Escenarios & Sociedad: SOCI-06
Fue el creador del Encuentro Juvenil de Teatro Estudiantil
El adiós a un hombre del teatro

La noticia de la muerte del profesor Jorge Felip ha causado hondo impacto en el ambiente cultural santafesino. Profundo hacedor del arte teatral, Felip tuvo también una amplia participación en diversas manifestaciones del quehacer cultural en la ciudad que tanto amaba.

Felip era técnico Químico y profesor de Inglés, actividad esta última que desarrolló a lo largo de su vida. En su larga y aquilatada trayectoria, concretó diversos montajes teatrales con otros tantos grupos de actores santafesinos. Sus montajes fueron elogiados por la crítica y el público, que acompañaba con su presencia los trabajos emprendidos por ese inquieto y apasionado hombre que tanto amaba su profesión.

Fue un verdadero maestro de actores, a quienes formaba en el oficio y en la vida con su indiscutible entrega. Varias generaciones trabajaron junto a él desde su tan querido Taller de Teatro del Colegio Nacional, donde concretó una trayectoria basada esencialmente en sus conocimientos, que volcaba en los ensayos.

Felip era un incansable hacedor y conocedor del arte teatral. Imposible resulta señalar su vasto currículum, pero muchos recordarán su labor como hombre de la escena santafesina. Así, fundó en 1982 el Grupo de Teatro del Nacional, junto a dos docentes y entrañables amigas como Raquel Bentolila y Martha Ottolina, acompañados por Virginia Echart. Fue cuando estrenaron "La Fablilla del secreto bien guardado". Al año siguiente crearía un suceso teatral que mantuvo, enfrentando muchas veces la dura burocracia docente: el Encuentro Juvenil de Teatro Estudiantil, que concretó por casi veinte años. Una verdadera escuela de actores y directores. Y ese mismo año armó el Taller de Teatro Ruth Niklison, en el mismo Colegio Nacional, un semillero de talentos indiscutible. Paralelamente también hacía teatro en la Escuela 262 República Argentina.

En cada uno de sus trabajos como director demostraba caminos posibles para su arte. Se las ingeniaba con la técnica, pero ésta no era el fin sino el medio del que se valía para hacer teatro. Recorría la vida con sus pasos seguros, manejando con solvencia la magia del conocimiento y deslumbrando a todos por igual con lo que sabía. Su estilo, tradicional y depurado sin dejar de ser un elaborado juego poético, se transformaba en reflexión.

Jorge Felip fue también el creador de Teatro del Sol y llevó a cabo una intensa actividad con grupos dedicados a los adultos y los niños. En los últimos años, fue regente de la Escuela Técnica Manuel Pizarro donde, por supuesto, también creó un grupo de teatro.

Era docente. Un apasionado del cine. Y un hombre de teatro a rajatabla. Trabajó siempre sin perseguir la fama o el éxito sino por el teatro mismo, porque su corazón estaba en ese quehacer. Para lograr ese objetivo, tuvo amigos entrañables en los que se apoyó sin dudarlo. Y era, por sobre todas las cosas, un hombre de bien.