José Martí y "la primera revolución cubana"; Rafael Barret, "una leyenda anarquista"; Luis Emilio Recabarren y "el sueño comunista"; Emiliano Zapata y la "insurrección a la mexicana"; Farabundo Martí y la "rebelión en el patio trasero"; José Carlos Mariátegui y "un marxismo indígena"; Augusto Sandino, "un jinete contra el imperio"; Luis Carlos Prestes, "el caballero de la revolución"; Salvador Allende y "la revolución desarmada"; Raúl Sendic, "el primer tupamaro"; Che Guevara, "desde la histórica altura" y Camilo Torres, "sacristán de la guerrilla". Estos son los personajes y sus aventuras referidas en "Fundadores de la izquierda latinoamericana" , con textos escogidos de la colección homónima (Capital Intelectual), de Hernán Brienza, Catriel Etcheverri, Sergio Góngora, Cristina Noble y Luis Sicilia.
En la introducción se nos adelanta que, a diferencia de Europa, que ingresa en el siglo XX habiendo concluido el ciclo de formación de sus nacionalidades, en América Latina se estaba lejos del "sueño unificador de Bolívar, San Martín y Artigas, las anémicas repúblicas emergentes avanzaban como podían. O como les permitía la mayor o menor dependencia a los países centrales. Así, la disparidad fue la norma". Por esa razón, concluyen los autores del libro, "la izquierda latinoamericana recorrió un camino similar, tortuoso y desigual. Quizá por eso, sus fundadores no se parecen entre sí. Está el poeta sensible como José Martí y está el charro de pocas pulgas como Emiliano Zapata..."
Y más adelante: "Todos ellos fundaron algo. Ideas, partidos políticos, frentes populares o grandes o amplios, centrales obreras, organizaciones sindicales, ejércitos, grupos armados, ligas agrarias, periódicos y revistas.
"Y a todos ellos, en algún rincón del continente, alguien los recuerda. Gente de pueblo, vecinos de la vuelta, trabajadores, campesinos, estudiantes, intelectuales, compatriotas de la patria grande"