Télam / Redacción de El Litoral

El encuentro que cerró, en Tucumán, la 29na. fecha del campeonato de la Primera B Nacional mostró una sólida actuación del equipo de Roldán, otra más, que lo encamina inevitablemente hacia la primera división.

Es que el destino también le juega a favor a los tucumanos, que anoche completaron una rueda entera como líderes del certamen, desde cuando vencieron a Quilmes como locales. Los albirrojos enfrentarán justamente la próxima jornada a los "cerveceros" en el estadio Centenario de Quilmes.

Y esa fortuna tiene que ver con situaciones como las que anoche le "dieron una mano" providencial en el arranque mismo del partido, cuando a los 14 minutos una falla garrafal del arquero Diego Aguiar le permitió a Pablo Cantero abrir el marcador y señalar su primera conquista de la temporada.

Pero este tanto fue valioso porque después se pondría de manifiesto que los atacantes de San Martín, especialmente Gustavo Ibáñez y Pablo Campodónico, no estaban finos para la definición, ya que a lo largo de la etapa inicial desperdiciaron muchas situaciones.

La fortuna, entonces, volvió a respaldar al dueño de casa, cuando sobre la finalización de ese primer período el volante visitante Cristian Millahual cometió una mano inocente desde el piso estando amonestado, lo que obligó al árbitro Ariel González a expulsarlo.

En el complemento, redobló el sacrificio con un hombre menos el equipo de Zielinski.

Trató de mover la pelota con inteligencia y precisión, ya con Gorosito sobre la izquierda (Valenti quedó en los vestuarios), y con Echagüe acompañando a Klusener como delantero.

Por eso Ben Hur no pudo llegar al empate durante el primer cuarto de hora de la segunda mitad, cuando manejó el balón y propició llegadas de riesgo pese a su inferioridad numérica.

Incluso el partido tenía un desarrollo indefinido que inquietaba a la multitud que colmó el estadio de La Ciudadela, hasta que después de la media hora los dirigidos por Carlos Roldán apretaron el acelerador y en un par de llegadas definieron el juego.

Primero se lo perdió Gustavo Ibáñez, a quien en la jugada siguiente le cobraron un penal que no fue tal, pero que a Campodónico no le importó y lo transformó en 2 a 0 y victoria consumada.

Ben Hur cayó con dignidad en la Ciudadela. Si le sirve de algo, queda el consuelo de que jugando con esta actitud y con algo más de contundencia, ganará más partidos de los que perderá en esta carrera contrarreloj por la permanencia. Claro, que también tendrá que asumir que no se puede más permitir errores como los que le costaron el partido anoche. El sábado tendrá una nueva final ante Nueva Chicago, con lo cual no tiene tiempo para lamentarse.