Deportes: DEPO-07
El pope tatengue debe ponerse al frente del rubro clave
A Vega no le queda otra que hacerse cargo del fútbol
Esta noche serán aceptadas las tres renuncias a la subcomisión de fútbol de Decoud, Morán y Dupont. El equipo está sin puntos y, obviamente, eso genera preocupación. El capitán del barco debe comandar personalmente en medio de la tormenta.

Juan Leonardo Vega es, sin dudas, un dirigente que en algunas cuestiones rompe el molde de lo que marcan las generales de la ley en el fútbol argentino. Máxime tratándose de un presidente. Y del presidente que conduce los destinos de uno de los clubes más importantes del interior de la Argentina como es Unión. En este bendito país, inundado de millones de técnicos sin títulos y donde todos opinamos de la pelotita, cualquiera "se muere" por ser presidente del club del cual es hincha para manejar el fútbol, comprar y vender jugadores, contratar técnicos e ir por la incomparable gloria deportiva que da un ascenso o un campeonato. Se sabe, Vega preside Ägracias al apoyo contundente de los sociosÄ el club del cual es fanático desde chico. Pero hasta ahora, en poquito más de un año, no manejó el fútbol profesional de la manera "habitual" que lo hacen los presidentes de clubes en la Argentina. Todo lo contrario.

Si hasta es público y conocido que "perdió" votaciones internas, en su afán de transparentar el manejo interno del rubro más importante que tuvo, tiene y tendrá Unión por siempre. Tenía las ganas y la plata en la mano para traer al peruano Juan José Jayo; sin embargo, el entrenador de turno ÄClaudio GugnaliÄ y quienes manejaban el fútbol profesional, opinaron lo contrario y aceptó la decisión sin chistar. No deja de ser un acto de grandeza para "salvar" y mejorar la calidad de vida institucional. Acaso, la decisión de Vega está fundada en experiencias anteriores donde vio como grandes líderes rojiblancos ÄSúper Manuel Corral, Angel MalvicinoÄ se debilitaban por luchas intestinas de poder.

Otros dos casos de derrotas presidenciales pasan por los casos de Gugnali y Serrizuela. Después de Tiro Federal, cuando Claudio le pone la renuncia en la mano a los dirigentes, Vega pensaba que estaban dadas las condiciones para un "cambio de timón". Lo sugirió. Volvió a perder o se dejó ganar. Da lo mismo. Pero respetó a rajatabla el sistema pluralista que él instaló en Unión desde hace un año.

Lo mismo con el "Tiburón". Acaso por no estar convencido de sus respuestas futbolísticas a esta edad o bien por los 18.000 pesos mensuales que desacomodaban el presupuesto y la "armonía" de un plantel sin estrellas ni figuras. Pero estaba claro que Vega no quería que Serrizuela fichara. El resultado quedó claro: la subcomisión de fútbol impuso su gusto y Serrizuela jugó en Unión. Otra vez, "perdió" el presidente.

El perfil de Vega

Si de algo se dio cuenta el actual presidente es que Unión estaba mucho peor adentro de lo que se veía desde afuera. Pasa siempre, no es exclusivo de López y Planes. Por algo todo el mundo sabe en Unión que el mismo Juan Leonardo Vega lleva puesto más de 1.000.000 de pesos de su propio bolsillo en el club. A esto lo saben, comprobadamente, los que lo adoran y hasta sus acérrimos opositores (internos o externos).

Su perfil empresarial exitoso y el desarrollo de modelos económicos más el hecho de potenciar recursos humanos en Europa le generan un perfil impropio al dirigente de fútbol argentino. Cualquiera que presida a Unión estaría desesperado por ascender. Está claro que Vega quiere ascender, pero le preocupa más "lo otro": acomodar la balanza de pagos, tener un reaseguro distinto en inferiores, solucionar viejas deudas e intentar achicar el desfasaje económico entre lo que históricamente entra y lo que sale.

En otras palabras: Vega quiere ganar primero el campeonato económico y después el futbolístico. Convengamos que es, claramente, una receta no experimentada hasta ahora en Unión. Por eso, apunta a "fidelizar" al socio, a que el padrón no esté atado sí o sí a un resultadito el fin de semana.

