De la redacción de El Litoral
Las autoridades energéticas del gobierno nacional, los técnicos del sector de las empresas privadas y públicas que trabajan en el mercado mayorista, y la experiencia de los últimos años, muestran a junio como el mes más preocupante para la crisis en la generación de energía en la Argentina.
Se supone que este invierno (como en los últimos cinco años) subirá la demanda de energía por sobre el crecimiento vegetativo, y que entre mayo y octubre de 2008 el país requerirá 7,6% más que en el mismo período de 2007.
El precario equilibrio entre oferta y demanda contó con un verano benévolo, de calor intenso en algunas jornadas, pero con momentos de alivio que permitieron pasarlo sin mayores sobresaltos. El peor momento fue el 20 de febrero, cuando se registró el pico más alto de demanda en lo que va del año 17.930 megavatios (MW).
Además, el cambio de huso horario cumplió su cometido y -aunque trajo molestias a la población- evitó que fueran tan empinados los picos de consumo.
En el primer trimestre del año, la demanda subió un 3,8 %, pero en las empresas distribuidoras de energía eléctrica y en el mercado mayorista (que incluye a las industrias electrointensivas) se cree que en los meses fríos habrá más complicaciones.
En marzo, las cifras de consumo fueron incluso negativas: la demanda bajó si se compara ese mes de 2008 con el mismo de 2007, en medio punto. Esa situación permitió que los embalses retengan la poca agua que ha bajado de los Andes en las centrales hidroeléctricas de la cuenca del Comahue, donde hay un complejo de varias represas hidroeléctricas. Y que, en cambio, se quemara más gas. Sobre éste último recae buena parte de la generación de energía, pero cuando los hogares lo demandan (al mismo tiempo que las usinas térmicas) se lo debe restringir a las industrias, tal como ocurre desde hace tres años.
Con junio muy cerca, la Secretaría de Energía de la Nación se ha asegurado que Brasil venda este invierno hasta 1.500 megavatios extra a la Argentina, para ayudar a superar una escasez, según reveló el ministro de Minas y Energía brasileño, Edison Lobao. Los envíos -entre mayo y agosto- serán como mínimo de 800 megavatios y provendrán de centrales térmicas e hidroeléctricas.
El 21 de abril volvió a generar la central nuclear de Atucha que aporta 360 megavatios al sistema nacional. Su parada por mantenimiento fue programada. Había comenzado el 8 de marzo, justamente el mes que hasta ahora ha tenido la menor demanda en lo que va del año. Algo similar sucedió con la nuclear cordobesa de Embalse (aporta apenas ... megavatios), que ingresará a su control anual de rutina cerca de la primavera.
En tanto, la usina Sorrento del grupo del empresario Sergio Tasselli, que está ubicada en la ciudad de Rosario y tiene una capacidad instalada equivalente al 10% de la demanda que consume Santa Fe, sigue fuera de servicio.
También el mes pasado se aprovechó la coyuntura de baja demanda para poner a punto las centrales térmicas de AES Paraná, Central Puerto y Genelba (de Capital Federal y Gran Buenos Aires), esperados para mayo/junio, pero se realizaron en abril; la central Dock Sud postergó el mantenimiento previsto para los meses de junio/julio hasta, por lo menos, a mediados de setiembre o principios de octubre, y adelantó para mayo/junio el cambio de alimentadores para poder operar cuanto antes con gasoil.
Como mínimo, el cuello de botella que presenta la generación de energía para la economía seguirá hasta 2011, según ha estimado el subsecretario de Combustibles de la Nación, Alejandro Rodríguez.
El ex funcionario del gobierno provincial de Mendoza ha dicho a medios de esa provincia que "en 2011 habrá capacidad energética plena y dejaremos de sufrir estos problemas", al tiempo que descartó que nuestro país vaya a sufrir problemas económicos por el retraso de las inversiones en el sector energético.
Afirmó que tanto sobre gas como energía eléctrica el gobierno nacional calcula que tendrá una provisión "satisfactoria" que no obligue a cortes imprevistos.
Mientras tanto, todo dependerá de la temperatura que actúa como regulador de la demanda, de los caudales de los ríos que alimentan las represas hidroeléctricas, y del crecimiento de las industrias.
Desde 1981
Atucha II es la tercera usina nuclear de la Argentina, además de Atucha I y Embalse, ambas en producción. Comenzó a construirse en 1981, y aún no se terminó. Las obras civiles ya están hechas, y costaron 3.300 millones de dólares. Las piezas para construirla están en grandes galpones, guardadas, hace 12 años. El subsecretario de Combustibles de la Nación, Alejandro Rodríguez, dijo que la la central nuclear Atucha II entrará en operaciones en 2010. En 2007 el gobierno nacional sostenía que lo haría en 2009.