La escuela es el lugar de integración social por excelencia. Es allí donde, desde temprana edad, se igualan las diferencias, se conoce el valor del conocimiento, el respeto a la institución y al maestro, la íntima complicidad del compañerismo y la grandeza de la amistad. En la escuela se gestan las generaciones que tendrán la enorme pero apasionante responsabilidad de construir un país mejor. Pese a los problemas actuales que padece la institución educativa argentina Ädepositaria de la crisis social y sus secuelas emergentesÄ, cuando una escuela festeja 100 años de vida, algo bueno acontece en la ciudad.
La Escuela Incorporada de Educación Primaria Nº 1042, de Educación Secundaria Nº 3109 Sagrada Familia y del Jardín Nº 1322 Virgen del Rosario Äubicada en 4 de Enero 1246Ä viene celebrando sus 100 años de vida desde el 19 de marzo pasado Äfecha del aniversarioÄ, con una serie de festejos que culminarán el próximo viernes 26, con una misa oficiada por el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo (ver aparte).
La algarabía de los chicos por los pasillos, dibujos y colores vivos en los murales, la charla apresurada de dos maestras al pasar, un timbre urgente: éstos y tantos otros registros identificaban a la escuela aquella mañana de luz tibia, en que El Litoral visitó la institución para entrevistar a sus directoras, Beatriz Montini de Marra (nivel inicial), Nelva Musté (primario) y Norma Kinzel (secundario).
En 1887, se estableció en la ciudad de San Miguel de Tucumán una sociedad de mujeres llamada Santísimo Nombre de Jesús. En el seno de esa sociedad nació la Congregación de las Hermanas Dominicas. "Nuestra escuela comenzó siendo un asilo de niñas huérfanas, una obra de amor de aquellas hermanas que llegaron a Santa Fe desde Tucumán, un lejano 19 de marzo de 1908. Con el paso de los años, las dominicas notaron la necesidad de que esas niñas recibieran una escolarización. Y empezaron a construir la escuela con los primeros grados. Estos fueron los orígenes del colegio, levantado con sacrificio y pasión evangélica", explicó Nelva.
En la actualidad, la Escuela Sagrada Familia cuenta con 1.300 alumnos, 276 en el nivel inicial, 667 en el primario y cerca de 400 en el secundario. "Con el correr del tiempo, nos vimos en la obligación de crecer. Entonces fuimos implementando nuevos cursos y turnos. En la actualidad, además de los grados, tenemos talleres de inglés, computación y teatro. Hay una numerosa lista de personas que se han anotado para ingresar a sus hijos en nuestro colegio; eso nos llena de orgullo", contó la directora del nivel primario. El jardín de infantes dependió durante mucho tiempo de la escuela: "Al principio, era apenas una sola salita a la que asistían niños de 4, 5 y 6 años", rememoró Beatriz Montini. "Pero estuvo durante 25 años incorporado a la primaria. Se independiza de la escuela recién en 1990".
El gran logro de esta institución escolar fue la incorporación del nivel secundario. El 8º y 9º años de la EGB3 se abrieron en 1999, y el Polimodal en 2001 (de acuerdo con la derogada Ley Federal de Educación). "La secundaria ofrece además una formación propedéutica, que facilite el acceso a la educación superior con conocimientos sólidos y abarcativos. Nuestros alumnos de 5º año realizan pasantías en distintas organizaciones de la ciudad, y así aplican los conocimientos teóricos en una primera práctica profesional. Ahora nuestros niños ingresan a los tres años, y desde nuestra institución, pueden pasar a la universidad", refirió la directora del secundario, Norma Kinzel.
"Nuestra escuela es un proyecto educativo pastoral de vinculación evangélica, eso es lo que nos identifica como institución perteneciente a la Congregación de las Hermanas Dominicas. Nosotros priorizamos en un mismo plano la preparación académica y la formación en valores, la fuerza de la fe cristiana y el sentido de solidaridad. Los chicos aquí tienen la opción de pertenecer a los grupos de Misión y Voluntariado, experiencias que les permiten ponerse en contacto con la idea de solidaridad, atender las necesidades del otro a partir de un contacto real con personas que tienen algún tipo de carencia", comentó Norma. "Hay un fuerte programa de formación para docentes que trabajen en la institución dirigido por las propias hermanas dominicas. Ellas están muy comprometidas con una acción social comunitaria. Una de las premisas básicas es formar a los alumnos no sólo académicamente, sino también para la vida", completó Nelva Musté.
Estos 100 años de vida permiten a la escuela una proyección de crecimiento con renovadas expectativas. Para las directoras, "el proyecto institucional de la escuela no es otro que seguir creciendo con trabajo y responsabilidad, mejorar en todos los aspectos comprometiéndonos en la acción pastoral. Pero también debemos atender otras cuestiones que hacen a los procesos pedagógicos: restituir y fortalecer la relación de los chicos con la escritura, la lectura y el conocimiento, que es la herramienta que los convertirá en ciudadanos libres y de buena fe. Recuperar el respeto por la autoridad del profesor, esa disciplina que es necesaria para que los roles no se confundan ni se pasen por alto. Y fortalecer además el sentido de pertenencia que históricamente identificó a la escuela como lugar de la integración social".
El centenario de la escuela Sagrada Familia fue el 19 de marzo pasado, fecha que dio inicio a una serie de celebraciones conmemorativas. El 29 de agosto se realizó una obra artística donde los alumnos representaron una cronología histórica de la entidad, desde los inicios de la congregación y la casa de niñas huérfanas, hasta la actualidad.
En la última semana de septiembre, el miércoles 24 se expondrán en los patios de la institución las fotos del concurso fotográfico "Mi lugar en la escuela". "Los alumnos participaron tomando fotos de distintos lugares del colegio. Entre 30 trabajos seleccionados elegiremos la foto ganadora", explicó Nelva.
El próximo jueves 25 la escuela recibirá a la vicaria de educación de la Congregación, la hermana María Lía Herrera, quien desde la hora 20 Äen el Cine Teatro Luz y FuerzaÄ dará una charla para los padres de los alumnos. En su disertación, tratará muchas de las problemáticas que hoy aquejan a la adolescencia. Luego de esa charla, habrá un recital de uno de los profesores de la institución, Luis Córdoba Ämúsico y cantanteÄ, quien interpretará piezas del cancionero popular latinoamericano.
Finalmente, el viernes 26 a la hora 10.30, tendrá lugar el cierre de los festejos, con una misa oficiada por el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, en la Basílica de Guadalupe.
Luego se brindará un ágape a las delegaciones de la congregación presentes.