Internacionales: INTE-01
Elecciones presidenciales italianas
Berlusconi ganó con mayoría absoluta bajo presión de la extrema derecha
El líder conservador Silvio Berlusconi ganó por tercera vez las elecciones generales celebradas en Italia, al lograr la mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, donde por primera vez en la historia de la República, no entrará la izquierda comunista y socialista.

AFP-EFE-Télam

Los italianos le dieron mayoría absoluta al indestructible magnate Silvio Berlusconi para sacar al país del marasmo, aunque el líder conservador deberá gobernar teniendo en cuenta a la Liga Norte, un partido extremista, separatista y xenófobo, que agita banderas contra los inmigrantes.

Berlusconi, del partido Pueblo de las Libertades, obtuvo 17 millones de votos, casi tres millones y medio más que los 13,6 millones del centroizquierdista Walter Veltroni.

Esa contundente victoria le permitirá gobernar sin problemas, pues le asegura una mayoría absoluta de 340 escaños de los 617 de la Cámara de Diputados (239 para el partido de Veltroni) y al menos 168 de los 325 del Senado (contra 130 para la centroizquierda, según un resultado que no incluye aún a los seis senadores elegidos en el extranjero).

Sin embargo, pesará en el nuevo gobierno el extraordinario resultado del movimiento federalista y populista Liga Norte, con frecuencia xenófobo y contrario a la inmigración, que duplicó su caudal electoral.

El movimiento de Umberto Bossi, cuya salud quebrantada por un ictus no le ha impedido batallar contra la llamada "Roma ladrona", estará representado con 65 diputados y 25 senadores, pasando del millón y medio de votos alcanzado en el 2006 a casi 3 millones.

"Soy distinto con respecto al Berlusconi de 2001. Ahora tengo experiencia y conozco bien la máquina estatal", aseguró hoy el magnate de las comunicaciones en una entrevista a la radio estatal Rai.

"Tiempos difíciles"

Berlusconi advirtió la víspera que Italia se enfrentará a "tiempos difíciles" por la crisis económica, el alto costo de la vida y los salarios bajos y prometió un gobierno diferente al de 2001.

"Quiero ser el estadista que cambie el país", anunció, y reiteró que sus primeras medidas serán para resolver la crisis de las basuras que sumergen a Nápoles (sur) y el problema de la compañía de aviación Alitalia, al borde de la quiebra, mostrando un rostro más institucional y menos retórico con respecto al de hace siete años, cuando llegó por segunda vez al poder.

El gobierno, que deberá formarse en mayo próximo, contará con doce ministros, entre ellos "cuatro mujeres", dijo.

Entre las personalidades fieles al millonario que entrarán en el equipo de gobierno figuran Franco Frattini, para el Ministerio de Relaciones Exteriores, el economista de la Liga Norte, Giulio Tremonti, para esa cartera; y su hombre de confianza Gianni Letta, considerado "el poder en la sombra", gran mediador y futuro viceprimer ministro.

La Liga Norte contará con al menos dos ministros y su incómodo líder ya advirtió que la prioridad será poner fin al odiado centralismo romano.

Ultraconservador Bossi

"Adoptaremos el federalismo fiscal para que Roma no se beneficie del trabajo de las regiones del Norte", declaró Umberto Bossi, quien aspira a ser ministro pese a sus condiciones de salud y la dificultad para hablar.

"Ahora necesitamos hacer reformas, o perderemos la paciencia", dijo también Bossi, en entrevista publicada hoy por las ediciones impresa y digital del diario La Stampa.

El dirigente ultraconservador negó sin embargo que el próximo gobierno vaya a ser rehén de su partido, que ya en 1995 fue el artífice de la caída del primer gobierno de Berlusconi.

Bossi, quien una vez sugirió disparar contra los inmigrantes ilegales que llegan a las costas del sur de Italia desde el norte de Africa, dijo que se debe aprobar sin demora una nueva ley de inmigración.

"La gente quiere que este país siga siendo de ellos. No queremos inmigrantes ilegales sin trabajo acá que no hagan nada", declaró Bossi.

El regreso de Berlusconi al poder no generó manifestaciones de alegría entre sus simpatizantes y más bien sorprendió la amplitud de la victoria del llamado "Cavaliere", sobre todo en el norte rico e industrializado, donde literalmente barrió.

En tanto, por primera vez desde la fundación de la República italiana en 1948, el Parlamento italiano no contará con la presencia de comunistas debido a la aplastante derrota de la izquierda, un partido que marcó la historia política de la posguerra.

Derrotado

Walter Veltroni reconoció a media tarde de ayer el triunfo de Berlusconi, al que llamó por teléfono y expresó sus deseos de "buen trabajo".

El líder del Partido Demócrata, formación que se presentaba por primera vez a unas generales, destacó que el resultado obtenido es "muy importante" y recordó que el pasado setiembre las diferencias con el Pueblo de la Libertad eran de 22 puntos, que se "han ido recuperando progresivamente".

Veltroni reiteró la "plena disposición" de su formación a afrontar de manera inmediata las reformas institucionales que necesita el país", entre ellas la ley electoral.

El líder del PD señaló que su formación hará una oposición al gobierno basada en su programa reformista y destacó el hecho de que hayan acudido a las urnas un 80 % de los votantes.

Felicitación argentina

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, felicitó al líder conservador Silvio Berlusconi por su triunfo en las elecciones generales celebradas en Italia.

