Tomás Rodríguez - (Especial para El Litoral)
Los futbolistas entrerrianos Alberto "Pulga" Ríos y José "Chiquito" Broggi fueron los principales artífices de la espectacular victoria de Colón frente a la Selección de Argentina, ganadora de la Copa de las Naciones en Brasil, en una singular y sorpresiva labor que ocupó los principales titulares de los medios de comunicación del país y de los países sudamericanos.
La lluviosa tarde del 7 de setiembre de 1964 quedó grabada en las retinas de miles de hinchas sabaleros como una nueva jornada histórica y nació allí ÄdefinitivamenteÄ la denominación de "Cementerio de los Elefantes".
En el curso de esa exitosa temporada por los resultados obtenidos ante equipos de jerarquía o de categoría superior, el conjunto de Colón obtuvo el resonante triunfo que conmocionó al mundo futbolístico ante el Santos F. C. de Brasil, bicampeón mundial (2-1).
Otras meritorias labores fueron ante Cerro de Montevideo (3-0), Huracán (2-0); Colón de Montevideo (2 a 1), Defensor de Montevideo (2-0), River Plate (2-2), San Lorenzo de Almagro (0-0) y combinado del Uruguay (1-1) en el estadio Centenario de la capital oriental, además de adjudicarse el trofeo Gobernador de la provincia, Dr. Aldo E. Tessio disputado con Unión (perdió 0-1 en su cancha y ganó 4 a 1 en el estadio 15 de Abril).
Los traspiés habían sido ante Vélez Sarsfield (0-3) y Boca Juniors (1-3) a lo largo de un año muy intenso y activo, donde el equipo de Colón militaba en la segunda división del fútbol argentino y estaba considerado "muy corto" y demasiado económico, conducido por el emblemático presidente Italo Pedro Giménez.
El portero paraguayo Juan Luis Pérez, el mediocampista Ríos, natural de Paraná y el delantero Broggi, de Gualeguaychú, fueron en la alineación inicial los futbolistas que no tenían una formación santafesina. El responsable técnico, el "Chengo" Cantelli, hacía alternar a la mayoría de los jóvenes nacidos de la cantera rojinegra, otorgándole descanso a la mayoría de los guaraníes incorporados ese año.
La memorable victoria sabalera giró en torno a una planificación inteligente, donde se intentaba impedir que el seleccionado argentino brillara con el juego espléndido en el mediocampo con una trilogía maravillosa, al compás del sonido que emitían Rendo y Onega y la personalidad de Rattín.
Los locales armaron un dibujo defensivo, agrupándose ordenadamente, con marcación a presión sobre los dos extremos, Larpín sobre el "Loco" Chaldú y Cevallos impidiendo la corrida y el furibundo remate del "Conejo" Bielli, además el "Beto" Poncio le puso un candado al "Ronco" Onega para que el magistral número 10 no desplegara todo su talento, repertorio y la música que iluminaba el cielo celeste y blanco, no arrasara como hacía poco tiempo atrás en el estadio Maracaná ante Inglaterra, Portugal y Brasil.
La primera sorpresa aconteció cuando Ríos de "palomita" se anticipó a Rattín y batió a Righi a los 9', luego de una falta del "Cholo" Simeone a Broggi, que fuera ejecutada con rapidez por el "Colorado" Larpín, ante la algarabía del público local que celebraba la conquista y las recriminaciones entre los defensores del equipo nacional.
Rattín, con personalidad, sacó pecho ante la alternativa adversa, observándose entonces que emitía gritos, protestas, fuertes epítetos y llamados de atención a sus compañeros, exhortándolos a mantener la calma, mayor responsabilidad y evitar con sus actitudes la desconcentración para salir adelante ante la insólita situación que se estaba planteando en el campo de juego, frente a una formación de jugadores poco conocidos...
Los dirigidos por Minella se lanzaron a una tenaz ofensiva, acorralando al dueño de casa, sin orden y dejando muchos espacios en el medio, aprovechando el local el nerviosismo de los futbolistas visitantes. En una réplica, a los 20' el paranaense Ríos se apoderó del balón ante una falla de Galeano, habilitando a "Ploto" Gómez, cuyo disparo apresurado se estrelló en un poste, lejos de la estirada de Righi.
