Profunda, reflexiva y sensible, la historia de "La duda" retorna a nuestra ciudad. La obra protagonizada por Gabriela Toscano y Fabián Vena, bajo la dirección Carlos Rivas, estará nuevamente en escena en el Centro Cultural Provincial, mañana a las 21.
La trama de la obra escrita por John Patrick Shanley, se inscribe en la Nueva York de 1964 y narra lo que sucede en un colegio católico cuando llega un joven sacerdote, con ideas renovadas. Su contrincante es una religiosa que, absolutamente convencida de ciertas conductas sospechosas por parte del cura, inicia una investigación que la enfrentará a sus propias certezas.
En la dialéctica de ambos personajes, interpretados con sumo talento por parte de Toscano y Vena, transcurre la mentada sospecha, la consiguiente investigación, la defensa y un desenlace que se abre paso en el sentido del título de la obra. La duda es, justamente, el hilo conductor del relato.
Un año atrás, la obra llegaba a Santa Fe por primera vez. En aquella ocasión, la actriz protagónica decía a este diario que "esta monja está convencida de que lo que uno haga hoy tendrá consecuencias mañana -indicaba Toscano en relación a su personaje-. Ella se tomó con total convicción su misión de preservar la integridad de los chicos. Es una mujer de una formación rigurosa. En ese colegio está prácticamente sola, con la desconfianza que tiene hacia ese cura progresista por haber podido abusar de uno de los chicos".
En la visión de la artista, la propuesta dramática también permite advertir "qué se juega moralmente para los personajes enfrentados, cuando cada uno defiende su postura. Y aquí, lo peor es tener dudas", según decía Toscano en dicha oportunidad.
Silvia Baylé y Magela Zanotta también integran el reparto. La primera asume el papel de la madre del niño sobre quien se cree que el cura ejerció un abuso de influencia. La segunda, es la joven y torpe monjita que soporta el peso de la inflexible madre superiora sobre su mundo interior.
Un discurso inquisidor sostiene una red de sospechas. Son sólo eso, sospechas que conducen una acusación. El acusado siente una persecución acuciante sobre sus espaldas y su reputación. Es su palabra la única arma que cuenta para su defensa.
Más allá, de la inocencia o la culpabilidad, lo que "La duda" plantea es la internalización del poder, la creencia enceguecida, la desconfianza absoluta y también la intolerancia.
Esta pieza de John Patrick Shanley logra trascender gracias a un sólido argumento la mera historia puesta sobre el escenario. Los mecanismos institucionales que se ponen en funcionamiento cuando lo diferente amenaza con alterar el orden establecido, cuando la ética se juega su validez.