Nuevo escenario económico
Se retrae el mercado inmobiliario en Rosario
Durante 2007 se dieron 1.090 permisos de edificación menos que el año anterior. Cristián Módolo, un investigador de la UNR, dijo que la baja en la construcción "repercutirá de forma directa en el mercado laboral a partir del segundo semestre de este año". Dificultad para obtener terrenos rentables.

El denominado boom de la construcción perdió el empuje que mostró en 2005 y parte del 2006, cuando el mercado inmobiliario recibía las inversiones provenientes del sector agropecuario, que volcaba allí sus excedentes, fruto de los buenos precios internacionales de los granos. Aunque el valor de la soja sigue en las alturas, el sector inmobiliario ya no recibe como antes inversiones que van en busca de la seguridad que garantizaban los ladrillos. Pero este nuevo escenario que asoma en 2008 no sólo tendrá una fuerte incidencia en el mercado inmobiliario -donde el valor de los inmuebles empieza a enfriarse: bajaron entre un 5 y 7 por ciento-, sino en el empleo, ya que la construcción utiliza una gran cantidad de mano de obra. Y este dato no parece menor en Rosario, donde la última medición del Indec (perteneciente al tercer trimestre de 2007) posicionó a la ciudad como uno de los aglomerados con más desempleo del país al alcanzar el 10.4 por ciento.

Según datos del Ipec, durante 2007 se solicitaron en Rosario 2.205 permisos de edificación, 1.090 menos que durante el año anterior, cuando la actividad comenzaba a mostrar a partir del segundo semestre ciertos signos de amesetamiento. En la provincia de Santa Fe, según indican las cifras del Ipec, se repite la tendencia hacia una desaceleración del sector. Durante 2006 se pidieron 11.276 permisos de edificación en toda la provincia, mientras que el año pasado la cifra bajó a 7.814, por lo que la baja fue de 3.462.

Puntualmente en Rosario, la construcción de viviendas descendió significativamente, a diferencia del incremento de actividad que se produjo en otros rubros, como el de hotelería y alojamiento. En el sector de vivienda, se dieron 923 permisos (engloba la construcción de propiedad horizontal y otras), mientras que el año anterior la cifra escalaba a 1.293. Por lo tanto, según los datos publicados por el organismo provincial, la cantidad de habitaciones y de metros cuadrados construidos bajaron en picada. Durante el año pasado se edificaron 3.765 habitaciones menos que en el 2006, cuando en Rosario se levantaron 15.466 habitaciones, mientras que en 2007 el número se redujo a 11.701.

En cantidad de metros cuadrados la reducción parece más impactante. En viviendas de uso residencial, durante 2007 se construyeron 401.924 metros cuadrados, mientras que el año anterior 553.351.

Impacto extendido

Esta contracción en la actividad no sólo va a tener un impacto en el mercado inmobiliario, sino también en otros factores, como el empleo, ya que la construcción es una de las ramas que más mano de obra ha generado desde la reactivación que comenzó a vislumbrarse a partir de 2003, cuando gran parte del excedente producido por el sector agropecuario comenzó a canalizarse en inversiones en ladrillos.

Cristián Módolo, director del Instituto de Investigación Económica de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR, consideró que el impacto de la caída de la actividad "repercutirá de forma directa en el mercado laboral a partir del segundo semestre de este año".

"El problema que existe con este tipo de mano de obra es que es de imposible reconversión. Cuando se producen bajas en el mercado laboral de la construcción la consecuencia directa es que desemboca en desempleo marginal, porque es imposible que la pueda absorber el comercio u otros sectores", afirmó Módolo.

En ese sentido, el especialista reconoció que "uno de los pocos elementos que se tiene luego para asistir a ese sector es por medio de los planes de empleo y sociales, que durante los últimos años han venido en descenso".

Módolo sostuvo que "a partir del segundo semestre del 2006 se empezó a percibir cierto amesetamiento de la actividad de la construcción por medio del aumento del desempleo en ese sector".

El economista afirmó que "ya en julio de 2007 había señales claras de que la actividad de la construcción se iba a contraer, algo que se destaca no sólo en el descenso en los permisos de edificación, sino también en el precio de los inmuebles, que en el último año bajaron entre un 5 y un 7 por ciento".

"Desde el segundo semestre del 2007 quedó claro que las inversiones que antes iban al mercado inmobiliario empezaron a canalizarse hacia otras alternativas, como el plazo fijo. Hay que tener en cuenta que son inversiones muy seguras y conservadoras, tanto una como otra", advirtió el especialista.

Cambios regulatorios

Módolo dijo que "hubo factores que influyeron en la baja de la actividad, como los cambios regulatorios que desde la Municipalidad se intentaron incluir en el nuevo código urbano". Las modificaciones en la legislación comenzaron ser debatidas en el Concejo Municipal desde mediados del año pasado y todavía no se lograron aprobar, tras la fuerte presión que se ejerció desde el Colegio de Arquitectos y del sector privado, que rechazan el tipo de regulación que se quiere implementar sobre todo en el macrocentro rosarino, donde está en discusión, entre otros puntos, que en determinados sectores no se puedan construir edificios de más de cuatro pisos.

El debate por el nuevo código urbano terminó incidiendo en el precio de las tierras, porque a fines del año pasado las inmobiliarias salieron a comprar terrenos o viviendas para demoler para poder construir lo antes posible con la normativa antigua. "Los espacios para construir subieron un 20 por ciento", sostuvo Módolo.

"Hay una contracción"

Desde el sector privado, Pablo Porta, titular de Porta Inmobiliaria y directivo de la Cámara Inmobiliaria de Rosario, reconoció que "hay una contracción en el mercado", que es consecuencia -según remarcó- "de haber vivido dos años de furor".

"No creo que la construcción vaya hacia una depresión, pero la tendencia es que se estabilice", aseguró. Durante 2006, se levantaron más de 300 edificios en Rosario, mientras que en 2007 la cifra no llegó ni a la mitad.

Porta dijo que "con la herramienta del fideicomiso, se siguen haciendo muy buenos negocios con una gran rapidez. Si uno tiene el proyecto y la tierra en menos de dos semanas se arma un fideicomiso con gente de Venado Tuerto, Rufino, Cañada de Gómez o Casilda. El dinero para invertir, sobre todo proveniente sector agropecuario, sigue existiendo, pero lo que ocurre es que en Rosario es cada vez más complicado conseguir un espacio de tierra atractivo para esos inversores".

"El centro y macrocentro se agotaron, por lo que se hace complicado que una persona apueste fuera de esa zona", dijo. Los nuevos espacios que surgieron en la ciudad, como Puerto Norte, tras el plan de reurbanización costero que lanzó la Municipalidad, están destinados a viviendas de alta gama, con precios muy elevados.

En números

Durante 2007 se solicitaron en Rosario 2.205 permisos de edificación, 1.090 menos que durante el año anterior. En cantidad de metros cuadrados la reducción parece más impactante. En viviendas de uso residencial, durante 2007 se construyeron 401.924 metros cuadros, mientras que el año anterior 553.351. En la provincia se repite la tendencia hacia la desaceleración: durante 2006 se pidieron 11.276 permisos de edificación, mientras que el año pasado la cifra bajó a 7.814, por lo que la baja fue de 3.462.

Germán de los Santos