Carlos Galán (presidente de la Unión Industrial de Santa Fe)
Los sectores de la producción están fuertemente vinculados. Más aún, tenemos vasos comunicantes muy fluidos entre nosotros, campo-industria, industria-campo, razón que nos obliga a preocuparnos de que ambos sectores gocen de buena salud. Este conflicto entre el campo y el gobierno nacional afecta muy fuertemente a toda la comunidad productiva.
Tener un gobierno que tome medidas previsibles en todos los aspectos y en particular en la economía es lo menos que podemos exigir. Consentir con el instrumento elegido por el sector vinculado al campo de restringir la libre circulación a toda la sociedad argentina es tan riesgoso como desoír permanentemente un reclamo de uno de los sectores más dinámicos en la Argentina de hoy.
Quienes bregamos por la libertad en forma permanente tenemos la obligación de hacerlo siempre y con coherencia. La entidad que presido considera imprescindible que los actores en conflicto busquen una vez y todas las que haga falta la mesa del diálogo como ámbito de solución al conflicto. Está claro que la cuestión es netamente política. De no llegar a un buen entendimiento, en caso extremo, nuestra Constitución prevé los mecanismos legales para resolverlos.