¿Alguna vez se han preguntado por qué le gusta tanto a la gente el pointer para la caza? Su perfil psicológico, las características mentales y físicas para este trabajo y hasta su nombre, que en inglés significa "apuntar", lo han definido como el perro de caza por excelencia.
El pointer emociona al cazador, desplegando elegancia en su andar, seguridad, poderío mental, tenacidad en la búsqueda. Perro difícil de controlar para aquel cazador que no conozca cómo manejar su conducta, su personalidad, su locura". Difícilmente se adapta a otra persona que no sea su amo. Por esto y muchísimos motivos más, que trascienden lo teórico y técnico, el perro de caza
Se trata de una raza adaptable a la convivencia con la familia en la vivienda y a las perreras para los largos viajes al campo.
Como mayores problemas tendríamos que resaltar su sensibilidad corporal a las bajas temperaturas, a los terrenos abruptos y su regular instinto para recuperar las piezas, lo que lo califica como una raza de cobro medio. De cachorros muestran un gran empeño por destruir la jardinería. Estos aspectos se ven muy bien camuflados por el gran instinto de caza, la gran voluntad de trabajo y su "polenta" en lo físico, que hacen entrar al pointer en los lugares más difíciles, como espartillos, cardales, pajales, etc.
El pointer es el ejemplo más claro de que los instintos animales y la estructura física han ido evolucionando a lo largo de las generaciones para la consecución de un fin. Si bien es cierto que su temple de cazador no es controlable, el que se acostumbra a cazar con esta raza de perros se les hace muy difícil cambiarlos.
Los machos en promedio miden entre 60 y70 cm., musculosos, con un pecho bastante ancho, muslos y patas bien desarrolladas llegan a pesar 25 o 30 kilogramos en su madurez. Su pelaje es corto, fino y lustroso de color blanco y negro, blanco y marrón o tricolor. Algunos son de hocico partido y su cola es de mediana longitud, gruesa en la base y afinándose hacia la punta, llevada a nivel del cuerpo.