EFE-Télam
Georgia acusó hoy a Rusia de incumplir su promesa de alto el fuego al tomar con sus carros de combate y saquear la ciudad de Gori, que se encuentra a 70 kilómetros de Tiflis.
"Rusia ha violado de manera traicionera la palabra de alto el fuego que le dio al (presidente francés Nicolas) Sarkozy", aseguró Alexandr Lomaya, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia.
Según el canal de televisión Rustavi-2, blindados rusos destruyeron las instalaciones militares de la Artillería del Ejército georgiano en Gori.
Esas instalaciones habían sido abandonadas por las fuerzas georgianas tras la contraofensiva de las tropas rusas en Osetia del Sur, por lo que Georgia no está oponiendo resistencia.
Habitantes de Gori, que está a pocos kilómetros de la región separatista de Osetia Sur, cifraron en 50 los carros de combate rusos que entraron en la ciudad esta mañana.
El alto funcionario georgiano dijo que las tropas rusas no habían empleado la fuerza contra la población civil, aunque seguidamente denunció "saqueos" por parte de elementos "norcaucásicos".
"Después de bombardear la ciudad, las tropas rusas permitieron la entrada de los norcaucásicos que saquean casas y tiendas y humillan a la población", dijo.
El funcionario no especificó si los norcaucásicos a los que se refería eran los "voluntarios" de las repúblicas rusas del Cáucaso Norte que se alistaron tras el estallido del conflicto en Osetia del Sur.
Los atacantes exigieron la retirada de Gori de la Cruz Roja, dijo Lomaya, que exigió una investigación internacional para "castigar a los culpables" y adelantó que se está organizando una misión de embajadores occidentales para que viajen con urgencia a la zona.
Además, los carros de combate rusos cortaron la ruta que une la ciudad georgiana de Gori con Tiflis, según informó hoy Shotá Utiashvili, portavoz del Ministerio del Interior de Georgia.
El mando de las fuerzas de paz rusas en la región separatista de Osetia del Sur ha desmentido las declaraciones de los funcionarios georgianos.
"En la ciudad de Gori no hay fuerzas de paz rusas ni otras unidades", aseguró un portavoz del mando militar a la agencia rusa Interfax.
""Una vez que las tropas georgianas vuelvan a sus cuarteles (las fuerzas rusas) volverán al territorio de la Federación rusa", declaró a la prensa el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Entre la situación sobre el terreno y las afirmaciones de responsables de ambos países, persistían diferencias y contradicciones.
El subjefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Anatoli Bovitsin, acusó a las fuerzas georgianas de no respetar el alto el fuego y negó que las fuerzas rusas se dirigieran a Tiflis, como informaron algunos medios de comunicación.
Mientras, en Tiflis el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, pidió hoy una investigación internacional de las acciones militares rusas en territorio georgiano y acusó a Moscú de "limpieza étnica".
"El desfiladero de Kodori (Abjasia) fue bombardeado por aviones rusos. Pido una investigación internacional para establecer de quién son esas bombas. Para que no nos acusen a nosotros", afirmó Saakashvili en rueda de prensa retransmitida en directo por la televisión.
El líder georgiano hizo estas declaraciones en una rueda de prensa junto con los presidentes polaco, Lech Kaczynski; ucraniano, Víctor Yúschenko; lituano, Valdas Adamkus; estonio, Toomas Ilves; y el primer ministro letón, Ivars Godmanis.
Adamkus señaló que "la comunidad internacional debe ser más activa" y añadió que las "tropas de ocupación deben ser retiradas y sustituidas por fuerzas internacionales de paz".
Por su parte, Kaczynski indicó "se violan los principios de la seguridad europea" y abogó por la intervención de los líderes de los países más influyentes.
El presidente estonio denunció que las acciones militares rusas representan una "abierta agresión contra Georgia" y llamó a la UE y a EE.UU. a no ignorar esta situación.
