La Cámara Federal de San Martín revocó el procesamiento para dos prefectos sospechados de homicidio en el caso que investiga cómo murió Héctor Febres, ex represor de la ESMA, fallecido en la madrugada del 10 de diciembre del año pasado mientras se encontraba detenido y a la espera de un fallo condenatorio. También desprocesó a los familiares, sospechados de haber facilitado el presunto suicidio del represor.
Los jueces consideraron probado que Héctor Febres fue envenenado con cianuro o se suicidó, pero ante la falta de pruebas contundentes a favor de una u otra posibilidad, tomaron estas medidas que benefician a los sospechosos.
De todos modos, los camaristas convalidaron el procesamiento de los prefectos Héctor Volpi y Rubén Iglesias por el presunto delito de abuso de autoridad, pues quedó probado que Febres gozaba de condiciones de privilegio en su lugar de detención, lo que facilitó su asesinato o suicidio.
Según publica en su edición de hoy el diario Página 12, Iglesias era el jefe de toda el área Delta, y Volpi, de menor grado, fue el más allegado a Febres, al punto de que era el único que tenía copia de la llave del departamento en el que vivía el represor.
En su momento, el periodista Horacio Verbitsky reveló fotos de Febres disfrutando de una piscina en una unidad de la Marina en Azul, adonde lo llevaron de vacaciones. En la causa hay fotos sobre fiestas de bautismo, con 40 invitados, organizadas por Febres en su lugar de detención.