Un breve comunicado difundido por la Cancillería argentina destacó que la jefa del Estado expresó además "la esperanza de desarrollar aún más los profundos y tradicionales lazos que existen entre ambos pueblos".

Sin izquierda

El líder conservador Silvio Berlusconi logró la mayoría absoluta en el Parlamento, donde por primera vez en la historia de la República, no entrará la izquierda comunista y socialista.

La Izquierda Arco Iris, cartel electoral del Partido Refundación Comunista, Partido de los Comunistas Italianos y los Verdes, sólo logró el 3,1 %, lo que la deja fuera de la Cámara baja, al no superar el "listón" del 4 % que marca la ley para acceder al hemiciclo. La Izquierda Arco Iris tampoco logró escaño alguno en el Senado, al no alcanzar el mínimo exigido.

Contra la inmigración ilegal

Silvio Berlusconi presentó hoy rápidamente su plan para resolver las distintas crisis de Italia, y prometió implementar reformas económicas, cerrar la frontera a la inmigración ilegal, conservar la aerolínea de bandera y limpiar la basura de Nápoles, un día después de ganar las elecciones.

Berlusconi necesitará un sólido control del Parlamento si quiere solucionar los problemas económicos y sociales de larga data del país, muchos de los cuales complicaron su gobierno de 2001 a 2006, el más largo de la Italia de posguerra.

La inflación en Italia está en su mayor nivel en años, el desempleo entre los jóvenes es cada vez mayor, la basura se acumula en Nápoles y otras ciudades del sur de Italia y la venta de la quebrada aerolínea Alitalia fracasó a último momento.

Antes de asumir el gobierno número 63 en 63 años -un proceso que podría llevar un par de semanas-, Berlusconi anunció sus planes para afrontar las crisis.

En sus primeros comentarios un día después de su triunfo, Berlusconi se comprometió a "hacer todo lo necesario" para combatir las penurias económicas del país, que crecerá menos de un 1 % este año y el próximo, según proyecciones oficiales.

También dijo que tomará duras medidas por la inseguridad, que muchos italianos achacan a los inmigrantes ilegales.

"Una de las primeras cosas por hacer es cerrar las fronteras y establecer más campamentos para identificar a los ciudadanos extranjeros que no tienen trabajo y que son forzados a una vida de crimen", dijo Berlusconi.

"Segundo, necesitamos más policías locales que constituyan un `ejército de buenos' en las plazas y calles para interponerse entre los italianos y el `ejército del mal'", agregó, sin mayores precisiones, en declaraciones a la radio de la cadena pública RAI.

Berlusconi reafirmó su promesa de campaña de mantener su primera reunión de gabinete en Nápoles, cuyos residentes durante semanas quemaron la basura que se apilaba en las calles.

"Estaré en Nápoles tres días por semana" para manejar el problema de la basura, dijo Berlusconi en sus comentarios, citados por la agencia de noticias Europa Press.

Berlusconi también prometió conservar Alitalia para los italianos, algo que podría frustrar definitivamente los intentos de vender la deficitaria aerolínea al consorcio franco-holandés Air France-KLM.

"Voy a controlar la situación, haciendo todo lo necesario para que la compañía de bandera opere y permanezca al servicio del turismo y de la economía italiana", agregó Berlusconi.

La opinión de los ítalo-argentinos

El triunfo de la coalición que lidera el conservador Silvio Berlusconi en las elecciones italianas debería abrir paso a un país "más gobernable", coincidieron hoy dos representativos ciudadanos ítalo-argentinos.

Tras destacar que la victoria del ex primer ministro "no sorprende", Marco Basti y Luigi Pallaro consideraron que el mapa político que quedará como resultado de los comicios permitirá a Berlusconi un gobierno "más tranquilo" que el que debieron afrontar anteriores administraciones.

"Italia vive una crisis como la que sufre la mayoría de las naciones del mundo, pero es necesario que el país tenga un nuevo ordenamiento", enfatizó el senador independiente Pallaro, quien en 2006 se convirtió en legislador por la circunscripción de América del Sur y que en las próximas horas sabrá si fue reelegido.

Para Pallaro, el progresista Walter Veltroni, principal rival de Berlusconi, "obligará" al magnate de la televisión privada a "cambiar la ruta" del país.

"Creo que Veltroni es aquel que después de 30 años presentó un plan distinto, una manera diferente de hacer política en Italia: esto es, que haya dos partidos principales, uno que gobierna y otro que hace oposición", apuntó Pallaro, que preside la Cámara de Comercio Ítalo-Argentina.

Basti, director del diario Tribuna Italiana, aseguró por su parte que la mayoría absoluta en ambas cámaras legislativas lograda por Berlusconi permitirá "una gestión más tranquila que, por ejemplo, la que tuvo (Romano) Prodi".

A juicio de Basti, pasada la vorágine de la campaña electoral, "habría que volver a pensar en un encuentro parecido al que Berlusconi y Veltroni tuvieron a finales de 2007".

"Creo que algún acuerdo existió, saldrá a la luz en los próximos días y pasará por reformar algunas reglas y hacer que Italia sea más gobernable que ahora, en que la presencia de partidos muy chicos condicionaba al gobierno e impedía hacer grandes reformas", opinó.

En estas elecciones generales participaron más de 270.000 ciudadanos italianos residentes en Argentina, cuyo padrón representa la mitad de la nómina de italianos que viven en Sudamérica.