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, aseguró hoy que Moscú puso fin a la operación militar en Georgia porque se consiguieron "los objetivos planteados" y "no porque lo exigiera el presidente (de Estados Unidos, George) Bush".
Y refutó las afirmaciones de Washington de que "Moscú es parte del conflicto y no puede por tanto cumplir la misión pacificadora".
La Fiscalía rusa inició hoy los interrogatorios de los prisioneros de guerra georgianos con el fin de documentar el "genocidio" cometido por el Ejército de Georgia contra la población civil en Osetia del Sur.
Tras cinco días de acciones militares, Rusia y Georgia aceptaron el plan de arreglo del conflicto presentado ayer por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en nombre de la Unión Europea (UE) y que prevé el retorno de las tropas rusas y georgianas a sus posiciones iniciales.
Los cancilleres de los 27 países de la UE, reunidos de urgencia en Bruselas, reclamaron ""un cese el fuego efectivo" y anunciaron su ""voluntad" de controlar y ""vigilar" la aplicación del plan de paz en Georgia enviando efectivos a la región, en palabras del ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner.
Para el envío de efectivos se necesitará una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Varios países están dispuestos a enviar efectivos a la zona: Lituania, Finlandia e Italia, ya se manifestaron en ese sentido.
Tal como había reclamado el jefe de la diplomacia británica, David Miliband -que antes de la reunión criticó duramente la ""agresiva" reacción de Moscú a la ofensiva georgiana- la UE decidió examinar en setiembre sus relaciones con Rusia, con la que debería renovar su ""asociación estratégica".
Dirigentes osetas y abjasos rechazaron la idea de negociar con Georgia y acusaron a Tiflis de ""genocidio", según la agencia rusa Interfax.
Cinco periodistas murieron desde el viernes en el marco del conflicto ruso-georgiano. La ONU anunció que brindará ayuda a por lo menos 30.000 personas desplazadas en Georgia por las hostilidades.
El acuerdo presentado por la presidencia de la Unión Europea (UE) avalado por Georgia y Rusia contiene seis puntos, tal como detallaron en las conclusiones de la reunión que los ministros de Relaciones Exteriores de la UE mantuvieron hoy en Bruselas.
1. No recurrir a la fuerza.
2. Cese de hostilidades definitivo.
3. Libre acceso a la ayuda humanitaria.
4. Las fuerzas militares georgianas deberán retirarse a sus lugares habituales de acantonamiento.
5. Las fuerzas militares rusas deberán retirarse a las líneas anteriores al inicio de las hostilidades. A la espera de un mecanismo internacional, las fuerzas de paz rusas establecerán medidas adicionales de seguridad.
6. Apertura de conversaciones internacionales sobre la seguridad y estabilidad en Abjasia y Osetia del Sur.
Una primera versión de ese plan de seis puntos hablaba de ""apertura de discusiones internacionales sobre el futuro estatus y la modalidad para una seguridad duradera en Abjasia y Osetia del Sur".
Las palabras ""estatus futuro" y ""duradero" fueron retiradas a pedido del gobierno georgiano y con el acuerdo de Rusia.
Abjasia y Osetia del Sur son dos regiones georgianas separatistas pro rusas que declararon su independencia unilateral de Tiflis a principios de los años 1990, tras el derrumbe de la URSS.
"Demasiado blando"
El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, afirmó hoy que las primeras declaraciones de Estados Unidos cuando comenzó la operación militar rusa en Osetia del Sur fueron ""demasiado blandas". ""Francamente, las primeras declaraciones de Washington fueron percibidas por los rusos casi como una luz verde para seguir con esto, porque eran demasiado blandas. Los rusos no entienden ese tipo de lenguaje suave", dijo Saakashvili.
El presidente georgiano, que dijo haber hablado recientemente con el presidente estadounidense, George Bush, pidió a Estados Unidos y a sus aliados europeos el despliegue de una fuerza de paz en la región, después de que Rusia y Georgia acordasen un frágil cese el fuego.