre o del dragón.

No obstante, será complicado. Promete muchas discusiones, aunque las discusiones pequeñas harán poco daño.

Aún así, promete una época agradable que llevará a la mayoría de nosotros a socializar y a gozar.

Agencia EFE