En el preciso momento en que la crisis provocada por la desesperante escasez de precipitaciones entraba en un punto crítico, en gran parte del norte provincial la lluvia caída durante la noche trajo cierto alivio a esta región que, tras pérdidas casi totales en cultivos de soja, sorgo y maíz, intentará salvaguardar lo que aún queda de las producciones ganaderas. Para esto será imprescindible recuperar el régimen normal de lluvias que permiten realzar las alicaídas pasturas naturales, antes de la crucial llegada del invierno.
Si bien es considerada tardía y debería por lo menos triplicar los registros alcanzados hasta el mediodía que rondaban los 50 milímetros en promedio, la lluvia significa un cambio en el panorama y en las expectativas de los productores.
En algunos distritos que tienen la necesidad de lluvias, como el departamento 9 de Julio, no se habían registrado precipitaciones hasta el mediodía.
La tormenta que se abatió ayer trajo también problemas en varios distritos. En el departamento Vera, provocó algunos daños de consideración. En Calchaquí el viento causó la voladura del techo de un galpón, corte de cables y una lluvia de 43 mm.
En Margarita, voló el techo de una capilla y dos chapas de una vivienda, no había energía hasta promediar la mañana y la lluvia fue de 50 mm. En la ciudad de Vera, el meteoro provocó la voladura del techo de una pequeña vivienda sin daño para sus moradores, el servicio eléctrico estuvo cortado hasta las 5 y la lluvia caída alcanzó los 38 mm.
El jefe de la Unidad Regional XIX, Daniel Barbero, reportó además que anoche personal de Bomberos debió acudir a sofocar un incendio en la zona de El Cerrito, que -según los peritajes- se había generado en la banquina del camino, cuando parecía controlada la tormenta cambió el curso del viento y reavivó el foco que luego sofocó la misma lluvia. No obstante afectó unas 1.000 hectáreas pero sin mayores daños para el ganado ni eventuales habitantes del lugar.
Paula Mitre, productora de la zona de Caraguatay a unos 8 km de Vera- expresó que la tormenta había sido también fuerte y que la lluvia "de unos 50 mm no había logrado formar charcos", lo que pinta un poco el panorama de la crítica situación que se mantiene a pesar de todo. El informe de la policía de Fortín Olmos fue similar al de Garabato con una lluvia de 27 y 15 mm., respectivamente.
Ramas y árboles caídos, cortes de energía por varias horas fue el común denominador de cada reporte solicitado por esta Corresponsalía. En Intiyaco, los efectos fueron menores y la lluvia sólo sumó 5 mm, mientras que más al norte no se habían registrado precipitaciones.
Otros datos reportados fueron Tartagal, Km 101 y Santa Lucía con 13 mm., mientras que en Paraje 29 la lluvia alcanzó los 20 mm. Al promediar la mañana volvieron a registrarse precipitaciones de gran intensidad en algunas zonas del departamento, lo que indudablemente trajo un mayor alivio, pero en el norte la situación seguía siendo crítica: "sin lluvia y con caminos transitables".
Cerca de la medianoche, se desató sobre gran parte del departamento General Obligado un tormenta de lluvia y viento con ráfagas de gran intensidad que provocó cortes de energía eléctrica, caída de ramas y follaje. En el paraje Las Amintas ubicado a 20 kilómetros al sur de Reconquista, la fuerza del viento derribó postes de luz que cayeron sobre la traza de la Ruta 11, lo que obligó a operarios de la EPE a actuar para despejar ambos carriles de la vía nacional que permanecieron cortados por un rato.
Los caminos de calzada natural se presentaban con estado intransitable a raíz de las precipitaciones que hasta el mediodía de hoy continuaban en toda la región, excepto en Villa Guillermina y Florencia donde no se produjeron lluvias.
Anoche, cerca de las 23, se desató en San Cristóbal una tormenta con fuertes vientos que provocaron caída de árboles y ramas, cortes de cables de teléfono, luz y TV, voladuras de chapas, caída de tapiales.
Los fuertes vientos destruyeron también carteles de publicidad y señalización de calles y paseos. Incluso una antena fue arrancada de cuajo y cayó sobre cables de alta tensión, aunque sin provocar víctimas. La tormenta tuvo alcance en toda la región y la Empresa Provincial de la Energía, a media mañana atendía más de cien reclamos de cortes de luz en la ciudad y poblaciones vecinas.
Además, las ráfagas de viento ocasionaron la voladura del techo del domicilio de la familia Abregú en barrio Palermo, cayendo el mismo sobre la vivienda de Juan Carlos Faila, a 50 metros.
Otras chapas lograron desprenderse de la mampostería y fueron a parar a más de 100 metros de su construcción original. Si bien no hubo víctimas, los daños fueron cuantiosos e incluyeron la destrucción total de una habitación y todo lo que ella contenía, incluyendo un auto, varios electrodomésticos pertenecientes a los Abregú; y en el caso de Faila, dos habitaciones fueron destruidas por el derrumbe de parte del techo y tirantes. El agua caída en San Cristóbal hasta las 10.30 era de 75 mm.
El intendente de San Cristóbal, Horacio Rigo, comunicó que desde las 4 de la madrugada están trabajando en conjunto Policía, EPE, Bomberos, Samco y Vialidad, ayudando a resolver los problemas de los vecinos que se vieran afectados. También comprometieron su apoyo el subsecretario de Protección Civil y el senador departamental.
La Dirección Provincial de Comunicaciones difundió los registros pluviométricos producidos desde las 9 horas del 8 de marzo, hasta la misma hora de hoy. Corresponden a los siguientes distritos:
En la costa
En Romang, un fuerte viento se abatió a la una de la madrugada, causando la caída y desgaje de árboles. Además, el temporal derivó en un marcado daño de la red de media y baja tensión eléctrica. Se registró también la caída de una antena que provee a la localidad con TV e Internet. Hasta el mediodía, las precipitaciones caídas en esta localidad y sus aledaños, había superado los 65 mm. Situación similar vivió San Javier, donde el meteoro dejó como saldo la caída de árboles, voladuras de algunos techos y de cables de energía, teléfono y servicio de cable. Desde bien temprano cuadrillas de empleados municipales y de la EPE estaban trabajando para solucionar los inconvenientes.
Redacción de El Litoral/Corresponsalías