arte: ARTE-02
Entrevista a Sandra Siemens
Todo lo escrito "para" limita

Por María Luisa Miretti

-¿Cómo se gestó "El último Heliogábalo", que obtuvo el Premio Norma-Fundalectura 2008?Sandra Siemens: -Surgió justamente a partir del cuento que le da el nombre. Estaba releyendo ""La lotería en Babilonia", donde de manera totalmente tangencial Borges menciona que el emperador Heliogábalo escribía la suerte de sus invitados; a unos podían tocarle diez moscas y a otros diez osos. Cuando la idea de que alguien pudiera ganarse diez osos en un sorteo me cayó encima, supe que tenía un cuento. Una vez que lo terminé recordé un cuento que había escrito muchos años antes y que había archivado en un cajón. Y lo recordé justamente porque ambos cuentos tenían una estética común. Entonces supe que tenía un libro. Me dispuse a escribir los otros dos que componen el libro, ""Poe, el gato negro" y ""Leopoldo", teniendo en la cabeza esa idea de libro. Un libro que jugara con la intertextualidad. Algo que suelo hacer bastante a menudo. -¿Qué te decidió a presentarlo en un concurso?-En realidad lo presenté casi de casualidad. Había leído las bases del concurso, pero estaba convencida de que no premiarían un libro de cuentos, sino una novela. Le escribí al editor de Norma para decirle que le enviaría el material para que viera si le interesaba publicarlo. Como no me contestaba y cerraba la recepción de los trabajos al concurso decidí enviarlos igual. Al poco tiempo me escribió disculpándose porque se había traspapelado mi e-mail y diciéndome que le enviara el material cuando quisiera. Si no se hubiera perdido mi e-mail, seguro que no los hubiera mandado. -¿Qué significa este premio en tu frondosa carrera literaria?-Un premio siempre es un estímulo y una confirmación de que eso que hacemos encuentra un eco y un valor en otros. Una mirada positiva sobre nuestro oficio de escribir. De ninguna manera definitoria pero sí, como dije antes, estimulante. -¿Qué imagen de lector/a tenés a la hora de escribir? -No tengo una imagen de lector definido. Encuentro una voz, un tono y escribo. Recién después puedo pensar a quién le puede interesar ese texto y en base a eso algunas veces corrijo las disonancias que puede haber. -¿Qué opinás de la literatura para niños?-En el último seminario que dictó la escritora Alma Maritano en la UNR, justamente hizo hincapié en lo problemático de esa preposición. Sin duda alguna todo lo que sea ""para", limita (""para" mujeres, ""para" jóvenes, etc.). A la hora de escribir intento que esas limitaciones me ajusten lo menos posible para que la ecuación finalmente sea buena literatura o mala literatura. -¿Podrías comentar brevemente la historia de este libro?-En realidad son cuatro historias. "El último Heliogábalo" cuenta las peripecias de una habitante de Babilonia, Ulam Buriash, a quien le toca en suerte la tarea de entregar diez osos a Heliogábalo. Y de lo que le ocurre al Heliogábalo ganador del premio. ""Leopoldo" es una historia donde se establece un juego entre el autor y el personaje. Un juego que termina en una guerra declarada y donde la realidad y lo fantástico cruzan la frontera constantemente. Así como Cristóbal Colón peregrinó y luchó por concretar su sueño de descubrir un nuevo mundo, en ""El diario de un descubridor" el personaje está decidido a descubrir el Viejo Continente. Y en ""Poe, el gato negro", los padres de la protagonista se acaban de separar y ella se va de vacaciones con su madre a una vieja casona de las sierras de Córdoba. Las recibe Poe, un gato negro que les va a hacer pasar las vacaciones más espeluznantes de sus vidas. -Recordanos por favor algunos títulos de tu producción literaria.-He publicado ""La silla de la izquierda", ""De Unicornios e Hipogrifos", ""La polilla", ""El bandido de los mares" y ""íAy! -dijo Filiberto", en Sudamericana. Para los lectores más pequeños, ""El monstruo Groppopol". En Colihue publiqué ""El crimen del Sr. Ambrosio", ""Un tren a Cartagena" y próximamente saldrá otra novela que se llama ""El grito". -¿Con qué género te movés mejor y por qué?-En el género fantástico. Porque dentro de ese género uno puede mirar y ver, como le ocurría a Cortázar, un reloj en una alcachofa y además puede dar testimonio de que da la hora exacta.