Este llamado de atención fue en vano, porque Argentina apelaba a los reiterados e imprecisos "centros a la olla" para el "Tanque" Rojas, aunque siempre rechazaba un defensor o salía a cortar el arquero paraguayo Pérez.
Los inconvenientes, las dudas y la incertidumbre en el seleccionado nacional se fueron agudizando más y a los 38' se produjo el segundo gol de Colón, al equivocarse Varacka en un pase, siendo capitalizado el balón por Luis López que envió desde la derecha un centro rasante, no pudo rematar Demetrio Gómez y el diminuto Broggi con tiro corto batió a Righi, estallando las tribunas y premiando la actuación de la formación local con sostenidos aplausos.
Los cambios del seleccionado argentino en el complemento no dieron los resultados esperados. Telch y Mesiano no encontraron la brújula ni el camino deseado para llevar el barco a un destino feliz y el santafesino Daniel Willington, uno de los futbolistas de mayor jerarquía y calidad en la década del '60 del siglo pasado, parecía que deambulaba en forma solitaria en el desierto de Sahara.
En la oportunidad, Colón volvió a escribir una página brillante en su rico historial, tras soportar una grave crisis deportiva y económico-financiera en 1959, con la pérdida de categoría, como el Ave Fénix resurgía de las propias cenizas y recién ascendido a la segunda categoría, obtenía su segundo resultado sorpresivo e importante, esta vez frente al seleccionado argentino que venía de conseguir una victoria espectacular en Brasil y clasificado para la VIII edición del Campeonato Mundial de Fútbol por la Copa Jules Rimet, cuya sede sería Inglaterra en 1966.
Colón: Juan Luis Pérez; Pedro Rosso y Carlos Larpín; Juan Ceballos, Alberto Raúl Poncio y Horacio Banegas; Luis López, Carlos Alberto Colman, Demetrio Gómez, Alberto Ríos y José Broggi. DT: José Canteli.
Seleccionado Argentino: Ediberto Luis Righi; Pedro Galeano y Abel Omar Vieytez; Carmelo Simeone, Antonio Ubaldo Rattín y José Varacka; Mario Norberto Chaldú, Alberto Rendo, Alfredo Hugo Rojas, Ermindo Angel Onega y Adolfo Alberto Bielli. DT: José María Minella.
Goles en el primer tiempo: a los 9' Ríos (C) y a los 36' Broggi (C).
Cambios: antes de comenzar el segundo tiempo, José Agustín Mesiano por Varacka (A) y Roberto Telch por Rattín (A); a los 14', Daniel Alberto Willington por Rojas (A) y Luis Cabañas por Ríos (C); a los 25' Fernando López por D. Gómez (C) y a los 39' Bareiro por Larpín (C).
Cancha: Colón.
Árbitro: Roberto Goicoechea.
Recaudación: 997.600 pesos.
En ese año (1964), Argentina ganó en forma brillante e inesperada la Copa de las Naciones que organizó la Confederación Brasileña para festejar el bicampeonato de la Copa Jules Rimet.
En el referido certamen de carácter cuadrangular participaron, además, Brasil, el anfitrión, bicampeón del mundo, en Suecia (1958), y Chile (1962); Inglaterra (sería sede de la competencia en 1966) y Portugal (en esa época, sensación en Europa).
Nuestro equipo se impuso en forma indiscutible en el debut a Portugal (del goleador Eusebio y Coluna) por 2 a 0, con anotaciones del "Tanque" Rojas y de Rendo; por 3 a 0 a Brasil (Amadeo Carrizo detuvo un penal a Gerson), con los tantos del "Ronco" Onega y dos del "Cordero" Telch (había suplantado al "Chino" Mesiano, agredido cobardemente por Edson Arantes do Nascimento, "Pelé") y a Inglaterra (con Bobby Charlton y Jimmy Greaves), por 1 a 0, con gol de Alfredo Rojas.