Opinión: OPIN-03 íEstudiantes, alcemos la bandera!
Por Nidya Mondino de Forni

Cada 21 de septiembre, los estudiantes festejan su día en coincidencia con el inicio de la primavera. Dos festejos con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad de la naturaleza y del espíritu humano. Pues detrás del bullicio festivo de la celebración, en la que la juventud es protagonista, subyace la renovación del compromiso, de un deber asumido consigo mismo, con la patria y con las generaciones por venir.

A lo largo del tiempo se les han dedicado poesías y canciones. A modo de homenaje compartamos hoy una canción que simboliza el espíritu de ese día. Se trata de la "Canción del Estudiante", cuya letra pertenece a Francisco García Giménez y música de Ernesto Galeano y Carlos Guastavino.

Francisco García Giménez (1899-1983): periodista, comediógrafo, guionista de cine, historiador y autor de letras de tango tales como "Zorro Gris", "Alma en Pena", "Siga el corso", "Ya estamos iguales". Desde sus primeras letras ya está presente el poeta culto, preciso y refinado, que demuestra un magistral manejo del lenguaje.

Aun cuando muchas veces ha debido componer sobre una melodía ya establecida, su letra jamás resulta forzada, sino natural. Recurrió sólo excepcionalmente al lunfardo, logrando una aguda pintura social, con soberbias metáforas.

Ernesto Galeano (1908-1988): organista, profesor de Música del Liceo Militar Gral. San Martín y de Pedagogía y Práctica de la Enseñanza en el Conservatorio Nacional de Música y Arte Escénico. Se retiró con el cargo de inspector técnico del Arte del Ministerio de Educación de la Nación. Coautor con Oscar Bareilles del "Primer Solfeo Folclórico Argentino" y de textos para la enseñanza musical.

Carlos Guastavino (1912-2000): talentoso compositor y pianista santafesino que, luego de su canción "Yo, maestra", aprobada por la Inspección General de Música y a sugerencia de ella, ante la necesidad que existía de brindar a los escolares un material nuevo, actual y de calidad, comenzó a componer, también, canciones escolares. A las que aborda con gran simplicidad armónica, encanto melódico y espontánea inspiración, con textos fáciles pero no vulgares, y ritmos con un nítido nacionalismo folclórico. Algunas de ellas, recopiladas en el álbum "Edad del Asombro" sobre versos de Lima Quintana y "Flores Argentinas" con textos de León Benarós.

La "Canción del Estudiante" fue premiada en 1939 por el entonces Ministerio de Justicia e Instrucción Pública e incluida luego junto con las denominadas canciones patrióticas, en el repertorio de "Canciones Oficiales", en su carácter de "símbolo estudiantil y lazo de unión entre los componentes de ese núcleo social".

Musicalmente está dividida en dos partes que responden al contenido de la letra. La primera con ritmo marcial, adecuado acompañamiento musical para la estrofa I, la que se repite después de la II y III, las que cuentan con un movimiento melódico más cantable.

Canción del estudiante

I

íEstudiantes!... Alcemos la bandera

que ilustraron los próceres de ayer,

y florezca a sus pies la primavera

del amor renovado en nuestro ser.

Y echen a vuelo el nombre de estudiantes

en bronces de romántica emoción,

los que lo son, los que lo fueron antes,

los que, por suerte, tienen de estudiantes

para toda la vida el corazón.

II

Brisa que riza el Plata; zonda de andino tope;

tibio aliento del Norte; racha del Sur...

íLleven los cuatro vientos, en su galope,

esta canción que canta, que canta la juventud!

Almas y voces juntas; manos entrelazadas;

honda fe de argentinos y un mismo afán;

ansias de noble ciencia, nunca saciadas,

ojos puestos en rutas, en rutas del más allá...

I (bis)

III

Páginas de los libros; verbo de los maestros;

aulas donde han nacido fe y amistad:

todos los más preciados tesoros nuestros

esta canción fraterna viene a cantar.

Ondas del ancho río; nieves de las montañas;

soles del Norte ardiente; llanos del Sur...

íToda la patria amada lleva en su entraña

esta canción que canta la juventud!

I (bis)