UNA PLAZA LéDICA EN LA DESPEDIDA DE LAS VACACIONES
Juegos y canciones para las risas de los chicos
Postal. La curiosidad y la fantasía se unieron para colmar de color la última noche del ciclo que apuntó a entrelazar al público, la plaza y el arte. Foto: MERCEDES PARDO

La Plaza de la Casa culminó anoche con las actuaciones de Luis María Pescetti, Voalá! y el grupo de rock Papando Moscas. Artistas urbanos recrearon una suerte de kermés infantil, y nadie pudo privarse de la diversión.

Y al final se hizo. La lluvia había intentado que no fuese posible, pero el entusiasmo de los más chicos se impuso. Contentos, curiosos, sonrientes, los verdaderos protagonistas de la jornada colmaron una plaza que se vio repleta de juegos, colores y música. "Arrancamos, como sea, y se hace", se escuchó poco después de las 20, cerca del escenario ubicado frente a la Casa Gris. Ya no había lugar para las dudas.

Las vacaciones se despidieron ayer en la Plaza de la Casa, el ciclo que llevó adelante el Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia durante los tres últimos sábados en la Plaza 25 de Mayo. La original iniciativa culminó con la recreación de una kermés infantil nutrida de diversas actividades paralelas. "Ganale una pulseada a la bestia y ganate un beso de la bella", proponía uno de los tantos escenarios.

Muy cerca de allí, un minicine proyectaba cortos animados y, a pocos pasos, las pompas de jabón se reproducían por el aire. En otro lado, dos actores realizaban una obrita teatral frente a la atenta mirada del menudo público, mientras unas niñas, inquietas, hacían cola para ver maquilladas con estrellas y mariposas sus mejillas. Sin ir muy lejos, madres y padres se las ingeniaban, entre cartulinas y palillos, para construir los molinetes que sus hijos descubrían asombrados. Y una cola de chicos -y no tan chicos- buscaba tener uno de los "retratos al paso" que los dibujantes ofrecían.

DE OTRO COLOR

Niños, padres, abuelos, hermanos mayores... Todos se prestaron para crear una plaza lúdica que aguardaba la llegada de Luis María Pescetti en el escenario. Antes de lo previsto -a raíz de la amenaza de lluvia-, los clowns animadores, los rosarinos Brigitte y Homero, anunciaron el nombre del compositor y pedagogo, oriundo de San Jorge, y así fue como se inició un recital que se distinguió por la interacción con todas las edades. De la mano de un cancionero que refleja escenas de la vida cotidiana, en torno a esa singular relación que tienen los adultos con los pequeños, el artista desplegó un abanico de juegos populares que despertaron las risas de todos.

Actuando con un acento mexicano, y regalando chistes, Pescetti bromeó e ironizó con esas frases que los grandes suelen decir y los niños suelen tener que escuchar, sin más opción. "Portate bien, lavate las manos, no rompas, no te toques, callate, decí la verdad, pedí perdón...", se sucedieron en tono de parodia, al hilo de temas como "Me va a nacer un hermanito", "El moco" y "Ay, Lilí". Letras y melodías que, a su vez, se combinaron con los atractivos juegos de "Mi mamá me mima", "Enanos alemanes" y "Palmas, higos y castañas", entre otros.

Más que un espectáculo, lo de Pescetti fue una cantera de relatos populares y de humor que, como pinceles, pintaron la realidad de los chicos de otro color.

CON SONIDO DE ROCK AND ROLL

Un aplauso sin fin le dijo "íHasta pronto!" al cantautor, aunque la velada no había finalizado. Tal como sucedió en las fechas anteriores, el grupo de teatro aéreo Voalá! se lanzó una vez más hacia las alturas y ofreció una performance de acrobacia, esta vez, dedicada a los pequeños espectadores. Un dúo de artistas se alzó en una esfera repleta de globos para, finalmente, dejarlos volar sobre la noche que, a esa altura, ya había olvidado a la lluvia y no dejaba de sorprender la mirada alucinada de cientos y cientos de chicos.

Pero aún había más. Proveniente de Buenos Aires, "la más poderosa banda de rock para chicos", Papando Moscas, tocó sin parar temas de sus tres discos "Mi primer rock", "Sacando canas verdes" y "Cabeza de chorlito". Formado hace diez años, este grupo interpretó un repertorio de simpáticas y divertidas canciones, acompañadas por sketches y las actuaciones de los propios músicos. Fernando Del Castillo (batería y coros), Gustavo Braga (teclados, saxo y coros), Gustavo Libedinsky (voz y percusión), Mabel Salerno (voz y actuación), Pablo Zagare (bajo y coros) y "Pitu" Cimino (guitarra y coros) hicieron saltar, cantar y bailar a los padres con los hijos. Una postal memorable, la de la plaza vestida de fiesta.