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Enrique Cruz (h)
Pasaron casi 36 años de aquel domingo 23 de abril de 1972. El Metropolitano era parejo. San Lorenzo (bicampeón de la mano del Toto Lorenzo), Boca, Newell's y Racing se disputaban la punta. San Lorenzo se daba el lujo de jugar con tres goleadores: el Ratón Ayala, Fischer y Sanfilippo. En Boca jugaban Orlando Medina, Potente y un cordobés goleador: Curioni. Racing tenía a un joven Fillol en el arco, Quique Wolff, Della Savia, Daniel Onega, Cárdenas y Lamelza. Y en Newell's jugaba el Loco Mendoza. No estaba solo, claro. Lo acompañaba Marito Zanabria, el de la zurda inolvidable. Y también un buen arquero como el Loco Fenoy, Montes, Silva y Cucurucho Santamaría. Colón merodeaba la mitad de la tabla, con el uruguayo Bertinat en el arco, Trossero, el Bambi Aráoz, Zuccarelli, Spadaro, Edgar Fernández, Cococho Alvarez, Trullet, la Chiva Di Meola, Ripke, Borgna y Zibecchi, entre otros. Habían llegado y empezaban a mostrarse aquellos jugadores que el Vasco Urriolabeitia y Rubén Cheves trajeron de Estudiantes. Unión transitaba su segundo año en el Regional, buscando a través de aquel duro torneo la posibilidad de jugar el Campeonato Nacional. Eran los tiempos de la famosa desafiliación.
La idea me la acercó el queridísimo y respetado colega de LT9, Facundo Ruiz Díaz. Y buena parte de los datos que usted, amigo lector, leerá en esta parte de la entrevista, corresponde a la cobertura que se hizo a través de quien era el corresponsal en Santa Fe de la revista El Gráfico: otro querido amigo y colega, como Ernesto Omar Patrono.
Facundo me dijo: "Tenés que hacer una nota que te va a gustar: al Loco Mendoza... Un día, le hizo un gol espectacular a Racing; dejó a varios en el camino y se la metió de caño a Fillol"
¿Cómo formaron los equipos? Newell's
Juvenal fue el comentarista de aquel partido. Y escribió: "El otro delantero que desequilibró a favor de Newell's fue Mario Mendoza con su fabulosa jugada del segundo gol, arrancando por derecha y resolviendo a la mejor usanza de la Bruja Verón de aquellas noches inolvidables de Copa Libertadores. Llevándola con su zurda, mostrándola y escondiéndola, amagando jugarla hacia adentro, pisándola y saliendo por afuera, Mendoza dejó cuatro rivales en el camino, cambió sobre la marcha tocando con la derecha por debajo de Fillol y convirtiendo un gol de antología. Un golazo de esos que bastan y sobran para justificar la victoria de un equipo sobre otro... Y una prueba más de los estragos que puede causar un zurdo entrando por derecha...".
Della Savia, Rubén Díaz, Paolino y Batocletti (el mismo que luego, en el 74, llegó a Unión para formar parte del equipo que ascendió en Campana) quedaron desparramados ante la enorme habilidad del Loco, quien confiesa que hubo un quinto: Lamelza. Y Fillol sufrió el gol de caño, que lo hizo aún más espectacular.
Beto Martínez, un compañero, le dijo: "íNi vos sabés el golazo que hiciste!", y el doctor Quetglas le gritaba: "íMario, te tendrías que haber ido de la cancha, era para cerrarla, Mario, para cerrarla!".
Así tituló Patrono la nota que le hizo un par de semanas después. íSabe cuánto significaba salir en El Gráfico en aquellos tiempos! Y máxime tratándose de un jugador de un club del interior.
"Cuando Abbas llegó a Unión se quedó enloquecido conmigo. Después jugué aquel famoso partido con Newell's en la cancha de San Lorenzo. En ese momento, en Unión jugaba Anzarda. Jugaba él o jugaba yo. Eramos muy jóvenes los dos. Después, Guillermo Abbas me llevó a Deportivo Morón. Ya me había casado y ahí tomé las cosas un poco más en serio. Luego, Abbas se tuvo que ir y teníamos muchos problemas económicos. Por eso volví a Unión", cuenta el Loco. Lo particular, es que Unión ya se había desafiliado de la AFA y militaba en el torneo de la Liga Santafesina, esperando el viejo y complicado torneo Regional.
"Fue muy triste. Unión tenía jugadores de un nivel superior al de un campeonato de liga local. Debíamos jugar en canchas sin público y los pocos que iban se burlaban de nosotros... Había canchas que eran complicadas. Me acuerdo lo que era jugar contra Don Orione, en Chaco. Fue bravo aquello, nos rompían el colectivo... Pero dos años después salía campeón de la Libertadores y del mundo con Independiente".