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"No puedo tocar por complacer: el verdadero intérprete tiene que estar convencido. Eso tiene que ver con la honestidad del artista (...) trato de que lo que hago sea lo que me gusta, pasa por esa franja. Y uno trata de que tenga una resonancia del otro lado". Pausado, seguro, reflexivo y algo apurado, Jaime Torres ha confesado segundos de la declaración que está "de acá para allá"; e insiste con que aprovechemos para hacer la entrevista vía telefónica en ese momento -mientras le tocan la puerta y/o suenan los teléfonos- porque si no, "no la hacemos más". La excusa que precede al llamado es el show que el próximo viernes 25 del corriente, desde las 21 y en el Paraninfo de la UNL el trío formado por el emblema internacional del charango, más Magic Malik (en flauta) y Minino Garay (en percusión) llevará adelante en la ciudad, para presentar en exclusiva su álbum "Altiplano".
-¿Cómo se da la posibilidad de unión con estos dos reconocidos músicos?
-Bueno, surge como ha sido siempre dentro del ámbito de la música: de la necesidad de conocer algo del otro. Se establece así, yo diría, un elemento conciliador a través del arte. Viajando uno quiere conocer la música de cada lugar. Yo por ejemplo, no lo conocía a Malik , ni a su instrumento en toda la magnitud que podía ser mostrado...
-¿Cree que ha habido, en los últimos años, una suerte de resurgimiento de los autores tradicionales del folclore?
-No sé; la gente es la que impulsa todo esto, más allá de las modas. Uno sabe que hay cosas exitosas en su momento y que luego pasan rápidamente al olvido: es parte de lo que nos toca asistir. No obstante, hay y sigue habiendo un lugar muy importante para la creatividad, el arte no se detiene....
Jaime Torres nació el 21 de setiembre de 1938, en San Miguel de Tucumán. Siendo niño, el artista boliviano Mauro Nuñez y su padre, Eduardo Torres, lo introdujeron en el charango. Después, ya instalado en Bolivia con su madre, continuó solo su aprendizaje. Desde 1953 a la fecha, ha tocado en innumerable cantidad de eventos, festivales folclóricos y grandes teatros; ha colaborado con los músicos más diversos y pertenecientes a los más variados géneros. Pueden mencionarse, a modo de ejemplo, sus recitales en el Teatro Colón de Buenos Aires, con la Filarmónica de Berlín o en el Lincoln Center. En 1958 se incorporó a la compañía de Ariel Ramírez, con el que grabó la primera versión de "La Misa Criolla". Cincuenta años después, sigue en plena actividad: en el último año editó tres discos.
Las entradas
Los interesados pueden adquirir las entradas generales a $ 15. Para estudiantes, jubilados, socios de Cooperadoras UNL, Docentes y No Docentes de UNL, el costo es de $ 10. Las anticipadas, en el Foro Cultural, 9 de Julio 2150.
Estanislao Giménez Corte[email protected]