De la Redacción de El Litoral
El enfrentamiento entre dos familias de barrio Yapeyú que se cobró la vida de una mujer y provocó el incendio de varias viviendas, tuvo eco en la Justicia local, que procesó a un joven de 21 años por el delito de homicidio. El muchacho salió en defensa de su madre, y eliminó a su vecina.
La muerte de Ana Cristina Arce el 1° de febrero pasado generó estupor entre los vecinos de calle La Pampa al 6300. Esa noche un grupo de mujeres se enfrentaron a golpes, hasta que una desenfundó un cuchillo y finalmente llegaron los disparos, gresca que acabó con una víctima fatal.
Por ese hecho el juez de Instrucción de la Séptima Nominación, Diego Andrés De la Torre, procesó al hijo de la dueña de casa, identificado tanto con el nombre de Cristian Acevedo como el de Héctor Ávila.
El muchacho confesó el delito y el juez le dictó la prisión preventiva, como "probable autor de homicidio agravado por el empleo de arma de fuego".
El segundo implicado recuperó la libertad con "falta de mérito" porque no se hallaron elementos para inculparlo. También detuvieron a un menor de edad, que de inmediato quedó a disposición de la Justicia competente.
La pelea fatal ocurrió en la vivienda de Marcela Acevedo, que comenzó discutiendo con Arce, su nuera y otra mujer, hasta que llegaron los hombres, que ahí mismo desenfundaron armas.
Acevedo, la dueña de casa, fue herida por un disparo en su brazo derecho, por lo que su hijo Cristian Acevedo contestó la agresión a los tiros. Uno de los balazos hizo blanco en el pecho de Arce, que murió minutos más tarde.
El concubino de la víctima, un hombre de apellido Morales, declaró que tras haber oído el griterío y los disparos, corrió a la casa de su vecina, donde se encontró con Ana, que estaba sentada y en estado desesperante.
Si bien la dueña de casa negó que sus hijos llevaran armas de fuego, el resto de los presentes señalaron a tres sujetos apodados "Timbre", "Come" y "Pinchila".
Finalmente la Justicia logró establecer que en la pelea de mujeres, Arce habría sido la primera en agredir con un cuchillo a Acevedo; y existen dudas de que su concubino haya sido el que disparó e hirió en el brazo a la mujer.
La reyerta terminó con la intervención policial y el traslado de la herida de bala, pero continuó con una serie de incendios de viviendas, luego de que ambos bandos se juraran venganza.
"Era evidente el encono que existía entre ambas familias, no obstante de tratarse de grupos que conviven en un mismo barrio", manifestó el juez De la Torre, dejando nuevamente al descubierto los serios problemas de convivencia que padecen muchos vecinos de esta ciudad en la mayoría de los barrios periféricos.