El problema de Santa Fe

Los clubes de Santa Fe viven cometiendo un "pecado" sistemático: muchas veces, los dirigentes en tiempos de elecciones "se amontonan" en lugar de ir alineados detrás de una idea o un proyecto. Hoy, con Julio Baldi ido y con Decoud renunciando a su cargo de presidente del fútbol, el tiempo puso a cada uno en su lugar: le receta sirvió para ganarle contundentemente a Jorge Molina y quitarle el poder. Como estrategia electoral, fue perfecta: Baldi aseguró los votos de la "Guardia Vieja" y Decoud Ädel viejo riñón del "corralismo"Ä aportó los votos de los más nuevos con su Glorioso "89 (el nombre por sí solo explica a sus seguidores). Esa receta hoy, un año después, está terminada para gobernar. Es el precio por ir amontonados en lugar de ir juntos.

Entonces, llegó el momento para que Vega asuma el protagonismo que evitó en su primer tercio de gestión. Hoy el fútbol profesional de Unión pasa por una pequeña tormenta. No se puede hablar de crisis, apenas van dos fechas como para "tirarse de los pelos" porque el equipo no ganó y está último.

Insisto con una idea que dejé en claro en el comentario de Unión 0 - Belgrano 1: muchas cosas se agravan desde la óptica del hincha y del socio porque es como que recién ahora "caen las fichas" por haber estado tan cerca del ascenso en la Promo con los jujeños. Entonces, todo se desvirtúa: "De estar a un gol de Primera a quedar últimos en la "B'...".

Punto de partida y llegada

Es cierto que Vega vive citando una frase de cabecera, casi como su propio Preámbulo: "En los años "70, llegamos a tener más de 25.000 socios". Está bien que obtenga licencia para soñar, con apostar a una institución modelo que potencie todas sus disciplinas deportivas y vuelva a ser lo que era. Pero Unión siempre tendrá el fútbol como punto de partida y como punto de llegada.

Hoy, más que estar con el equipo último sin puntos, particularmente me preocupa mucho más cómo será la salida a las renuncias en la subcomisión de fútbol. En su esquema de trabajo inicial, cuando "repartió" las tres vicepresidencias, Vega fue claro: 1) Decoud al fútbol profesional; 2) Miguelito Ponce al fútbol amateur; 3) Augusto Borlle a la AFA.

Vía carta, Decoud presentó su renuncia, la cual será aceptada esta noche en directiva. Junto con él se fueron Dupont y Morán. Sólo quedan Mieres y Costa.

La primera decisión fuerte que debe tomar el presidente es hacerse cargo del fútbol profesional. Ratificar a Mieres y Costa, sí; sumar nuevos colaboradores, sí. Pero con Vega a la cabeza. No se trata de renunciar a ideales ni ceder convicciones. Quedan dos años e igualmente puede ganar el campeonato económico antes que el futbolístico. Y también puede concretar el "milagro" de hacer de Unión aquello que fue en los "70 con 25.000 socios con más de 30 actividades deportivas funcionando a pleno.

Pero hoy debe entender que preside un club de fútbol y se le cayeron los marineros más importantes. Los que manejaron el fútbol profesional, el corazón de Unión. Tiene que ponerse al frente, disimular las renuncias y ver cómo maneja el tema interno a futuro. Está claro (ver aparte) que Decoud se va de su función por diferencias con Vega, pero queda adentro. Antes, Rucci hizo lo mismo: pasó al costado en prensa, sin alejamiento a la directiva.

Instalado en el club casi todo el día y con mucho dinero aportado de su propio bolsillo, Vega tiene el derecho legítimo ganado para manejar el fútbol de Unión. Y aunque no sea, quizás, lo que más le guste, está ante un caso evidente de obediencia institucional debida. No le queda otra.

¿Qué dice la carta de Decoud?

Esta noche, en reunión de comisión directiva, serán analizadas y aceptadas las tres renuncias en la subcomisión de fútbol profesional de Unión. A la movida la encabezó Decoud; lo acompañaron Morán y Dupont por lealtad.

Por lo que pudo averiguar El Litoral, en la carta que Decoud le envió a Vega, sostiene que renuncia por haber sido "desplazado" de las decisiones importantes en los últimos tiempos: la transferencia de Zárate al Botafogo y la decisión de declarar intransferible a Rosales ante el ofrecimiento de Grecia. Además, detalla Decoud lo que considera "logros" en su gestión al frente del fútbol profesional: no más de cuatro refuerzos por campeonato e ingresos por ventas, además de haber llegado a las puertas de un ascenso en la Promoción con Jujuy.

Darío Pignata[email protected]